Cifras del Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) reflejan que cada 13 horas hubo una acción femicida en Venezuela (consumada o frustrada) durante el mes de febrero. En este periodo hubo 23 femicidios consumados y 31 frustrados. El 8,7% de las víctimas era menor de un año de edad. Mientras que el 12,2% de las victimas eran mujeres de la tercera edad avanzada (de 73 a más de 85 años).
El estado con mayor incidencia de casos fue Miranda con un 17,4%. Seguido de Mérida con el 13%. En el caso de los femicidios frustrados, la mayor incidencia del mes de febrero se localizó en el estado Bolívar con el 29% de los casos. Seguido por Zulia con el 22,6% y el 9,7% en el Distrito Capital.
Sobre las víctimas y los niñas y niñas huérfanos
Una de las víctimas sobrevivientes de la acción femicida es menor de un año de edad. El 16,4% tiene edades comprendidas entre 6 y 18 años. La violencia ejercida contra las niñas puede ocurrir en el hogar y en la comunidad y puede ser perpetrada por cuidadores, compañeros o extraños.
También en la tercera edad, una etapa de la vida que suele traer consigo cambios de las condiciones económicas, limitaciones importantes de capacidades físicas, dependencia y reacomodo de los roles en la vida familiar, se intensifica la vulnerabilidad de las mujeres. En ambos grupos, niñas y adultas de más de 70 años, la edad contribuye a una mayor vulnerabilidad en la víctima, como factor posibilitador de la condición de asimetría de poder entre esta y su agresor.
En el mes de febrero cuatro niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanos. Uno de ellos presenció el femicidio de su madre. En un caso de femicidio frustrado, el hijo de la víctima presenció los hechos violentos.
Una de las víctimas de femicidio consumado estaba embarazada con siete meses de gestación. Su agresor para causarle la muerte violenta utilizó como mecanismo de comisión la propia mano. En el 30,4% de los femicidios consumados el mecanismo de comisión del hecho delictivo fue precisamente la propia mano y pies del agresor para asfixiar o propinar golpes de puño y patadas. En el 21,7% de los casos se utilizó en la comisión de los hechos femicidas un arma de fuego. Mientras que en un 13% se empleó el arma blanca o punzo penetrante. Para los femicidios en grado de frustración, el 45,2% de los casos registró como mecanismo de acción a las propias manos y pies de agresor para causar los daños personales; 32,3% utilizó arma blanca y 16,1% un arma de fuego.
Sobre los agresores
Todos los agresores de femicidios consumados son venezolanos. Uno de los agresores de femicidio consumado es un adolescente. Al respecto, es necesario que el Estado investigue cómo en el contexto venezolano la experiencia masculina, en esta edad de construcción de la identidad, puede acercar a los adolescentes y jóvenes a estas conductas relacionadas con la violencia femicida.
El 39% de los agresores de femicidios consumados tienen edades comprendidas entre 23 y71 años. Mientras que el 54% de los agresores de los femicidios frustrados están en el rango entre 19 y 31 años. En uno de los casos de femicidio consumado el agresor está vinculado a grupos, asociaciones o bandas dedicadas a actividades ilícitas.
Están en situación de fuga el 30,4% de los agresores de femicidios consumados. Por su parte, el 83,9% de agresores de femicidios frustrados han sido aprehendidos. En los 5 casos de femicidio frustrado donde hubo testigos presenciales que son familiares y allegados de la víctima, un agresor muere en el contexto de los hechos y los otros 4 fueron aprehendidos posteriormente.
Dos de los agresores de femicidios consumados se suicidaron inmediatamente después de los hechos violentos. En ambos casos se trató de femicidios en contexto íntimo. Uno de los agresores en un femicidio frustrado se suicidó. En un caso de femicidio frustrado actuaron 5 ofensores a la vez y todos fueron aprehendidos con posterioridad al hecho.
