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Derecho a la educación

Orígenes

Toda persona tiene derecho a la Educación, indica el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Dicho convenio internacional agrega que la educación elemental debe ser gratuita y obligatoria; e indica que la técnica y profesional debe ser generalizada y todas las personas deben tener iguales oportunidades para cursar estudios superiores.

“La educación debe favorecer el respeto por los derechos humanos, la tolerancia entre las personas, razas y religiones y, además, promover la paz”, establece la mencionada Declaración.

Este es un derecho fundamental para todos los seres humanos. Toda persona tiene el derecho a adquirir conocimientos y destrezas de forma formal y garantizada por el Estado, todo ello le debe permitir desarrollar una vida social digna y plena.

La educación es una herramienta fundamental para el desarrollo social, cívico, democrático y económico de las naciones, muy a pesar que una gran cantidad de niños aún no pueden acceder a ella en pleno Siglo XXI.

Derecho Humano a la educación y Migración

Todo migrante tiene derecho a ser educado y a disfrutar de su propia cultura y a utilizar su propio idioma, individual o colectivamente, tanto en público como en privado.

La educación debe ser globalizada y transcender las fronteras. Muchos migrantes como Albert Einstein (el físico más importante del Siglo XX), Marlene Dietrich (ícono cinematográfico), Madeleine Albright (secretaria de Estado de los EEUU), Sigmund Freud (el padre del psicoanálisis) y Víctor Hugo (escritor, autor de Los Miserables) llevaron su conocimientos hasta el lugar donde se asentaron y trascendieron. Todos universalizaron el saber.

Miles de venezolanos han migrado durante los últimos años. Muchos de ellos han demostrado lo que son capaces de hacer y lograr en otras tierras.

Además de los ya conocidos deportistas como Andrés Galarraga y Oswaldo Guillén, artistas de la talla de Edgar Ramírez y el maestro Gustavo Dudamel,  un ingeniero zuliano, Luis Cabrera, recibió recientemente la distinción francesa “Young Engineers 2018” por el proyecto denominado “Energía solar para hospitales públicos venezolanos” de su autoría.

Otro zuliano, de nombre Edgar Peña Parra, recientemente fue designado para ocupar el cargo de sustituto de la Secretaría del Estado del Vaticano y el profesor jubilado de la Universidad del Zulia, Francisco Arocha, fue elegido para ser el primer director de la recién abierta Facultad de Medicina de la Universidad de Atamaca en Chile. Todos estos aportes a la humanidad fueron posibles gracias a la constancia, a la disciplina y sobre todo a la educación.

Los niños que son llevados a otros países tienen pleno derecho a ser identificados, a no ser discriminados y por ende a recibir educación adecuada, no obstante, sus padres y demás familiares también tienen derecho a continuar los estudios que hayan dejado pendientes en su país de origen o a apostillar los títulos que obtuvieron en reconocidas universidades públicas o privadas.

Un país sin educación no tiene futuro. Un país con educación es tolerante a las diferencias religiosas, culturales y de nacionalidades.

¡Los migrantes también tienen derecho a la educación!

¡Sin educación no hay paz!

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