El pasado 13 de noviembre, en el marco del Mes Naranja en homenaje a Evangelina García Prince, las organizaciones que integran la alianza Con Ellas: Acción Solidaria, Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Funcamama, Prepara Familia, Uniandes y Unión Afirmativa, realizaron un conversatorio sobre el trabajo humanitario que realizan en nuestro país.
Beatriz Borges, directora ejecutiva de Cepaz y moderadora del evento, señaló que «las diferentes organizaciones que trabajan en la alianza, hemos tenido varios roles en la defensa de los derechos humanos, pero también en la atención particular de mujeres y niñas. Durante la emergencia humanitaria compleja hemos tratado de documentar lo que ha ocurrido y también asistir el sufrimiento y el socavamiento de los derechos de las diferentes poblaciones femeninas que atendemos».
«Lamentablemente la respuesta humanitaria en Venezuela se había dado de manera tardía y no había sido priorizada o entendida la importancia de atender las necesidades específicas y diferenciadas de las mujeres», añadió Borges.
«Decidimos unir nuestras fuerzas para no solamente mostrar esta dificultad y necesidad de beneficiar y apoyar el trabajo de mujeres y niñas, sino también demostrar que hay un tejido social y organizaciones de la sociedad civil que a pesar de la adversidad trabajan comprometidamente y generan respuestas a las necesidades de las mujeres», recalcó.
Aumentar las capacidades para seguir trabajando
Natasha Saturno, coordinadora de la Unidad de Exigibilidad de Derechos Humanos de Acción Solidaria, señaló que esta organización tiene un largo recorrido de atención a mujeres con VIH.
Desde noviembre de 2019 hasta la fecha se han realizado 2.034 pruebas de despistaje y se han donado 10.109 condones para prevención de la transmisión. De estas pruebas de despistaje, 53% han sido realizadas a mujeres (1.081) de las cuales el 50% se encuentra entre las edades de 18 a 25 años.
Desde que la emergencia humanitaria compleja se recrudeció en 2016, trajo consigo crisis alimentaria, desabastecimiento de medicamentos y dificultades de acceso a bienes y servicios de salud, migración forzosa y desplazamiento interno, por lo que Acción Solidaria incrementó sus capacidades de atención, indicó Saturno.
El programa más grande es el de Ayuda Humanitaria, que utilizó la base que ya tenía la organización, la cual se fortaleció y creció para traer insumos médicos, medicamentos y artículos de primera necesidad y poderlos donar por dos vías: el centro de servicios comunitarios (CSC) y a través de organizaciones aliadas.
«Desde 2018 hasta 2020 hemos beneficiado directamente por el CSC a 16.064 personas, de las cuales el 65,5% son mujeres, la mayoría tienen más de 55 años de edad y provienen del Distrito Capital y Miranda. El perfil típico de las mujeres que acuden a la organización son aquellas que presentan una condición crónica de salud, VIH, hipertensión, diabetes. Mujeres en busca de medicamentos para familiares e hijos pues ellas son la que llevan la carga de familia, las que tienen el efecto más diferenciado de la emergencia humanitaria», explicó Saturno.
Acción Solidaria trabaja con una red de 170 aliados entre organizaciones y personal de salud. Para junio de 2020 se distribuyeron un promedio mensual de 45.000 tratamientos, 360.000 unidades de insumos médicos y 25.000 unidades de artículos de primera necesidad.
A juicio de Saturno, la pandemia del COVID-19 se le suma a la pandemia ya existente por la emergencia humanitaria compleja. Esto ha dificultado el horario de atención de la organización, y aunque han decrecido los números de personas que son atendidas, a medida que se han acostumbrado a convivir con la pandemia, han tomado todas las medidas de bioseguridad posibles para seguir trabajando,
«Estamos viendo una afectación diferenciada de la EHC en las niñas, adolescentes y especialmente las mujeres venezolanas. Pero a pesar de las dificultades, vemos que se puede trabajar. Las organizaciones de la sociedad civil tenemos capacidades, que podemos aumentarlas y ayudar a más personas, entendiendo los retos y los obstáculos que se nos van presentando y tratando de superarlos», concluyó Saturno.
