Para el representante permanente adjunto del Reino Unido, y presidente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el mes de noviembre, Jonathan Allen, «la tragedia en Venezuela es que los intereses no están en las personas del país. El impacto a largo plazo, así sea por niños que sufren de enfermedades o desnutrición, en un país con una gran riqueza y un gran capital humano, siendo denigrado de esta manera es una tragedia». Las declaraciones de Allen se produjeron durante un diálogo con la sociedad civil en el que intervinieron Beatriz Borges, directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) y Rodrigo Diamanti, presidente de Un mundo sin mordaza.
Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) venezolana ha venido trabajando de manera sostenida para mantener en la agenda internacional la crisis multidimensional (política, económica, social y humanitaria) que hoy existe en Venezuela, a través de la visibilización y documentación de casos, y la participación activa en los diferentes foros, alzando la voz para denunciar las múltiples violaciones de derechos humanos y alcanzar así justicia y reparación para las víctimas.
Como parte de la labor de incidencia internacional realizada en estos meses desde el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), con el apoyo de otras organizaciones venezolanas, hemos participado en los diálogos de la sociedad civil con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), alertando en esta instancia sobre las consecuencias de la emergencia humanitaria compleja en la población venezolana.
El pasado 5 de noviembre la directora ejecutiva de Cepaz, Beatriz Borges, y Rodrigo Diamanti, presidente de Un mundo sin mordaza, participaron en el Diálogo de la sociedad civil con Jonathan Allen, representante permanente adjunto del Reino Unido, y presidente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas para el mes de noviembre.
Salud sexual y reproductiva en riesgo
Durante el diálogo, la directora de Cepaz consultó a Allen sobre cómo incluirá en el marco del décimo noveno aniversario de la agenda de paz y seguridad de las mujeres la situación de los derechos de salud sexual y reproductiva de las niñas venezolanas en la agenda del Consejo de Seguridad, dado que la emergencia humanitaria compleja viola sus derechos .
El representante permanente adjunto del Reino Unido indicó que «la batalla que estamos librando en los derechos de salud sexual y reproductiva es a través de todas las Naciones Unidas, en todos los contextos y en todos los Comités. Ponemos en discusión los derechos de salud sexual y reproductiva frecuentemente en el Consejo, en el Tercer Comité, en el Segundo Comité, en el Sexto Comité, en resoluciones individuales; y aunque pienso que la fuerza del argumento está con nosotros, los que están en contra son una coalición antinatural. Necesitamos seguir batallando en todos los espacios para empujar esta agenda hacia adelante y para recordar el impacto real que tiene en las personas».
«Es importante batallar en todos lados con ese tema. Por eso pienso que llevar adelante la agenda de mujeres, paz y seguridad se hará mejor en lugares con contextos específicos. Necesitamos asegurarnos de que estemos hablando de los temas de salud sexual y reproductiva donde sea que se necesiten», recalcó el presidente del Consejo de Seguridad para el mes de noviembre.
Ausencia de Venezuela en la Agenda del Consejo de Seguridad
Por su parte Rodrigo Diamanti recordó a los miembros del Consejo de seguridad que los venezolanos atraviesan la peor crisis política, humanitaria y de refugiados en la historia. La expectativa es que, a fines de año, 5 millones de venezolanos crucen las fronteras y ocho millones para el final del año que viene. Convirtiéndola en la crisis migratoria más grande del mundo. «No vemos que la región esté lista para lidiar con este tipo de tragedia», aseveró el presidente de Un mundo sin mordaza.
Diamanti consultó al representante permanente del Reino Unido cómo va a incluir la situación de Venezuela en la agenda del Consejo de Seguridad. Allen afirmó que «Venezuela no está en la agenda del Consejo de Seguridad para el mes de noviembre ni tenemos planes de que esté por el momento. Como todo, lo mantenemos en revisión, y cualquier miembro puede pedir una reunión. Hemos discutido sobre Venezuela en el Consejo de Seguridad en los últimos meses y no estoy seguro de que esas reuniones necesariamente hayan sido productivas en conducirnos a llegar a acuerdos, y una de las razones por las cuales no se está discutiendo en el Consejo es porque no hay consensos o siquiera estar cerca de un consenso».
Añadió Allen que líderó la misión del Consejo de Seguridad para Colombia, y «cuando estuve allá, nos enfocamos en el proceso de paz de Colombia y estuvimos muy conmocionados por el volumen de venezolanos haciendo de Colombia su hogar, y los números que siguen llegando todos los días, y la generosidad de los colombianos que lidian con eso. Y eso se ha replicado a otras partes de la región. En términos de la posición del Reino Unido, hemos sido claros en que creemos que el señor Maduro tiene que hacerse a un lado y que Juan Guaidó es el legítimo interino».
«La tragedia en Venezuela es que los intereses no están en las personas»
Para el representante del Reino Unido «la tragedia en Venezuela es que los intereses no están en las personas del país. El impacto a largo plazo, así sea por niños que sufren de enfermedades o desnutrición, un país con una gran riqueza y un gran capital humano, siendo denigrado de esta manera es una tragedia. Espero que los países en la región y los internacionales continúen buscando un camino que habilite una especie de resolución, que al final permita que los servicios sean restablecidos y que se pueda vivir de nuevo. Entiendo que la situación en Venezuela es terrible», concluyó.
Buscando una respuesta adecuada para Venezuela
Desde las organizaciones de la sociedad civil seguiremos haciendo esfuerzos para generar la presencia de Venezuela en la agenda del Consejo de Seguridad. Así como insistiendo en la necesidad de explicar en todos los foros posibles la real naturaleza de la emergencia humanitaria compleja en Venezuela, para que se le dé en las instancias internacionales una respuesta adecuada a su origen y dimensiones.