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El trabajo colaborativo tiene mayor impacto en la exigencia de derechos

El pasado 15 de febrero se realizó el conversatorio virtual «El rol del venezolano en el exterior en la construcción del nuevo país», organizado por Venezuelans and Inmigrants Aids en Nueva York.

El evento contó con la participación de la abogada Beatriz Borges, directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Thays Peñalver, autora del libro «La Conspiración de los 12 Golpes» y conductora del programa «Buen Provecho» en Radio Caracas Radio 750 en Venezuela, Tómas Páez, sociólogo y coordinador del Proyecto Global de la Diáspora Venezolana, María Corina Machado, fundadora del movimiento político «Vente Venezuela» e integrante de la plataforma ciudadana «Soy Venezuela», Fabio Valentini, coordinador del movimiento «Vente Mundo» y Daniel Varnagy, profesor titular y doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar.

Durante su intervención, la directora ejecutiva de Cepaz destacó que el trabajo de Cepaz no solamente tiene que vez con sus mandatos que son paz, justicia y democracia, sino con el activismo ciudadano. «Hemos desarrollado una metodología de trabajo para activarnos con diferentes personas», indicó.

Añadió Borges que cuando los ciudadanos comprenden sus derechos pueden tener una mayor participación en su defensa. «Hemos impulsado, desde la necesidad de las personas de hacer algo, su actividad ciudadana para cambiar su realidad individual y como país».

«También entendimos que solos no lo podemos lograr». Para la abogada es un trabajo de muchas manos. «De una sociedad comprometida, entendida y entramada. De allí nació la Red de Activistas Ciudadanos (Redac) que es una plataforma donde interactúan personas, organizaciones, activistas y expertos de diferentes orígenes».

Redac empezó en Venezuela pero ya está internacionalizada con el fin de fomentar el empoderamiento ciudadano. Para ello, la acción por los derechos humanos es fundamental. «Empoderamiento para nosotros significa consciencia sobre nuestros derechos y nuestros deberes». En la medida que tengamos conciencia sobre ellos los activamos, no solo en lo individual, sino que los ponemos en práctica.

En momentos cuando a miles de venezolanos les ha tocado salir del país, hay que entender que los derechos humanos no se ejercen solamente desde adentro, sino que los mismos son inherentes a la persona sin importar donde esté.

«Nuestro llamado es a trabajar en pro de la exigencia de esos derechos». La invitación desde Cepaz y Redac es a entender que hay dos coyunturas fundamentales en la realidad del país. La primera atiende al hecho de que si bien la primera oleada migratoria fue identificada como una migración económica, ahora eso cambió. En los últimos años es una migración forzada. «Hay una crisis de movilidad humana venezolana reconocida por los organismos internacionales», recalcó Borges. Los venezolanos llegaron a la puerta de los países, principalmente latinoamericanos, en un gran estado de indefensión.

Hay flujos migratorios mixtos, conformados por personas refugiadas y migrantes, que tienen en común en este contexto la necesidad de protección especial que debe ser garantizada por parte de los Estados. Lo que implica que como personas migrantes y refugiadas haya organización y exigencias.

El tema de la migración y el refugio, sobre todo cuando hay dificultades para la regularización de esta movilidad, implica para muchos una vulnerabilidad estructural. No solamente por no contar con la nacionalidad del país que recibe, sino por todas las dificultades de acoplamiento cultural, el duelo migratorio, y de entender que dentro de este proceso debe haber una garantía de los derechos a la educación, a la salud, y a la alimentación de las personas migrantes y refugiadas por parte de los países de acogida. Si entendemos esto, es importante organizarnos para su defensa como comunidad o grupo humano venezolano.

El segundo espacio de trabajo, y es algo que estamos viviendo muy de cerca en estos momentos, tiene que ver con la recuperación de la democracia en Venezuela. Sabemos que ha sido un proceso largo y doloroso de deterioro, no solamente desde el punto de vista institucional. Esa ruptura de la institucionalidad democrática generó una emergencia humanitaria compleja que ha traído el sufrimiento y muerte de miles de venezolanos y que va a requerir el trabajo de todos para lograr el cambio político.

Para exigir estar en el proceso de transición y también para lograr un nuevo futuro para Venezuela, se requiere la participación organizada de los venezolanos, «pues una de las cosas que hemos aprendido que es no tenemos la democracia garantizada» y que es necesario que tengamos parte protagónica en la toma de decisiones.

Destacó la directora ejecutiva de Cepaz que trabajar por los derechos humanos se puede hacer desde dentro o desde fuera de Venezuela, porque trasciende las fronteras. «La actividad cotidiana que podemos hacer es fundamental para lograr el cambio». Es necesario activarse. Afiliarse a algún espacio, que puede ser la Redac u otros espacios de diálogo, donde podamos articularnos y hacer la diferencia.

También es necesario organizarnos para dar opinión. Existe una respuesta internacional para la garantía de los derechos, la protección y la asistencia humanitaria de los venezolanos en el exterior. ¿Cuál es  nuestra participación? ¿Cuál es nuestra voz en esos espacios de toma de decisión y en esas propuestas que se están haciendo?

Cepaz también forma parte del grupo de movilidad humana venezolana de las Américas y allí hay un plan de acción para la sociedad civil  y los Estados que tiene una agenda. «Y es interesante saber qué se está diciendo sobre lo que va a marcar el destino y el futuro de nosotros como venezolanos fuera de nuestro país en esta agenda actual, pero también en el futuro. En ese sentido estamos proponiendo unas mesas de diálogo» para exigir la celeridad de la respuesta a una protección integral y de soluciones duraderas.

Concluyó Borges señalando que Cepaz pone a la orden sus espacios de capacitación, virtuales y presenciales en derechos humanos, «pues en la medida que nos capacitemos nuestras acciones van a ser mucho más coherentes» y vamos a ejercer más presión para que los Estados den respuesta para la protección de esos derechos. También invitó a los interesados a conectarse con cientos de activistas en Venezuela y alrededor del mundo «que trabajamos en una sola metodología. Las 3 D de los derechos humanos: la documentación, la denuncia y la difusión» y este trabajo colaborativo en red nos permite tener más impacto en la exigencia de derechos.

Activismo Internacional por los Derechos Humanos de la Redac.

Ve el video de la presentación de Beatriz Borges en el conversatorio.