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ODS 7: Energía asequible y no contaminante

En todo el mundo una de cada siete personas no tiene acceso a la electricidad, según datos aportados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Además, más del 40% de la población mundial, unos 3 mil millones de personas, utilizan combustibles contaminantes en sus hogares, para cocinar y para calefacción.

El ODS 7 y los derechos humanos

La demanda de energía asequible aumentará a la par del crecimiento de la población mundial. Esta energía debe ser además limpia. Garantizar el acceso para todos a una energía a bajo costo y segura es indispensable para un desarrollo sostenible.

En la actualidad la dependencia económica de combustibles fósiles, altamente contaminantes, está causando cambios drásticos en el planeta, afectando el clima. Por ello es necesario realizar inversiones en fuentes de energía limpia y mejorar su productividad, para alcanzar a un mayor número de personas en todo el mundo.

Contar con fuentes de energía como la solar, la termal y la eólica, contribuye a alcanzar las metas del ODS 7. Pero para ello es crucial realizar las inversiones necesarias en infraestructuras y nuevas tecnologías, sobre todo en los países en desarrollo.

Aunque se han observado cambios sustanciales en el manejo de la energía en todo el mundo, todavía persisten prácticas como cocinar con tecnologías poco eficientes y combustibles altamente contaminantes.  Además, el transporte y los sistemas de calefacción en casi todo el planeta siguen dependiendo en gran medida de combustibles fósiles. En 2015 apenas el 17,5% del consumo final de energía provino de fuentes renovables.

El compromiso de los Estados debe ser mayor para lograr el acceso universal a la energía limpia y sostenible. Las políticas e inversiones en el sector energético deben apuntar a la extensión del uso de las nuevas tecnologías y a la sustitución de las fuentes altamente contaminantes, sobre todo en el sector público. Financiar las investigaciones y el desarrollo de estas nuevas tecnologías es vital para el futuro del planeta.

La cooperación internacional juega un papel crucial para facilitar el acceso a la energía a bajo costo en países en desarrollo. Mediante convenios entre naciones es posible alcanzar la eficiencia energética y reducir las emisiones contaminantes en todo el planeta. Pero también hace falta la disposición de los países cuyas economías dependen de los combustibles fósiles para buscar fuentes alternas de ingresos.

¿Qué puedo hacer para ayudar a alcanzar el ODS 7?

Los ciudadanos estamos en el deber de exigir a los Estados políticas para garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, limpios y renovables.

Pero también hay pequeñas acciones que puedes realizar en tu entorno, y que multiplicadas, generan cambios considerables para el planeta y sus habitantes. Apagar los equipos eléctricos mientras no los estés usando, así como las luces de las habitaciones al salir, son unas de ellas.

El uso de bombillos de bajo consumo, aunque al comienzo pareciera una inversión costosa, a la larga se ve compensado en una factura de servicio eléctrico reducida.

El uso de fuentes de energía renovables garantizan comunidades más sostenibles e inclusivas, resilientes al cambio climático.