Las mujeres venezolanas tienen mucho que aportar y contribuir para cambiar la narrativa y transformar el conflicto en Venezuela, trabajando juntas por un liderazgo y una manera de participar en la política más inclusiva y democrática. De estas premisas nace la iniciativa Mujeres unidas por la paz y la democracia, impulsada por el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Voto Joven, Funcamama y Unión Afirmativa, con el apoyo de SCere, y que tiene como objetivo conectar y generar espacios de confianza entre iniciativas, redes y coaliciones que trabajan por los derechos de las mujeres en Venezuela, en el marco de la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad.
Primer encuentro regional
En el ámbito de esta propuesta, se realizó el primer encuentro regional entre lideresas de los estados Barinas, Táchira y Mérida, en el municipio Barinas. A este encuentro asistieron activistas de organizaciones no gubernamentales, lideresas de gremios, integrantes de instituciones gubernamentales y militantes de partidos políticos de diversas tendencias. Verónica Colina, coordinadora de Redes y Activismos de Cepaz, y Sandra Flores Garzón, lideresa política por el empoderamiento político y económico de las mujeres, estuvieron coordinando estas jornadas.
Para iniciar, se crearon acuerdos de convivencia que resultaron de las propuestas y consensos de todas las asistentes a la actividad. Esto con la finalidad de trabajar de manera armónica, respetando las opiniones y planteamientos de cada una de las asistentes.
La primera actividad consistió en reflexionar sobre el nombre de la iniciativa y los conceptos de igualdad de género y construcción de paz. En este punto se evidenció la diversidad de las mujeres asistentes al evento, lo que enriqueció el intercambio de ideas. Algunas participantes consideraron que en Venezuela hay igualdad de género y que las posiciones de poder se alcanzan de acuerdo con las propias capacidades de la mujer. Mientras que otras lideresas, especialmente las mujeres relacionadas con la actividad política, indicaron que las mujeres tienen muchas capacidades y son muy comprometidas y responsables en las asignaciones que desarrollan. Sin embargo, hay más mujeres en las bases de los partidos y no ocupando posiciones reales de poder. Dentro de las estructuras de los partidos políticos las mujeres no forman parte de las mesas donde se toman las decisiones.
Por otro lado, para algunas participantes en Venezuela es necesario llegar a acuerdos para salir de la crisis que se está viviendo, mientras que para otras lograr consensos es difícil porque no siempre las partes tienen interés. Otras participantes hicieron énfasis en la necesidad de reconocerse como iguales y respetarse mutuamente para lograr objetivos comunes y mantener relaciones confiables en el tiempo.
Realidad de las mujeres venezolanas
Durante su participación, Yolima Arellano, coordinadora del núcleo andino del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres, explicó que la llegada de la pandemia del COVID-19 significó un retroceso en los derechos humanos de las mujeres y niñas, porque se intensificó la violencia contra ellas. También se incrementó el trabajo de cuidados en el hogar, aunado a las brechas ya existentes en materia de ingresos, seguridad, educación y salud, que implican que se necesitarán 300 años para alcanzar la igualdad de género a nivel mundial.
En lo que respecta a Venezuela, Arellano indicó que la pobreza afecta en mayor proporción a la mujer. En relación con la participación política y el derecho de las mujeres a ser elegidas para cargos públicos, señaló que solo el 18% de las alcaldías y 8,7% de las gobernaciones están lideradas por una mujer.
Agregó que la brecha de género salarial es de 18% en un puesto básico y 77% en un puesto gerencial. Finalmente, expuso las recomendaciones de ONU Mujeres, que incluyen la creación de nuevas leyes y la revisión de las existentes en materia de igualdad de género. Así como también establecer nuevos planes de acción y estrategias y políticas públicas; incrementar la participación en todos los niveles de la mujer en los procesos de toma de decisiones; e invertir en la igualdad de género.
Trabajar en redes para superar las desigualdades
Antes de iniciar su ponencia, Karol Moreno, directora de la Red Mérida Feminista, llevó a cabo una dinámica con las asistentes para ejemplificar cómo funciona el tejido social y la importancia de la sororidad e interseccionalidad, haciendo referencia a que, aunque las mujeres tengan posiciones distintas, cuando una mujer vive una situación de desigualdad esto afecta a las mujeres en su conjunto. De igual manera, cuando dos o más mujeres se apoyan para crecer, incide también en las mujeres que están alrededor. El objetivo de la dinámica fue crear conciencia sobre la importancia de trabajar en redes para superar las desigualdades estructurales.
Posteriormente, Moreno abordó las claves para la construcción colectiva de paz y cómo avanzar hacia objetivos comunes. Explicó diversas claves para lograrlo, como la interseccionalidad, la despolarización, los nuevos modelos de liderazgo y la sororidad.
Procesos colaborativos
A lo largo de las jornadas las participantes coincidieron en afirmar que su mayor preocupación es que los líderes nacionales actuales no tienen capacidad de llegar a acuerdos. Por tal motivo, la crisis económica, social y política actual que se ha prolongado en el tiempo, se ha convertido en un impedimento para alcanzar avances y poder ayudar a las personas más vulnerables.
Por su parte, Sandra Flores Garzón, explicó la importancia de los procesos colaborativos para la resolución y transformación de los conflictos y la construcción de paz. Destacó que es imprescindible fortalecer espacios de confianza para cooperar y trabajar juntas por la equidad de género, la paz y la democracia en Venezuela. Esto incluye reconocer las diferencias, trabajando con diversas estrategias por una visión compartida sobre el rol de la mujer en situaciones de conflicto, como agentes de cambio y constructoras de una democracia pacífica, duradera y próspera para el presente y futuro de Venezuela.
Durante las mesas de trabajo se hizo un diagnóstico de la situación de los derechos de las mujeres en las regiones. Finalmente, las asistentes generaron propuestas, estrategias y acciones conjuntas de incidencia pública para promover la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad en Venezuela.