Una oportunidad de aprendizaje constante
Para Beatriz Borges el trabajo que se realiza desde Cepaz con mujeres de base «es el corazón de nuestra organización. Es lo que le da sentido y pasión a todo lo que hacemos. Tenemos un equipo maravilloso de mujeres y hombres que están cambiando la vida en estos espacios tan complejos en Venezuela».
Sobre este trabajo esperanzador que adelanta Cepaz conversó Jany Joplin González, integrante del equipo de Género, quien indicó que una de las áreas principales de trabajo es el acompañamiento, organización, fortalecimiento y agrupación de mujeres con enfoque de derechos humanos en la parroquia La Dolorita, municipio del estado Miranda.
«Estamos enamorados de ese proyecto y hemos recibido una gran aceptación por parte de la comunidad. Tenemos situaciones que dificultan la vida de la gente. Tienen más de 18 años sin agua que salga por las tuberías, por ejemplo. Imposibilidad de adquirir medicamentos, compran agua por cisternas que son muy costosas, tienen falta de transporte, inseguridad, interrupciones del servicio eléctrico prolongadas, reciben salarios mínimo sin valor para subsistir, manipulación con los beneficios como el CLAP y sufren estrategias de control del FAES y OLP. Tienen sentimientos de desesperanza y agobio», indicó González.
«Vivimos nuestro proyecto como una constante oportunidad de aprendizaje y creemos en el empoderamiento de la mujer, en el enfoque de género y en la intervención social. Hemos tenido que aprender a ser un poco más humanos y no solo enfocarnos en la formación, en llevarles conocimiento para el empoderamiento, sino que nos hemos tenido que involucrar con ellas y hacernos partícipes de sus carencias, a través de acciones que hemos desarrollado como el programa cash para la compra de alimentos, meriendas escolares, copas menstruales, kits de higiene, ropas, juguetes, alimentos especiales para ciertos niños y niñas, atención personalizada psicolegal a mujeres víctimas de violencia, clínicas jurídicas dentro de la comunidad y búsqueda de la resiliencia a través de la lectura», agregó la abogada.
Cepaz también ha ayudado, con apoyo de otras organizaciones aliadas, a preparar espacios para la siembra, con el aporte adicional de semillas y conocimientos sobre cómo cuidar el suelo para no inutilizarlo y hacer abonos naturales.
En tres años más de 12.000 personas han sido beneficiadas en los diferentes sectores de La Dolorita. «No hemos cumplido nuestro sueño final, pero estamos satisfechos con lo que hemos hecho hasta ahora, por la evolución que han tenido estas mujeres», reconoció González.
«Estamos seguros que con más recursos y capacidades podemos alcanzar llegar a beneficiar a muchas mas personas, por lo tanto creemos en la necesidad de que otras organizaciones nos ayuden a ayudar», concluyó la representante de Cepaz.
Más de 100 mil mujeres beneficiadas
Funcamama, una organización conformada por voluntarios de diversos ámbitos de la sociedad civil, cuenta con su propio servicio de salud, que aunque nació para atender a mujeres con cáncer de mama, con la agudización de la emergencia humanitaria, desde el año 2015 tuvo que ampliar sus servicio con el objetivo de promover la salud integral de las mujeres.
Ofrece respuestas en las áreas de prevención, atención e incidencia pública, enmarcadas dentro del reconocimiento, respeto y protección de los derechos humanos de las personas pacientes y cuidadores, algo fundamental en el área de atención primaria.
Luisa Rodríguez, presidenta de la organización, señaló que el cáncer de mama es la condición de salud oncológica con mayor incidencia y mortalidad en nuestro país, a pesar de los esfuerzos mancomunados de diversos sectores de la sociedad.
