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Control social como mecanismo de persecución y discriminación durante la pandemia

La crisis multidimensional que existe en Venezuela y la compleja crisis humanitaria se ha enfatizado en tiempos de pandemia. El gobierno de facto ha utilizado la emergencia sanitaria para continuar con la declaratoria de un estado de excepción, que ya tiene una vigencia inconstitucional de más de 4 años, y que ahora, siendo necesaria para salvaguardar la vida de los venezolanos, ha sido aprovechada para vulnerar derechos y aplicar mayores restricciones que, lejos de atender la emergencia, profundiza aún más la preexistente crisis.

En este sentido, el gobierno de facto ha demostrado una política de Estado que evoluciona y se fundamenta en la aplicación de mecanismos de control con el fin último de perpetuarse en el poder. La consolidación de las fuerzas militares, los milicianos y los grupos de población civil armado, demuestran la creación de capacidades, de agentes de seguridad del Estado y grupos irregulares, para ejercer funciones de persecución y control social.

Por otra parte, la declaratoria del estado de alarma, ha sido utilizada como excusa para ejecutar acciones arbitrarias que permitan el ejercicio del control. Esto se puede evidenciar a través de dos mecanismos:

En primer lugar, a través de la persecución, la estigmatización y las amenazas. Así pues se ha enfatizando particularmente la persecución política y la censura,   la estigmatización y persecución a defensores de derechos humanos, al gremio de la salud, a los retornados venezolanos, y a la población en general, que es víctima de la aplicación de castigos ejemplarizantes que atentan contra la dignidad humana.

En segundo lugar, se ha creado una dependencia de la población como mecanismo de control. Con el transcurso de la pandemia se ha acentuado problemas como el desabastecimiento de alimentos y medicinas, la deficiencia del suministro de los servicios básicos y los índices de pobreza. El estado de vulnerabilidad en el que se encuentra la población venezolana la hace dependiente de los planes sociales del régimen, que además son aplicados de forma discriminatoria. Por su parte, la protesta, como manifestación social de exigencia de derechos, ha sido reprimida a través de mecanismos desproporcionados.

En definitiva, ambos mecanismos forman parte de los patrones de persecución y constituyen violaciones sistemáticas y continuadas de los derechos humanos de los venezolanos. La constante persecución en contra de la población, aunada a la consolidación de las fuerzas ejecutoras, da cuenta del mecanismo de control planificado y deliberado como instrumento para la perpetuación en el poder.

La represión no es protección, es control social

Durante la pandemia, la exigencia de la población por la restitución de los servicios básicos y la garantía de sus derechos no ha cesado. En el mes de marzo se contabilizaron al menos 580 protestas [1], y en el mes de abril se registraron 716 protestas [2], todas relacionadas a la exigencia de restitución de servicios básicos como la luz, el agua, el gas y la electricidad, y la exigencia de derechos a la alimentación, a la salud y a la participación política.

Las manifestaciones de protesta reiteradas de los venezolanos en medio de la crisis sanitaria, dan cuenta de la doble crisis que existe en el país, por lo que la pandemia no sobrepone la urgencia del venezolano de cubrir sus necesidades más básicas. Lo anterior también se evidencia en la imposibilidad de cumplir con el aislamiento, ya que el venezolano se encuentra forzado a salir en búsqueda de alimentos, fuente de ingresos, entre otros, como medio de supervivencia.

Ahora bien, no solo han ocurrido protestas de la sociedad en las calles, también múltiples saqueos de varios comercios y supermercados se llevaron a cabo en distintas ciudades del país [3], y una protesta en una cárcel del estado Portuguesa evidenció las carencias de medicamentos y comida dentro del penal [4], además de las condiciones de hacinamiento que dejan en riesgo a los presos ante la COVID-19.

En este sentido, ante las distintas manifestaciones de reclamo y exigencias, el régimen utiliza el estado de alarma para recurrir y justificar las medidas represivas con uso desmedido e innecesario de la fuerza para disolverlas, incluso utilizando los grupos irregulares armados para tal fin.

Muestra de lo anterior, es que al menos dos personas perdieron la vida durante las protestas a causa de la represión del régimen. Uno en una protesta de alimentos en el estado Bolívar, y otro en una protesta exigiendo electricidad en Mérida [5]. Adicionalmente, el régimen acabó con la protesta de la cárcel del estado Portuguesa a través de una masacre, en donde perdieron la vida mas de 40 reclusos y otros tantos resultaron heridos [6]. Al respecto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, mostró su desacuerdo con los acontecimientos y señaló que ésta es una de las formas de tortura del régimen [7].

-Los mecanismos de represión arbitraria lejos de proteger a la población menoscaban sus derechos, y constituyen un instrumento de intimidación para controlar a la población-

La pobreza crea dependencia y control social

El gobierno de facto ha utilizado la pobreza y la necesidad del venezolano como mecanismo para controlar a la población y perpetuarse en el poder.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), una de cada tres personas en Venezuela tiene dificultades para llevar comida a la mesa y consumir los mínimos nutricionales necesarios, además 9,3 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población, sufren lo que técnicamente se denomina como “inseguridad alimentaria” moderada o grave [8].

Sin embargo, la escasez de comida no es el único problema de los venezolanos, las interrupciones de los servicios básicos empeoran su calidad de vida. Así pues, un 86% de la población no cuenta con suministro de gasolina y un 13% reporta fallas en el suministro, un 52% de la población no tiene abastecimiento de gas, y un 26% padece fallas en el suministro, un 91% de la población tiene constantes interrupciones en el servicio eléctrico, un 71% de la población reporta fallas en el suministro del agua, y al menos un 23% señala ausencia del suministro desde hace más de 7 días. [9].

