Cuando migrar enferma: cómo las políticas migratorias afectan la salud mental y cómo el activismo puede sanar

Durante la primera administración de Donald Trump (2017–2021), Estados Unidos vivió un giro radical en sus políticas migratorias. Más de 470 cambios normativos transformaron el paisaje legal para millones de personas migrantes. Pero los efectos no se limitaron a trámites y documentos: migrar en este contexto empezó a enfermar, física y mentalmente.

Según un análisis reciente de la Universidad Rice, estas políticas restrictivas generaron niveles alarmantes de ansiedad, depresión y estrés en comunidades migrantes. El endurecimiento de la figura de “carga pública”, las redadas, la militarización de la frontera y la eliminación de programas de apoyo no solo complicaron la vida de quienes estaban en proceso migratorio: afectaron también a sus familias, hijas e hijos ciudadanos, comunidades escolares y entornos laborales.

Cuando vivir sin papeles te rompe por dentro

Estudios citados en el informe revelan que las personas con estatus migratorio precario presentan niveles significativamente más altos de angustia psicológica. En jóvenes estudiantes universitarios sin residencia permanente, los síntomas de ansiedad y depresión son más graves y persistentes.

Este sufrimiento no es individual, ni fortuito: es estructural. La exclusión sistemática de beneficios como salud, educación o empleo digno crea condiciones de vida inestables que afectan profundamente el bienestar emocional y físico de las personas migrantes.

Además, el llamado «escudo de la ciudadanía» hace que las personas nacidas en EE.UU. tengan mayor protección legal y acceso a derechos, mientras quienes carecen de ese estatus viven una vulnerabilidad extrema, incluso ante una pandemia como la de COVID-19, donde el acceso a la salud fue limitado o inexistente.

El activismo como antídoto: resistir es también sanar

Pero no todo es dolor. El informe también aporta un hallazgo fundamental: el activismo puede ser una estrategia de sanación.

El psicólogo Germán A. Cadenas, profesor en la Universidad de Rutgers, destaca que muchas personas migrantes encuentran en el activismo una forma de reducir el estrés, mejorar su salud mental y fortalecer su sentido de pertenencia. Ya sea a través de campañas por los derechos de las personas sin documentos, participación electoral o lucha contra el racismo, la acción colectiva genera bienestar.

A esta estrategia se le llama Activismo Antirracista por los Derechos de los Migrantes (AAIR, por sus siglas en inglés). El marco AAIR identifica tres caminos para enfrentar el estrés estructural:

  • Coping activo: organizarnos para cambiar condiciones injustas.
  • Reformulación positiva: mirar los desafíos con esperanza y claridad política.
  • Planificación estratégica: actuar con inteligencia colectiva.

Lo que vemos en Cepaz: resiliencia con nombre propio

Desde Cepaz, acompañamos cada día a mujeres migrantes sobrevivientes de violencia que se enfrentan a estas políticas crueles y excluyentes. Vemos cómo la falta de documentos les niega atención médica, justicia y protección. Pero también vemos algo más poderoso: su capacidad de resistir, organizarse y luchar por otras.

Las mujeres migrantes no solo enfrentan obstáculos personales: desafían un sistema entero. Y cuando se organizan para hacerlo, no solo defienden sus derechos: también cuidan su salud emocional, reconstruyen comunidad y crean esperanza donde antes solo había miedo.

¿Qué podemos hacer?

Como comunidad:

  • Escuchar y amplificar las voces de las personas migrantes.
  • Crear espacios de contención emocional y acción política.
  • Ofrecer información clara sobre derechos legales y recursos disponibles.

Como organización:

  • Continuar formando lideresas migrantes.
  • Incidir en políticas públicas con enfoque de derechos humanos.
  • Aliarnos con redes de salud mental comunitaria.

Como sociedad:

  • Reconocer que la salud también es política.
  • Exigir que la justicia migratoria incluya acceso pleno a salud y bienestar.

Desde Cepaz, reafirmamos nuestro compromiso con una vida digna, libre de violencia y de discriminación para todas las personas migrantes, sin importar su estatus legal.

Con información del artículo Mental Health and Immigration Policy: A Conversation With Germán Cadenas