«Vemos con muchísima alarma que el gobierno venezolano no haya realizado acciones eficaces y sostenibles para cambiar esta realidad, faltando así a lo establecido en el artículo 83 de la Constitución Nacional», denunció Rodríguez.
La situación de las personas afectadas que conviven con el cáncer de mama en Venezuela es cada hora más angustiante, con menos esperanzas de vivir o morir con dignidad. «La única forma de poder disminuir la mortalidad por cáncer de mama es el diagnóstico oportuno. Nosotros lo que hacemos es subsidiar los estudios y en el caso de Con Ellas acabamos de donar completamente el monto de las mamografías», agregó.
Funcamama ha beneficiado a más de 100.000 mujeres durante 18 años. En el 2019 el promedio mensual fue de 3.500, el cual se mantuvo hasta finales del mes de febrero (antes de la pandemia). «Con el COVID-19 no nos detenemos. Hemos atendido a 1.700 mujeres destacando a las 100 atendidas gracias a la campaña Con Ellas», explicó la presidenta de Funcamama.
Necesitamos mayor compromiso
Prepara Familia es una organización de la sociedad civil que nació en 2008, y ya tiene 12 años trabajando en la asistencia, acompañamiento y defensa de los derechos humanos. Sus tres líneas de acción fundamentales son los programas de acompañamiento, formación y empoderamiento para las mujeres cuidadoras del hospital J.M. de Los Ríos y algunas otras unidades pediátricas de Caracas.
Desarrollan programas de atención, asistencia y formación para los niños, niñas y adolescentes hospitalizados con patologías crónicas. También «defendemos los derechos de los niños, niñas y adolescentes hospitalizados y las mujeres cuidadoras en las instancias nacionales e internacionales», indicó su presidenta Katherine Martínez.
Las mujeres cuidadoras vienen del interior del país y prácticamente “se hospitalizan” con sus hijos durante largas estadías. Porque estar hospitalizado en un hospital público significa pasar largos periodos de estadía para poder lograr una operación o cualquier tipo de procedimiento médico. «Hemos tenido que acompañar a las mujeres con kits de dignidad, combos personalizados. Hemos hecho mucho trabajo, este acompañamiento diario semanal con las mujeres y las niñas es arduo pero necesario», destacó Martínez.
«Hemos podido lograr la entrega de cash o transferencias monetarias para que ellas puedan cubrir sus gastos de alimentación y salud; entrega de alimentos no perecederos; kits de ropa, de camas, sabanas y cobijas; entrega de insumos médicos, de medicamentos, fórmulas infantiles y vitaminas. Entregamos kits semanales de higiene personal y menstrual, y alimentación a las mujeres cuidadoras y a sus niños», agregó.
Prepara Familia también apoya al personal de salud, a las mujeres médicas y a las mujeres cuidadoras para que ellas puedan estar seguras y tener sus equipos de bioseguridad. «Es un trabajo que queremos continuar, no solamente con la entrega de kits y el protocolo, y el plan de respuesta ente la emergencia, sino también la capacitación y formación. Necesitamos apoyo para llegar a más unidades pediátricas en hospitales públicos del país para continuar este trabajo fundamental», dijo Martínez.
«Tanto en el año 2019 como en el 2020 hemos llegado a atender 17.440 niños, niñas y adolescentes y mujeres tanto en el J.M. de los Ríos como en las unidades pediátricas que atendemos en Caracas. El nivel de necesidades es inmenso, estamos hablando de todo tipo de derechos afectados, desde la alimentación, pasando por la salud, la educación hospitalaria, la recreación. Y los desafíos son enormes. Por eso debemos aumentar nuestro trabajo y necesitamos el apoyo de organizaciones internacionales, de muchas personas y empresas que se comprometan para poder llegar a más niños, niñas, adolescentes y mujeres y poder duplicar nuestro trabajo».
