La cuarta Conferencia de Solidaridad con los Migrantes Venezolanos, sus países y comunidades de acogida, se realizó en Bélgica los días 16 y 17 de marzo. Tuvo como finalidad mantener el apoyo de la comunidad internacional a la crisis de movilidad humana venezolana, en la que millones de personas han salido del país huyendo de la precaria situación económica y social, agravada por la crisis política.
Fue coorganizada por la Unión Europea y Canadá, en estrecha colaboración con ACNUR, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Plataforma Regional de Coordinación Interinstitucional para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V)
Cifras de la movilidad humana venezolana
Según la Plataforma R4V para el mes de febrero de 2023 la cantidad de personas venezolanas refugiadas y migrantes en el mundo alcanzó 7.177.885 de personas. Para evitar que este éxodo masivo se convierta en una crisis olvidada que desaparezca de la agenda internacional, los países organizadores visibilizaron la situación actual de los migrantes y refugiados venezolanos y los logros alcanzados en los países de acogida en América Latina y el Caribe, para así contribuir a movilizar la asistencia financiera necesaria para afrontar los retos que persisten.
Al finalizar la conferencia ese habían comprometido recursos por 807 millones de euros para brindar ayuda humanitaria a las personas refugiadas y migrantes venezolanas. El comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, anunció que de este monto total, 496 millones de euros serían subvenciones y 311 millones préstamos.
Canadá aseguró que ayudará con 58,55 millones de dólares canadienses para respaldar los procesos de integración a largo plazo de las personas venezolanas en las comunidades de acogida. Por su parte, la Unión Europea anunció que aportará 75 millones de euros en ayuda humanitaria, fundamentalmente para asistencia alimentaria, salud, alojamiento, protección, educación y asistencia jurídica, entre otros espacios que requieren urgente atención. Estados Unidos comprometió 171 millones de dólares, mientras que España aportará más de 20 millones de euros.
Declaración del proceso de Quito
Previo a la realización de Conferencia, los países miembros del Proceso de Quito, integrado por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guyana, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, presentaron una declaración en la cual recalcaron la importancia de la cooperación internacional para afrontar los desafíos de la movilidad humana en la región. Recordaron que estos procesos deben favorecer el diálogo internacional y la elaboración de políticas públicas a favor de las personas refugiadas y migrantes y renovaron el compromiso de los países integrantes del Proceso de Quito para la búsqueda de soluciones a largo plazo, la regularización y la integración.
«Para avanzar hacia este objetivo, reconocemos que las respuestas deben originarse desde una perspectiva participativa e intersectorial, promoviendo la contribución de todos los actores involucrados en la elaboración de propuestas holísticas, e incorporando un enfoque territorial, de género, de interés superior de la niñez y de derechos humanos; así como reconociendo la responsabilidad compartida y las capacidades diferenciadas de cada uno de los países», agregó la declaración.
Comunicado de Redac
También la Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos (Redac) emitió un comunicado exigiendo que los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas venezolanas estén en el centro de cualquier plan de respuesta a esta crisis. Además, recalca que este éxodo tiene su origen en la emergencia humanitaria compleja, y hace un llamado a que los procesos organizativos de los venezolanos en el exterior sean tomados en cuenta en la elaboración de cualquier respuesta a la crisis de movilidad.
«La acción y asistencia humanitarias deben partir de un enfoque en derechos humanos. La asistencia humanitaria debe ser más que una respuesta de financiamiento a los efectos de la crisis de movilidad y el impacto significativo en los países de acogida. Debe tomar en cuenta el contexto que originó la crisis y la importancia de garantizar la dignidad y los derechos humanos de las personas afectadas, con el fin último de construir una respuesta sostenible y duradera y que garantice el ejercicio de derechos», destaca el comunicado.
Las personas en esta crisis no deben ser olvidadas
En las intervenciones realizadas durante la Conferencia se destacó la necesidad de que esta ayuda siga brindándose, pues las causas que originaron la movilización de millones de personas venezolanas siguen sin resolverse. “Es bueno que nos movilicemos, que continuemos dejando muy claro que las personas en esta crisis no deben ser olvidadas”, señaló el director general adjunto de la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, Michael Köhler.
Por su parte Eduardo Stein, representante especial conjunto de ACNUR y OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela, afirmó que «tres años después de la primera conferencia en solidaridad con las personas refugiadas y migrantes 🇻🇪, la situación se ha complicado. El severo impacto de la pandemia exacerbó la crisis».
Derecho a participar
Ana María Díez, presidenta de la Coalición por Venezuela, solicitó que el 20% de los recursos comprometidos durante la Conferencia sea destinado a las organizaciones lideradas por los refugiados que se han creado en los países de acogida de América Latina. También hizo un llamado para que las personas venezolanas que se encuentran fuera de su país puedan ejercer su derecho a la participación política, a través del voto en las elecciones presidenciales de 2024.
“Los venezolanos tenemos derecho a elegir libre y democráticamente a nuestros líderes, y eso incluye asegurar los mecanismos necesarios para garantizar la participación de los más de 7 millones de venezolanos en el exterior”, aseveró Diez.
Para el director general de la OIM, António Vitorino, estas contribuciones deben traducirse en socorro para salvar vidas y un mayor apoyo a la integración socioeconómica, así como a las comunidades y países receptores, que en la actualidad se encuentran al límite de sus posibilidades.
Según la viceministra de Movilidad Humana de Ecuador, Silvia Espíndola, 500.000 venezolanos tendrán la oportunidad de participar en un proceso de regularización de su estatus migratorio que conta de tres fases.
«Debemos continuar trabajando juntos para proveer apoyo, protección y oportunidades para esta población. Recordemos que esta es una crisis regional que requiere una respuesta colectiva», dijo Harjit S. Sajjan, ministro de Desarrollo Internacional de Canadá y ministro responsable del Organismo Canadiense de Desarrollo Económico del Pacífico.
Mientras que la representante de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, urgió a «que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para favorecer una solución política pacífica a la situación en Venezuela, que permita restablecer la democracia y el Estado de derecho, y llevar seguridad y prosperidad a todas las personas».
Respuesta multifacética
Esta cuarta Conferencia de Solidaridad con los Migrantes Venezolanos, sus países y comunidades de acogida, deja importantes conclusiones y recomendaciones para canalizar los aportes recibidos. En primer lugar la respuesta debe ser multifacética, centrada en el potencial de los migrantes para transformar. Los donantes deben estar presentes no solamente en la respuesta urgente y coyuntural a la crisis, sino también en la respuesta de integración.
Hay que recordar que los migrantes y refugiados no solo son venezolanos, cada vez hay más de diferentes nacionalidades, por lo tanto no se trata de un apoyo a los venezolanos, sino a todas las personas migrantes y refugiadas. Y lo más importante, la dimensión de la migración venezolana es un espejo de la crisis que atraviesa el país, y aunque la Conferencia se centra en sus consecuencias, tanto la comunidad internacional, como los actores nacionales, deben necesariamente enfocarse en las causas, para resolverlas.