El pasado 9 de junio la directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Beatriz Borges, participó en el diálogo de la sociedad civil con Nicolas de Rivière, representante permanente de Francia ante las Naciones Unidas, y Christoph Heusgen, representante de Alemania, quienes asumieron la presidencia del Consejo de Seguridad para los meses de junio y julio.

Borges, quien también intervino en este encuentro virtual en representación del Observatorio Global de Comunicación y Democracia (OGCD), señaló que Venezuela atraviesa una de las peores crisis humanitarias del mundo, ahora agravada por la pandemia de COVID-19. «Este año, nuestra Constitución exige una elección parlamentaria que se ha vuelto una alternativa débil», destacó.

Al respecto consultó ¿qué hará Francia en su presidencia para mantener la democracia en Venezuela como parte de la agenda del Consejo de Seguridad y responder a esta crisis?

Nicolas de Rivière aseguró que «el Consejo de Seguridad está muy polarizado y para Venezuela, no habla con una sola voz”.

Ambos representantes diplomáticos dijeron que tienen a Venezuela en la agenda. “Alemania lo puso la semana pasada destacando las necesidades y la respuesta humanitaria. A nivel global hay necesidades humanitarias, y Alemania piensa que se debe aumentar la contribución para Venezuela”, añadió Christoph Heusgen.

Agregaron que esperan por señales de reconciliación política, aunque Heusgen no ve que haya mucho que hacer en el Consejo de Seguridad. Las fuerzas en el país deben unirse ante las circunstancias, recalcó el representante de Francia.

La participación de las organizaciones de la sociedad civil venezolana ante estas instancias internacionales forma parte del trabajo de incidencia que vienen haciendo, para advertir sobre las consecuencias de la emergencia humanitaria compleja y para alertar sobre la escalada de la violencia y la persecución política por parte del régimen de facto en Venezuela.