Tener esperanza
«Uno tiene que tener esperanza. No podemos dejar de expresarnos y efectivamente podemos hacer grandes cambios en este país», señaló Rosa Elena Acevedo, de Uniandes, una de las organizaciones que conforman la plataforma de acción Con Ellas .
«Actualmente estamos ubicados en seis estados de Venezuela (Zulia, Táchira, Mérida, Apure, Barinas y Amazonas) con énfasis mayor en los estados fronterizos (Táchira y Apure), tenemos proyectos y acción en Amazonas y Zulia; Mérida, nuestro lugar de origen, y Barinas donde estamos desarrollando algunos proyectos. Trabajamos con mujeres en comunidades fronterizas, muchas son migrantes definitivas, migrantes pendulares, mujeres retornadas, que han tenido desplazamientos internos, con necesidad internacional y altos niveles de vulnerabilidad. Venimos desarrollando proyectos de acuerdo a sus necesidades, desde antes de la emergencia, con la emergencia y ahora con la pandemia también», agregó Acevedo.
«Son mujeres con dificultades en la seguridad alimentaria, salud, servicios públicos, necesidad del desarrollo de medios de vida, donde venimos haciendo énfasis. Tienen bastante necesidad de formación e información para todo el tema de prevención de la violencia de género».
Proyectos actuales de Uniandes:
- Impulso de medios de vida sostenibles y promoción de comunidades solidarias para población colombiana (refugiados) en Venezuela con necesidad de protección internacional junto a población local. Empezó en 2016 (Programa Fénix) con Mérida, Apure, Táchira y Barinas. Aún quedan muchos de ellos. Mujeres atendidas: 355 en medios de vida, huertos familiares, prevención de violencia, apoyo psicosocial.
- Feminizando la defensa de los derechos humanos. Programa de fortalecimiento de defensoras y promotoras de derechos humanos en la frontera colombo-venezolana (promotorasenfrontera.org) Táchira, Apure, Zulia y Amazonas, atendiendo a 416 mujeres. Hay defensoras ambientales, de niños, niñas y adolescentes, de personas con discapacidad, mujeres defensoras de mujeres y defensoras de la tercera edad.
- Programa de nutrición y prevención en salud (Nutrisalud) para población cercana en zonas fronterizas en estado de vulnerabilidad en Mérida, Táchira, Barinas y Apure, atendiendo a 210 mujeres embarazadas, o lactantes, con discapacidad. Beneficiarios: 490 personas.
- Apoyo de resiliencia, de fortalecimiento de las capacidades de los habitantes en municipios fronterizos para mitigar los riesgos de protección, apoyo a la resiliencia y promoción de medios de vida sostenibles. En Mérida y Táchira. Atendiendo a 170 mujeres en huertos familiares y medios de vida.
- Fortalecimiento de capacidades y respuesta a la crisis humanitaria en Venezuela. Mujeres en movilidad en municipios Junín y Pedro María Ureña, estado Táchira. Atendiendo a 500 mujeres en prevención en salud (25 con cash transfer, 150 prevención de violencia)
- Prevención de la VBG (violencia basada en género) en contextos de frontera en Apure y Táchira. Atendiendo a 3.290 mujeres (migrantes y refugiadas) formación en prevención de violencia y entrega de 2.600 kits de dignidad.
Para Rosa Elena Acevedo es importante promover la inclusión. Que las mujeres y niñas no se queden atrás en estos procesos de movilización. «Cuando evaluamos los grupos que están movilizándose nos damos cuenta que el 66% son mujeres y niños, y por ninguna razón este grupo debería ser menos atendido. Promover los medios de vida y la incorporación de las mujeres al medio laboral en medios de vida, el acceso a métodos anticonceptivos, acompañar a las mujeres en el fortalecimiento de los sistemas tanto dentro como fuera del país».
Contra la discriminación
Explicó Quiteria Franco, directora de Unión Afirmativa, que la organización ha tenido que expandirse a áreas de acción para las que no estaban preparadas. «Ha sido un gran proceso de aprendizaje que agradecemos».
