Ilustración: Mariana Zapata
Desde su creación, las Naciones Unidas ha participado activamente en la promoción y la protección de la salud a nivel mundial, realizado a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS), máximo organismo especializado en gestionar políticas de prevención, la promoción e intervención en salud a nivel mundial.
Su gestionar se basa en el entendimiento del derecho a la salud como derecho humano, ya que este se encuentra establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el artículo 25, “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.”
Asimismo la OMS, en su constitución aprobada en 1948, ha definido este derecho como el estado de completo bienestar físico, mental y también social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia. Entendiendo así a la salud no como un estado abstracto, sino como un medio para llegar a un fin, como un recurso que permite a las personas llevar una vida individual, social y económicamente productiva, es decir, la salud es un recurso para la vida diaria, no el objetivo de la vida.