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Urge abordar los desafíos que enfrentan las mujeres migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo en los países de destino

La migración forzada de mujeres venezolanas ha aumentado en los últimos años y se ha convertido en un tema crítico en la región. La Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela señala que 53,65% de las personas migrantes y refugiadas venezolanas son mujeres y niñas. La crisis política, económica y social en Venezuela ha llevado a muchas mujeres a huir de su país en busca de mejores oportunidades y condiciones de vida. En los países de destino son muchos los retos que estas mujeres enfrentan.

Una de las razones principales por las que las mujeres venezolanas salen del país es la falta de oportunidades económicas y la imposibilidad de contar con servicios de salud adecuados, así como de adquirir alimentos y medicinas en su país. La situación económica en Venezuela ha empeorado en los últimos años, lo que ha llevado a una inflación galopante y a la falta de acceso a productos básicos, incluyendo los productos de higiene menstrual Las mujeres, como jefas de hogar en muchos casos, se ven especialmente afectadas por esta crisis y salen del país ante la necesidad de buscar oportunidades en otros lugares.

En segundo lugar, las mujeres venezolanas también migran debido a la violencia y la inseguridad en su país. La crisis económica ha llevado a un aumento en la delincuencia y la violencia contra la mujer en Venezuela, lo que ha llevado a muchas mujeres a sentirse inseguras y vulnerables en su propio país. La migración se convierte en una opción para buscar un lugar más seguro para ellas y sus familias. A esto se suma la persecución y criminalización que enfrentan muchas mujeres, sobre todo aquellas que han decidido asumir la defensa de derechos humanos, las periodistas, mujeres dedicadas a la actividad política, sindicalistas, entre otras.

La migración forzada presenta muchos desafíos y retos para las mujeres venezolanas. En muchos casos, tienen que dejar atrás a sus seres queridos y enfrentar situaciones desconocidas en los lugares de destino. Además, muchas veces se encuentran con barreras que dificultan su integración en la sociedad de destino. El Comité Cedaw alertó sobre los riesgos que enfrentan mujeres y niñas venezolanas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo de ser víctimas de discriminación y violencia de género, incluyendo explotación sexual, trabajo forzoso y trata de personas. Además instó al Estado venezolano a abordar las formas de discriminación que enfrentan las mujeres migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, además de garantizar acceso a documentación de regularización, educación, salud, vivienda y empleo.

A pesar de estos desafíos, muchas mujeres venezolanas han encontrado formas de reinventarse en los lugares de destino. Algunas han creado sus propios negocios o han encontrado trabajo en sectores como la salud y la educación. Otras han creado redes de apoyo con otros migrantes, incluyendo organizaciones de la sociedad civil y grupos de ayuda mutua.

Es importante que los estados y los donantes sigan trabajando en políticas y programas que aborden los desafíos de la migración forzada y apoyen a las mujeres migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, en su proceso de integración y adaptación en los lugares de destino.

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