Ámbito de ocurrencia y factores de riesgo
De acuerdo con la información levantada, el 43.5% de los casos de femicidios consumados presenta como ámbito de ocurrencia al privado, esto es, la casa de la mujer, la casa del ofensor o la casa de ambos, donde se desarrollan las relaciones domésticas, o familiares y de confianza. El 13% tuvo como ámbito de ocurrencia la plena calle. Otro 13% un lugar desolado o apartado; y un 4,3% a centros de atención médica. El 45,2% de los femicidios frustrados ocurrieron en ámbito privado. Un 9,7% en lugares desolados o apartados.
En un caso de femicidio consumado, se registró que existían antecedentes de episodios de violencia sexual. Otro presentó antecedentes de acoso u hostigamiento, y en otro caso se hace referencia a antecedentes de amenazas o daños físicos.
Vínculo relacional y aparente motivación
El 54,8% de los femicidios en grado de frustración registró vínculos de parejas y ex parejas (con o sin convivencia bajo el mismo techo); y el 22,6% eran miembros de la misma familia (el agresor es padre, padrastro, hermano, hijo, hijastro, primo, etc.).
En el 13% de los casos de femicidios consumados la aparente motivación aparece vinculada a una escena de celos o alegato de infidelidad íntima. En el 8,7% de los casos consumados la víctima había decidido separarse y en otro 4,3% la motivación va vinculada a venganzas de organizaciones criminales. Al explorar la aparente motivación de los casos de femicidios frustrados, tenemos que el 32,3% registra una escena de celos o alegato de infidelidad íntima. Hubo dos ataques de agresión sexual.
Un caso de femicidio frustrado, ocurrido en el Zulia, registra la existencia de denuncias previas por otras víctimas y ante varios estados del país, por estar el agresor presuntamente involucrado en otros actos de violencia sexual.
Muertes de venezolanas en el exterior
Durante este mes se documentaron cuatro muertes violentas de venezolanas en el exterior y dos femicidios en grado de frustración. Cada 5 días ocurrió una acción femicida contra mujeres venezolanas en el exterior. Dos niños quedaron huérfanos por el asesinato de su madre. En ambos casos de femicidios frustrados de venezolanas en el exterior las mujeres son madres de un niño.
Todas las víctimas de femicidio en el exterior eran mujeres adultas muy jóvenes, en edades comprendidas entre 22 a 30 años. Dos de los casos ocurrieron en Colombia y otros dos en Estados Unidos. Los femicidios frustrados de venezolanas en el exterior ocurrieron uno en Estados Unidos y otro en Chile.
En un caso de femicidio consumado en el exterior la víctima había decidido separarse (Estados Unidos). Otro se trató de una venganza entre organizaciones criminales, y el cadáver fue arrojado a la vía pública (Colombia). En un caso de femicidio frustrado la víctima había decidido separarse del ofensor.
Tres de los cuatro femicidios de venezolanas en el exterior ocurrieron en el ámbito público (plena calle, lugar desolado, hostal). En los casos de femicidio frustrado de venezolanas en el exterior, los hechos ilícitos ocurrieron, uno de ellos en la casa de ambos y, el otro en plena calle. En ambos casos de femicidios frustrados de venezolanas en el exterior, entre agresor y víctima hay vínculos de parejas y ex parejas (con o sin convivencia bajo el mismo techo).
El 50% de los agresores de femicidios de venezolanas en el exterior se encuentran en fuga. Otro fue aprehendido y otro muere en el contexto de los hechos por suicidio. En ambos casos de femicidios frustrados de venezolanas en el exterior hubo aprehensión posterior de los agresores. Todos los ofensores actuaron solos.
Obligación soslayada por el Estado
La conformación de un registro de femicidios en un país donde existe violencia contra las mujeres es una necesidad para la toma de decisiones en materia de política preventiva. El Estado venezolano ha obviado esta obligación.
En respuesta a esta situación desde Cepaz se creó el Observatorio Digital de Femicidios con el fin de que los datos recabados de los medios de comunicación digital sean categorizados, analizados, y estén disponibles para todas las instituciones y ciudadanos interesados en la prevención del femicidio y en la evaluación de las respuestas del sistema de justicia sobre estos casos, para así contribuir a la visibilidad de este fenómeno.