Desde el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), junto a otras organizaciones de la sociedad civil venezolana, hemos estado realizado un trabajo constante ante diversas instancias internacionales para visibilizar la naturaleza de la crisis que vive Venezuela. Este trabajo de incidencia tiene como finalidad que la respuesta que brinden los organismos internacionales sea multidimensional. Que entienda y atienda el agravamiento que se vive en materia humanitaria y por la ruptura de la institucionalidad democrática, que no permite tener una respuesta interna para proteger los derechos humanos.

El pasado 12 de marzo de 2021, Sara Fernández, oficial de Incidencia de Cepaz, participó en el diálogo de la sociedad civil con el embajador Richard Mills, representante permanente adjunto de Estados Unidos, país que ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el mes de marzo.

Fernández indicó que su consulta estaba relacionada a Venezuela: «Como usted sabe, el Consejo se ha reunido en nueve oportunidades para discutir la situación en el país, pero no ha logrado dar una respuesta unificada y actualmente la situación no se encuentra formalmente en la agenda. Quería preguntarle, si para usted, ¿el Consejo de Seguridad puede tener algún rol ayudando a los venezolanos a conseguir una solución a la crisis o si por el contrario cree que otros mecanismos serían más apropiados para esto?».

En su respuesta el embajador Mills señaló: «El Consejo ha tomado el tema de Venezuela, o lo ha intentado. Sin embargo, el Consejo trabaja sobre la base del consenso, y la dinámica del Consejo no nos permite avanzar con una sola voz en este tema. Por lo cual, a mi parecer, existen otras organizaciones regionales y organizaciones ad-hoc, grupos que han sido formados para tratar este tema y allí es donde esperamos ver un progreso real, esto incluye el Grupo de Lima, el grupo ad-hoc que ha sido creado para tratar la crisis en Venezuela y la Organización de Estados americanos (OEA), que frecuentemente ha tenido un rol de liderazgo en situaciones o crisis en Latinoamérica y es donde nosotros vemos acciones ahorita y donde estamos poniendo nuestros esfuerzos bilateralmente».

La respuesta a la actual emergencia humanitaria compleja que atraviesa Venezuela, requiere de la articulación de distintos actores. La organización y participación de los venezolanos para encontrar vías pacíficas y espacios de entendimiento para la recuperación de la democracia es imperativa, pero también, el acompañamiento en este proceso y la acción por parte de los organismos internacionales es fundamental, tanto en el ámbito de la protección de los derechos humanos, como en la atención humanitaria.