En este sentido, las alarmantes cifras señaladas de desabastecimiento, pobreza y recorte de servicios, evidencian la compleja crisis humanitaria que existe en Venezuela, la cual es utilizada por el régimen como mecanismo de dependencia de la población de los planes alimentarios, económicos o de acceso a bienes y servicios, que se encuentran vinculados directamente al respaldo del partido político oficialista, y que por tanto son discriminatorios.

-La pobreza, la escasez de gasolina y los recortes de servicios públicos dejan a una población vulnerable y dependiente. Un contexto perfecto para ejercer el control- 

Los programas sociales no buscan bienestar social

Los programas sociales han sido utilizados en Venezuela como mecanismo de control social. La creación del Sistema Patria, de los Comité de Abastecimiento Producción (CLAP) y de las Redes de Articulación y Acción Sociopolítica (RAAS), evidencian una clara discriminación de carácter político.

En este sentido, los programas sociales denominados “bonos de la patria”, condicionan a los grupos mas vulnerables a la dependencia estatal, y los subordina para la obtención de beneficios económicos, de alimentación y de salud, al respaldo del partido político oficialista, no solo en el registro del sistema de la patria, sino incluso en el espacio electoral y los eventos políticos. Las personas que reciben estos beneficios se encuentran sometidos a la constante vigilancia de los integrantes de los Comités Locales de Abastecimiento (CLAP) y la Red de Articulación y Acción Sociopolítica (RAAS).

Muestra de lo anterior, es que independientemente del respaldo que hoy tiene el régimen, entre 72% y 74% de la población tiene el carnet de la patria [10], esto significa que la población, sin mostrar intenciones de apoyar al régimen, se encuentran obligados a formar parte de esta política discriminatoria para ser incluidos en los beneficios.

Ahora, en el contexto de la pandemia, el régimen ha otorgado los beneficios sociales solo a quienes están inscritos en el Sistema Patria, excluyendo a la población que hoy no forma parte de dicho registro y que ha sido afectado por la pandemia. Entre los beneficios sociales otorgados en este contexto podemos señalar: el bono especial quédate en casa, 100% amor mayor, bono día de las madres, bono del día del trabajador, bono salud y vida, bono de semana santa [11], ninguno de ellos alcanza si quiera los cuatro dólares, y por tanto no son suficientes para satisfacer las necesidades básicas.

Por tanto, estas medidas no mejoran la calidad de vida de la población y no se encuentran dirigidas al bienestar social sino al control social. A pesar de que los bonos económicos son insuficientes y los alimentos no aportan los nutrientes necesarios, las personas siguen apostando a ser parte de estos beneficios como única manera de cubrir un porcentaje mínimo de sus necesidades básicas.

-El gobierno de facto destruye la capacidad del venezolano de autodeterminarse, y crea los programas sociales como mecanismo de control-

Desde el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) exigimos el fin de la persecución en todas sus modalidades. La estigmatización, amenazas, censura, y creación de dependencia, son mecanismos de intimidación que vulneran los derechos humanos de los venezolanos y que tienen un fin único. Por tanto, denunciamos que la política de persecución del régimen en contra de la población, no son hechos aislados. Estos constituyen un mecanismo ideado como política de persecución, que ha ido evolucionando y que tiene como fin último tomar el control total para perpetuarse en el poder.

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[1] Observatorio Venezolano de Conflictividad Social OVCS. Marzo 2020. Disponible en: http://www.observatoriodeconflictos.org.ve/oc/wp-content/uploads/2020/04/INFORMEOVCS-MAR2020-1.pdf

 

[2]  Observatorio Venezolano de Conflictividad Social OVCS. Abril 2020. Disponible en: http://www.observatoriodeconflictos.org.ve/oc/wp-content/uploads/2020/05/INFORMEOVCS-ABR2020.pdf

 

[3] EL MUNDO. Primer muerto en Venezuela durante los saqueos y protestas por el hambre. Disponible en: https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/24/5ea212ccfdddfff4888b45b0.html

 

[4] FRANCE 24. Venezuela: un enfrentamiento dentro de una cárcel deja más de 40 muertos. Disponible en: https://www.france24.com/es/20200502-venezuela-enfrentamiento-carcel-guanare-muertos

 

[5] EL IMPULSO. OVCS: La represión es la única respuesta de Maduro a las protestas #26May. Disponible en: https://www.elimpulso.com/2020/05/26/ovcs-la-represion-es-la-unica-respuesta-de-maduro-a-las-protestas-26may/

 

[6] ABC INTERNACIONAL. Al menos 46 muertos durante un motín en una cárcel de Venezuela. Disponible en: https://www.abc.es/internacional/abci-menos-46-muertos-durante-motin-carcel-venezuela-202005020700_noticia.html

 

[7] TWITTER. Luis Almagro. Disponible en: https://twitter.com/Almagro_OEA2015/status/1256619998111567872

 

[8]NOTICIAS ONU. Una de cada tres personas en Venezuela no tiene suficiente comida. Disponible en: https://news.un.org/es/story/2020/02/1470101

[9] TWITTER. Centro de comunicación social. Disponible en: https://twitter.com/Presidencia_VE/media

 

[10] TAL CUAL DIGITAL. Gobierno apela al Sistema Patria para frenar el covid-19 y arreciar control social. Disponible en: https://talcualdigital.com/gobierno-apela-al-sistema-patria-para-frenar-el-covid-19-y-arreciar-control-social/

 

[11] PATRIA BLOG. Artículos de protección social. Disponible: https://blog.patria.org.ve/categoria/proteccion-social/