La Alianza para la Educación en Derechos Humanos organizó un webinar sobre la violencia de género en el contexto de la pandemia de COVID-19, que tuvo como ponente a Beatriz Borges, directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz).
Este es un problema que se ha agravado a causa del confinamiento, debido a que las mujeres se ven obligadas a vivir las 24 del día en sus casas con los agresores.
Desigualdad y discriminación son las bases de la violencia de género
Beatriz Borges expresó que las violencias por razones de género se refieren principalmente a la violencia contra la mujer, fundamentada sobre la desigualdad de poder y presenta dos componentes primordiales, donde la desigualdad y la discriminación son las bases de dicha violencia.
En base al patriarcado y en función de los géneros, se realiza la subordinación o dominación de las mujeres como parte del sistema social en relación a la construcción cultural. A pesar del reconocimiento jurídico sobre una vida libre a la violencia, esto, no es suficiente para erradicarla.
Borges hizo referencia a los entornos donde hay tolerancia y normalización de la violencia, en los cuales las mujeres enfrentan grandes obstáculos para el ejercicio de sus derechos y la justicia, dándole lugar a la re-victimización en el proceso y la sensación de ausencia de sanciones en un estado de impunidad.
Enfatizó que el Estado tiene el deber de proteger y garantizar los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes, en relación a un ordenamiento jurídico que los reconozcan. Al tomar medidas de protección, se requiere desarrollar una estrategia con una visión sistémica del problema, tomando en cuenta, sus orígenes y sus consecuencias.
Diversas violencias
Se habla de las violencias de género, que reflejan la posición de subordinación, desigualdad, marginalidad y riesgo que ocupan las mujeres por el hecho de serlo. Siendo el más usual como factor extremo el feminicidio, el cual es el asesinato de las mujeres por su género realizado por hombres, agregó Borges.
Sin embargo, las violencias de género son diversas, siendo un problema de toda la sociedad, que implica delitos y violaciones de derechos humanos. Es responsabilidad del Estado que las mujeres tengan una vida libre de violencia.
Beatriz Borges se refirió al marco normativo de los 21 tipos de violencias de género reconocidas por Venezuela y ejemplificó casos: la figura de la mujer se encuentra hipersexualizada en la publicidad de los medios de comunicación, también hay casos de inducción o ayuda a suicidio, y está el femicidio como la cara extrema. Aseveró que todos estos tipos de violencias pueden estar ocurriendo en tiempos de cuarentena, siendo las mujeres afectadas física y/o psicológicamente.
Riesgos en el hogar
En el caso venezolano, ya había precariedad en cuanto a la emergencia humanitaria y sumado a esto, la crisis de estado de alarma, donde las dinámicas han cambiado, sobre todo en la convivencia ha profundizando los estereotipos de género, aumentando de las tensiones en el hogar a consecuencia de la ansiedad y el aislamiento.
Estadísticamente están reconocidos los hogares como los lugares más peligrosos por estar la mujer en compañía de su agresor, sin capacidad de salir del círculo de la violencia. Sumándole las limitaciones preexistentes de los servicios básicos en Venezuela como la energía eléctrica y el internet, obstáculos para huir de la violencia, denunciar y/o acceder a los mecanismos legales de protección y ayuda humanitaria.
Otra consecuencia en relación a la pandemia es la situación económica, en medio de las brechas de género y barreras económicas, pues la participación de las mujeres en el campo laboral consiste en muchos casos en actividades no remuneradas, trabajos domésticos o informales, siendo mayormente afectadas por el aislamiento social, debido a la dependencia económica que tienen con el agresor, al no recibir las remuneraciones diarias.
¿Cómo atender los casos?
Borges destacó que la violencia de género no está en cuarentena, siendo importante generar mecanismos para manejar y atender los casos, realizar recomendaciones con perspectiva de derechos, la existencia de redes de apoyo entre vecinos, amigos y familiares, así como denunciar, documentar, difundir y visibilizar la problemática en respaldo de la sociedad civil.
“Todos los receptores de denuncia deben estar capacitados con protocolos y capacidad específica para atención a las mujeres, dar respuesta y proteger situaciones de violencias de género en estos momentos”, expresó la directora ejecutiva de Cepaz.
Analizó que a las consecuencias de la pandemia se unen la situación económica, el aislamiento, desastre y agitación asociados a conflictos, como ocurre en Venezuela, exposición a explotadores por cambios demográficos, reducción de servicios de salud, incapacidad de las mujeres de huir de sus hogares, la coerción y la violencia contra trabajadores de salud.
Concluyó expresando que es necesario reforzar los sistemas de primera respuesta, asistir de manera online a las víctimas, tomar medidas específicas con perspectiva de género y edad, proteger al personal de salud, ampliar refugios y viviendas temporales, así como prepararnos para afrontar la pandemia a largo plazo.
Hizo un llamado a toda la sociedad a conocer sobre la violencia de género para así poder identificar los casos y brindar ayuda, pues el feminismo no es solo un asunto de mujeres, los hombres también tienen mucho que aportar para la construcción de la igualdad de género en la sociedad.
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