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La cultura de paz y el desarrollo sostenible como pilares fundamentales de la convivencia y la inclusión

Cada 16 de mayo las organizaciones de la sociedad civil reafirmamos el compromiso asumido con nuestras sociedades en ser generadores de espacios que fomenten el diálogo para propiciar sociedades pacíficas, justas e inclusivas, libres de violencia para la creación de capacidades, oportunidades y marcos de cooperación, necesarios para el desarrollo sostenible.

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconociendo la necesidad de fomentar la cultura de paz como un proceso necesario para el desarrollo sostenible, en su resolución 72/130, declaró el 16 de mayo como el Día Internacional de la Convivencia en Paz.

En esta declaración, la Asamblea General recalca la importancia de la Declaración y el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, como mandato universal de la comunidad internacional, en particular del sistema de las Naciones Unidas, para promover una cultura de paz por medio de valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida propicios para el fomento de la paz entre las personas, los grupos y las naciones.

Naciones Unidas entiende que convivir en paz consiste en aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás, así como vivir de forma pacífica y unida. Siendo un proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos bajo un espíritu de entendimiento y cooperación mutua.

Por ello, la Asamblea General invita todos los años a los Estados Miembros a que sigan promoviendo la reconciliación, para contribuir a hacer realidad la paz duradera y el desarrollo sostenible.

La cultura la paz y el desarrollo sostenible

La Asamblea General al establecer el Día Internacional de la Convivencia en Paz parte de lo establecido en la Declaración del Milenio y su resolución 70/1 del 25 de septiembre de 2015, titulada “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. En la cual reafirma la importancia de promover la cultura de paz ya que no puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni mantenimiento de la paz sin desarrollo sostenible.

En este sentido, el Día Internacional de la Convivencia en Paz surge como una vía para movilizar periódicamente los esfuerzos de la comunidad internacional con miras a promover la paz, la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad, y expresar su apego al anhelo de vivir unidos en las diferencias y la diversidad, a fin de forjar un mundo para el alcance del desarrollo sostenible, de acuerdo a lo planteado en agenda 2030.

Frente a esto, desde el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) hemos venido desarrollando una agenda de trabajo marcada por una política transversal, centrada en los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en función a nuestros mandatos de: paz, justicia y democracia, y nuestros enfoques: trabajo en red y trabajo por los derechos de las mujeres. Por ello, hemos desempeñado una labor en torno al ODS 5, igualdad de género y el ODS 16, paz, justicia e instituciones fuertes.

Entre las actividades impulsadas para el ODS 5, hemos desarrollado programas y proyectos que promueven el empoderamiento de las mujeres para la defensa de sus derechos, para que puedan actuar de forma organizada para su exigencia en los ámbitos donde viven, haciendo incidencia de manera progresiva.

Por su parte con el ODS 16, partimos de la premisa que la obtención de un desarrollo sostenible solo posible si tienen instituciones sólidas para garantizarlo. En tal sentido, desde Cepaz hemos venido generando incidencia a través de nuestro trabajo en red para la promoción de la cultura de paz, documentando casos de violaciones a los derechos humanos, visibilizando el quiebre de la institucionalidad democrática y sus implicaciones en el acceso a la justicia, como vía para el ejercicio pleno de las libertades fundamentales.

Consideraciones finales

El compromiso que tenemos con nuestras sociedades como generadoras de espacios para impulsar cambios y herramientas para una sociedad empoderada, se basa en comprender y asumir que la cultura de paz y el desarrollo sostenible son dos caras de la misma moneda, y este es el principio fundamental que debemos defender e integrar a nuestras líneas de trabajo.

Para ello debemos redoblar esfuerzos para construir juntos y en todos los planos una cultura de paz, entendiendo que cada país enfrenta desafíos específicos en su búsqueda. Siendo uno de los mayores desafíos de la sociedad venezolana, producto al contexto actual, posicionar e reintegrar en el imaginario social el concepto de diálogo, comprensión y colaboración entre la sociedad como el mecanismo para generar ese primer paso para la búsqueda de una solución pacífica.

No obstante, es fundamental señalar que para que cualquier país alcance una paz duradera, la ruta debe ser siempre dirigida por su propia gente. El logro de una paz duradera requiere una participación continua y dinámica de toda la sociedad, y así se pueda configurar el interés en un futuro común.