En el marco del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo la Red Naranja, el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Fundación Vida Jurídica, Acción Solidaria, Prepara Familia y Venezolanas Globales organizaron un webinar para analizar los retos y desafíos de la mujer venezolana en el 2021, desde diferentes perspectivas.
El evento contó con la moderación de Katherine Martínez, directora de Prepara Familia y con la participación de Sara Fernández, integrante del área de incidencia internacional de Cepaz; Diyuly Chourio, presidenta de la Fundación Vida Jurídica; Natasha Saturno, parte del equipo jurídico de Acción Solidaria; y María Corina Muskus, experta en género y derechos humanos, directora de la red Venezolanas Globales.
El femicidio forma parte de un ciclo de violencia
En su intervención, Sara Fernández expresó que el femicidio tiene un componente específico, y es que se realiza por odio o desprecio de la condición de mujer. El femicidio no es aislado, por lo general forma parte de un ciclo de violencia.
El femicidio se inserta en una estructura de violencia contra la mujer, ante la inacción del Estado. Además, la inoperancia y falta de acción del Estado incrementa la impunidad, agregó Fernández.
El Monitoreo de Femicidios de Cepaz quiere ir más allá de los números y se centra en los fenómenos asociados relacionados, indicó la expositora. Desde el 1 hasta el 28 de febrero hubo 22 femicidios, según el Monitoreo. Ocurrió, en promedio, un femicidio cada 27 horas.
Seis niños y niñas quedaron huérfanos y uno de ellos presenció el femicidio de su madre. En el 50% de los casos, la agresión femicida ocurrió en el ámbito privado.
En el 36.3% de los casos la víctima estaba en edades comprendidas entre 28 a 48 años. El 13,6% en edades del 68 a 80 años. Todas eran de nacionalidad venezolana.
El 13,6 % de las mujeres víctimas de femicidios, eran madres. Tres víctimas estuvieron desaparecidas antes del hallazgo del cadáver. Una de ellas era una adolescente. Todas fueron víctimas de ataque sexual.
La mayor incidencia de los casos refleja una edad de los agresores femicidas comprendida entre 23 a 39 años de edad, equivalente al 36.4% de los femicidios analizados.
El 45,5% de los casos las mujeres tenían o habían tenido convivencia con sus agresores, bien sea por matrimonio o por unión de hecho. El 9,1 % de los casos analizados para el mes de febrero, los agresores eran miembros de la misma familia.
Los datos aportados por los medios de comunicación digital permitieron determinar que en el 13,6% de los casos la motivación aparente del hecho fue la decisión de la mujer de separarse afectivamente del agresor, concluyó Fernández.
Avances en la legislación
En su exposición, Diyuly Chourio comentó que en Venezuela ha sido una lucha constante para el logro de los derechos de las mujeres. No se ha legislado mucho sobre derechos humanos de las mujeres, pero si ha ocurrido un avance importante, gracias a las organizaciones de derechos humanos de las mujeres y la incidencia realizada por diversos grupos.
La estructura judicial en Venezuela tiene tribunales especializados encargados de la protección de los derechos de las mujeres, pero la formación de funcionarios y funcionarias es deficitaria, indicó la panelista.
Chourio aseveró que Venezuela debe enfocarse en avanzar en la legislación, pero con la visión de las personas expertas en el área. A su vez, es importante que en la legislación en municipios se afiance la urgente necesidad de la prevención.
La pobreza menstrual es una realidad
Por su parte, Natasha Saturno expresó que desde Acción Solidaria se ha realizado un monitoreo del acceso a la salud. En 2020 hubo 133 incidentes en Venezuela respecto a las mujeres.
El derecho a la salud sexual y reproductiva es el derecho más vulnerado en este momento Existe un 90% de desabastecimiento de anticonceptivos. La tasa de muertes maternas es de 112,2 por cada 100 mil nacidos vivos. En 15 años no ha habido ni una sola vez una disminución de esta tasa.
Existe un efecto diferenciado de la emergencia humanitaria en las mujeres, especialmente en el derecho a la salud. Saturno indicó que el aborto legal evitaría la muerte de mujeres que buscan métodos poco seguros para este tipo de procedimientos.
La pobreza menstrual también es una realidad, Cepaz ha documentado el uso de medias viejas, cartones, papeles, durante el periodo menstrual, exponiéndose a infecciones y limitando sus actividades.
La violencia contra las mujeres también afecta su salud, especialmente la mental, lo cual es extremadamente preocupante.
Riesgos de las mujeres migrantes
Según María Corina Muskus, de Venezolanas Globales, las venezolanas migran porque están en riesgo de morir, por falta de medicamentos e insumos médicos, de alimentos, por la desprotección del Estado, falta de acceso a servicios públicos y la feminización de la pobreza.
La migración de las mujeres venezolanas ha sido forzada y las expone a distintos tipos de violencia. Cuando una mujer venezolana en el extranjero es víctima de violencia no denuncia por el miedo a ser deportada.
Las mujeres están en una condición de desigualdad absoluta, tanto en los países de tránsito como de acogida, lo que las pone en particular riesgo de ser víctimas de violencia.
Las mujeres que migran no suelen contar con redes de apoyo, encontrándose en una situación de mayor vulnerabilidad, sobre todo si dependen del agresor. Las mujeres dedican tiempo al cuidado, lo que le impide la búsqueda de empleo. Además se privilegia la regularización de la situación de los hombres porque se cree que pueden encontrar empleo más fácilmente.
Los estereotipos asociados a las mujeres venezolanas, también las expone a ser víctimas de violencia sexual. Cepaz documentó que al menos 56 venezolanas fueron víctimas de femicidio en el exterior en el año 2020 y 10 en el mes de enero de 2021.
Atención psicolegal
Para concluir, Katherine Martínez de Prepara Familia ofreció los servicios psicolegales de diversas organizaciones que ofrecen asistencia psicológica y jurídica para las víctimas, cuya información se encuentra en la página web de la Red Naranja.