«Más de mil», «más de cinco mil». No se ha determinado exactamente la cantidad de grullas que la defensora del derecho a la educación, Olga Ramos, hizo en origami, y que repartió generosamente en concentraciones, manifestaciones pacíficas y encuentros de personas defensoras de derechos humanos. Cada una de ellas numerada y con la palabra paz en sus alas.
Tras su fallecimiento, el pasado 17 de septiembre, desde las 12 Acciones por la Paz rendimos un sencillo pero muy sentido homenaje a Olga, quien nos acompañó desde los inicios de este activismo colectivo por la paz y la defensa de los derechos humanos. No solamente nos enseñó a doblar grullas, sino también participó en el video central de la I Edición exigiendo el respeto a los derechos de las minorías y las personas vulnerables, y estuvo siempre apoyando esta iniciativa de Cepaz.
Olga, ferviente defensora del derecho a la educación, a través de sus conocidos «hilitos» hacía agudos análisis de la realidad política y social venezolana. Urbanista de profesión, profesora de vocación y pacifista de corazón, la presencia y las grullas de Olga acompañaran al movimiento de derechos humanos de todo el país. En memoria de su incansable lucha, las defensoras y defensores de todo el país tomamos el testigo para seguir por este arduo camino que sin duda ella hizo más amable con su presencia.