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Femicidios y medios de comunicación

El discurso utilizado por los medios de comunicación para transmitir una noticia alcanza rápidamente a un importante grupo de la población a quien logra influenciar, particularmente bajo el constante desarrollo de la tecnología y su fácil acceso.

Ahora bien, cuando nos referimos a la forma como se comunica la violencia contra la mujer y particularmente los femicidios, nos encontramos en muchas ocasiones con medios que apelan a los sentimientos y emociones del receptor para lograr, más allá de comunicar, condenar y denunciar el acto violento sobre el cual se está informando y captar una reacción emotiva del receptor, aunque esto signifique dañar a la víctima y/o a sus familiares.

También nos encontramos con un tratamiento inadecuado de las noticias, pues la misma se centra en las acciones de la mujer víctima que supuestamente pudieran haber provocado la reacción del femicida, como por ejemplo: haber generado celos, abandonar el hogar, separarse de la pareja, no realizar los deberes domésticos, entre otras causales que no hacen más que reforzar los estereotipos de género.

Frente a esta situación nos hacemos dos preguntas fundamentales para abordar este fenómeno: ¿De qué manera se construyen las noticias sobre femicidio? y ¿Cuál es el rol de los medios frente a un panorama social sensibilizado por la problemática de género?

La línea comunicacional para construir la noticia sobre el femicidio suele iniciar con una introducción en el que se destacan detalles que invitan a la audiencia a continuar con atención la narración de la noticia, luego comunica el nudo de la historia expresando más detalles del hecho y resaltando el conflicto entre los protagonistas, y por último, en el desenlace comunican la muerte de la víctima destacando la manera y los motivos por los cuales ocurrió.

Muchas veces estos excesivos detalles, que alcanzan incluso a ser descripciones morbosas, y la justificación sobre los motivos que llevaron al agresor a cometer el delito, solo logran estigmatizar a la mujer víctima. El uso indiscriminado de expresiones para transmitir la noticia además genera un sentimiento de tolerancia e incluso banaliza el problema.

Así pues, las mujeres víctimas de la violencia por razones de género también son víctimas del discurso utilizado por los medios de comunicación que terminan revictimizando. Incluso sucede en el femicidio, en el que a pesar de que la mujer ya no se encuentra con vida merece ser recordada con dignidad. El mismo respeto merecen los familiares de las víctimas.

Finalmente destacamos que este tipo de comunicación en masas se puede convertir en un motor de la violencia contra las mujeres a través del uso de discursos que ejercen poder e influyen en la conducta de una sociedad que reproduce ese discurso, e incluso lo convierte en acciones.

Esta situación da cuenta de que sigue palpable la ausencia de estrategias para producir sanción social y solidaridad, ya que aún no logramos caracterizar los relatos de feminicidios sobre la base del cubrimiento no sexista de la violencia de género.

En razón de lo anterior, es necesario reflexionar serenamente y redescubrir que aún las noticias se producen a partir de una mirada sexista sobre la realidad, y que el lenguaje y las tácticas con las cuales se presentan las noticias pueden llevar a la revictimización por apalancarse en detalles morbosos, que a veces arrastran hacia la construcción de un perfil específico de víctima.

Los medios de comunicación pueden llegar a ser el motor que impulse el cambio en la manera como se conoce el hecho al comunicar la noticia, poniendo el enfoque en la prevención del delito bajo garantías y/o condiciones dirigidas a respetar y proteger la dignidad y los derechos de las víctimas y sus respectivos entornos familiares y afectivos.

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