«Y aunque hacemos cosas en el ámbito humanitario, seguimos trabajando por el derecho de las personas LGBTI que desde antes de la emergencia humanitaria compleja tenían una condición preexistente de discriminación y negación de derechos. Promovemos el cumplimiento y damos a conocer los estándares internacionales de derechos humanos que protegen a las personas frente a la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género, para lograr el reconocimiento jurídico y social de sus derechos», agregó Franco.
Entre sus principales líneas de acción se encuentran la promoción y defensa de los derechos humanos, la investigación, documentación y difusión de violaciones de derechos, servicios educativos de sensibilización, formación y capacitación, incidencia nacional e internacional, asesoría y acompañamiento en casos de discriminación y el activismo.
Con su programa de formación en línea, de enero a septiembre de 2020 han atendido 100 periodistas; 25 personales de salud/trabajadores sociales; 150 estudiantes universitarios; 20 activistas; 12 diputados; 50 personas de agencias/ONG; 30 personas provenientes de empresas; 200 personas del público en general.
Han brindado atención primaria de enero a septiembre 2020 en alimentación: 5 personas; salud: 15 personas; VIH: 5 personas (mujeres y hombres), psicológica: 10 personas; asesoría legal: 10 personas. Total usuarias: 50.
Copas menstruales para mujeres de bajos recursos
Explicó Beatriz Borges que la alianza Con ellas cada dos meses lanza una campaña para apoyar a las diferentes poblaciones que atienden las organizaciones. «A principios de año apoyamos con kits de higiene en el J.M. de los Ríos, en octubre con mamografías y para noviembre y diciembre lanzamos nuestra nueva campaña de higiene menstrual».
Lahaie Luna Lezama es la organización que en esta oportunidad ha apoyado a Con ellas en la campaña para la entrega de 400 copas menstruales. Esta organización se esfuerza para empoderar y ayudar a las mujeres que viven es situaciones económicas desfavorables en Latinoamérica, ayudándolas a acceder a productos de higiene menstrual que son ambientales y económicamente sostenibles y reusables.
«Queremos terminar con el estigma en torno a la salud menstrual en Venezuela y América Latina. Empezar la conversación sobre cómo la menstruación es tema esencial en la salud global y en los derechos de las mujeres. Creemos firmemente que menstruar con dignidad no es un lujo sino un derecho fundamental», indicaron las representantes de la organización.
La emergencia humanitaria compleja ha llevado a una disminución importante del acceso a productos de higiene. Muchas mujeres sufren de pobreza menstrual entonces se ven obligadas a usar productos antihigiénicos, peligrosos, que incluso pueden resultar en el síndrome de shock tóxico. Queremos tener un impacto positivo en la vida de las mujeres necesitadas. El estado económico de una persona no debe dictar su derecho a una menstruación segura.
La meta de esta campaña es recaudar 4.800 dólares para entregar 400 copas a mujeres de bajos recursos en zonas como La Dolorita. Cada copa menstrual tiene un costo de 12 dólares.
¿Cómo puedes colaborar?
Puedes hacer tu donación por cualquiera de estas modalidades:
- Wells Fargo. Cuenta número 1264818780 Action for Solidarity, Inc. Direct deposit 063107513 wire transfer 12100248.
El poder de la sociedad civil
Beatriz Borges concluyó el encuentro señalando que las organizaciones que integran Con Ellas han beneficiado a más de 90.000 personas. Esto nos permite «darnos cuenta del poder que tiene la sociedad y civil y el liderazgo de mujeres en la ayuda humanitaria. Que a pesar que todo lo que se conoce es dolor y dificultad en Venezuela, hay un grupo de gente, defensores y defensoras, ayudando, trabajando, aliviando el sufrimiento y salvando vidas de manera disciplinada, comprometida y que impacta en la sociedad, en un país donde la mitad somos mujeres y por discriminación y exclusión somos olvidadas en la priorización de la emergencia humanitaria compleja».