Las remesas no son justicia: una mirada feminista desde la migración

En Cepaz nos sumamos al llamado urgente de la Red de Mujeres en Migración (WIMN, por sus siglas en inglés) a la Red de las Naciones Unidas sobre Migración (UNNM), en respuesta a su reciente declaración sobre “El poder de las remesas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

Desde la experiencia que hemos documentado con mujeres venezolanas migrantes e hispanas en los Estados Unidos y otros países de la región, compartimos la preocupación de que las remesas, aunque esenciales para la sobrevivencia de muchas familias, no pueden seguir siendo vistas como una solución estructural al desarrollo ni como sinónimo de empoderamiento.

Detrás de cada envío de dinero hay historias de mujeres separadas de sus hijos, sometidas a empleos precarios, sin derechos laborales y muchas veces expuestas a violencia o trata. La narrativa oficial que celebra las remesas oculta los costos humanos y normaliza un sistema de migración forzada y desigual.

En el caso venezolano, la migración ha estado marcada por una emergencia humanitaria compleja, una crisis política prolongada y el colapso de servicios básicos y garantías fundamentales. Las mujeres enfrentan un impacto agravado: muchas son jefas de hogar, migran solas o con sus hijos, y terminan insertas en economías informales o trabajos altamente feminizados y precarizados, como el trabajo doméstico o de cuidado, con alta exposición a explotación y violencia.

La migración es una estrategia de supervivencia no una política de desarrollo

Como advierte la carta de WIMN: «La migración no es una política de desarrollo. Es una estrategia de supervivencia frente a la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades en los países de origen». En lugar de sostener un modelo que convierte a las mujeres migrantes en instrumentos económicos, el llamado es claro:

  • Derecho a quedarse con acceso a trabajo decente.
  • Derecho a migrar con garantías plenas de derechos laborales y familiares.
  • Justicia económica global, que no cargue sobre sus hombros la responsabilidad de sostener familias, comunidades y economías enteras.

Desde Cepaz, reafirmamos nuestro compromiso con una agenda migratoria feminista, con justicia estructural, equidad y dignidad. Acompañamos esta carta abierta y la llevaremos a los espacios de incidencia donde seguimos denunciando, documentando y proponiendo alternativas desde la voz de las mujeres.