La trata de personas con fines de explotación, especialmente sexual, sigue siendo una de las formas más graves de violencia contra las mujeres migrantes. En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, desde Cepaz reafirmamos la urgencia de promover una protección efectiva para las mujeres venezolanas en situación de vulnerabilidad.
En su intervención durante el VI Seminario Internacional “La trata de personas, más allá de nuestras fronteras”, Beatriz Borges, directora de Cepaz, enfatizó que cuando se cruzan las fronteras en condiciones forzadas o irregulares, muchas mujeres quedan expuestas a redes de trata y explotación. Frente a esto, los Estados tienen la responsabilidad de actuar con un enfoque de derechos, género y no discriminación.
¿Qué debemos promover?
- Reconocimiento como víctimas, no criminalización
Los Estados deben identificar a las mujeres explotadas como víctimas de trata, no como infractoras por su situación migratoria o por actos cometidos bajo coacción.
- Documentación flexible y acceso a regularización migratoria humanitaria
Es necesario crear mecanismos de regularización especiales que permitan a las víctimas estabilizar su situación legal sin obstáculos ni exigencias imposibles de cumplir.
- Refugio seguro, atención médica, legal y psicosocial
Toda mujer en riesgo, o sobreviviente, debe tener acceso inmediato a espacios protegidos, servicios de salud integral, apoyo emocional y orientación jurídica gratuita.
- Capacitación a funcionarios y operadores sobre trata y protección internacional
Policías, personal de migración, salud y justicia, deben recibir formación específica con enfoque de género y derechos humanos para actuar sin prejuicios ni revictimización.
- Participación de las mujeres en las políticas públicas que las afectan
Las respuestas deben construirse con las voces de quienes han vivido estas violencias, promoviendo su liderazgo en espacios de decisión y formulación de políticas.
Desde Cepaz continuamos trabajando por una respuesta integral que coloque a las mujeres en el centro, más allá de fronteras, discursos y obstáculos burocráticos. La trata no puede seguir siendo invisibilizada como parte del fenómeno migratorio: debe ser reconocida, atendida y erradicada con voluntad política y cooperación regional.