La discriminación y violencia que enfrentan las mujeres lesbianas, bisexuales y transgénero es una problemática que hoy continúa cobrando vidas. El homicidio contra este grupo de mujeres además de ser una manifestación de violencia a causa del prejuicio, discriminación y rechazo hacia las múltiples identidades sexuales, también debe ser identificado como un crimen cuya motivación reside en el género, y que por tanto se encuentra enmarcado en los tipos de violencia de género, particularmente el femicidio.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en un informe presentado en el año 2011 ante el Consejo de Derechos Humanos utiliza el término violencia transfóbica para identificar la agresión física y psicológica como un acto inmerso en las formas de violencia de género, impulsada por el deseo de castigar a quienes se considera que desafían las normas de género.

En este mismo informe destaca el riesgo especial que corren las mujeres lesbianas y trans, debido a la desigualdad entre los géneros y las relaciones de poder en el seno de las familias y la sociedad en sentido más amplio.

A pesar de que pareciera que la sociedad cada día reconoce más la igualdad e inclusión de las mujeres lesbianas y transgénero, la realidad es que continúan siendo víctimas del acoso y la violencia física y psicológica.

La situación grave de violencia que viven este grupo de mujeres, particularmente de su expresión más atroz que acaba con la pérdida de la vida de la víctima, da cuenta que aún existe un vacío jurídico importante en el reconocimiento y protección de las múltiples identidades sexuales, y que las políticas de prevención, protección e investigación sobre los femicidios cometidos contra las mujeres lesbianas y transgénero son inexistentes, insuficientes o poco efectivas.

En el caso de Venezuela, la situación de vulnerabilidad de las mujeres lesbianas y transgénero se ve incrementada por la falta de reconocimiento del Estado de su identidad de género y otros derechos.

Aún más, a pesar de que en Venezuela existe un marco legal de protección de las mujeres a una vida libre de violencia, los actos de discriminación, acoso, violencia contra las mujeres lesbianas o transgénero no son protegidos. Incluso, este grupo de mujeres no encuentra espacios para la denuncia y suele ser revictimizadas en la discriminación por parte de las instituciones del Estado.

En este contexto, nos preguntamos ¿cómo se protege en Venezuela los derechos de una mujer trans que no es si quiera reconocida como mujer?, ¿cómo se identifica el homicidio contra una mujer lesbiana en manos de su pareja?

Por su parte, en Venezuela además de que las tasas de femicidio son invisibles para un Estado que no presenta estadística alguna sobre las numerosas mujeres que pierden la vida en manos de sus agresores, tampoco existe información disgregada para los casos de femicidio contra mujeres lesbianas y transgénero. El Estado venezolano no presenta información diferenciada enfocada en los femicidios contra este grupo de mujeres.

La responsabilidad del Estado es fundamental en la prevención e investigación del femicidio contra las mujeres lesbianas y transgénero. Insistimos en la necesidad de investigar de forma exhaustiva los casos de violencia contra este grupo de mujeres como el primer paso para evitar la impunidad, condenar socialmente este delito y generar confianza a las víctimas y/o familiares en el sistema de justicia.

Asimismo, su registro y análisis particular permitirá abordar de forma comprensiva la realidad del femicidio en las mujeres lesbianas y transgéneros, procurando la erradicación de las estigmatizaciones sociales, aumento de protección en el marco legal y desarrollando políticas públicas que prevengan que el delito continúe ocurriendo.