El discurso de Martin Luther King «Yo tengo un sueño», tiene un efecto inspirador en quien lo lee o escucha. Pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln, ante más de 200.000 personas, representó un hito en el movimiento pacífico por los derechos civiles en Estados Unidos.
El reverendo King había comenzado a pronunciar una alocución preparada con antelación, cuando Mahalia Jackson, una cantante de gospel, le gritó: «¡Háblales del sueño, Martin, háblales del sueño!». Se refería a una frase que el activista había usado en diferentes oportunidades.
Con una magnífica capacidad de improvisación, Martin Luther King comenzó a desarrollar una pieza oratoria que iba de la prosa a la poesía. «Yo tengo un sueño» terminó atrapando no solo el interés de las personas presentes, sino de varias generaciones.
«No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma». La riqueza de las palabras pronunciadas por el reverendo han convertido a este discurso en una obra de arte de la palabra hablada.
No solamente enumeró las injusticias presentes en la sociedad norteamericana de la época, sino que mostró un panorama esperanzador, con frases como «Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy!».
Las palabras de King se convirtieron en un símbolo de paz e igualdad y del activismo por los derechos humanos. Representan un compromiso vivo por la justicia social y la libertad, que sirve de inspiración a las luchas no violentas en todo el mundo.
Inspiración de músicos y muralistas
«Tengo un sueño», tiene contundentes argumentos. Se identifican a lo largo del discurso claras alusiones a textos bíblicos («Tengo un sueño, que un día todos los valles se elevarán y todas las colinas y las montañas descenderán», Isaías) a la Declaración de Independencia («los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad»), al escritor inglés William Shakespeare («este sofocante verano del legítimo descontento del negro») y a canciones populares como «Esta tierra es tu tierra», de Woody Guthrie («Que resuene la libertad desde las altas montañas de Nueva York»), entre otros escritos. Conjugando estas referencias, King logró construir una reflexión memorable.
Músicos como Jimi Hendrix dedicaron canciones a King. También lo hicieron U2, Nina Simone, Rage Against the Machine, Walter Earl Brown, Stevie Wonder y Queen. Por su parte el fotógrafo chileno Camilo Vergara documentó en diferentes ciudades de Estados Unidos cientos de murales alusivos a Martin Luther King. Las representaciones más populares incluyen fragmentos del discurso «Yo tengo un sueño», aseveró Vergara en un trabajo especial para BBC News.
La violencia racial persiste en todo el mundo, por lo que el sueño de Martin Luther King, 67 años después, sigue vigente: la exigencia de un mundo de tolerancia, respeto, solidaridad y empatía.