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Venezuela al borde. La urgencia de una respuesta internacional apropiada a la crisis

El 2 de octubre se realizó en Nueva York el panel Venezuela al borde. La urgencia de una respuesta internacional apropiada a la crisis, con la participación de Beatriz Borges, directora ejecutiva de Cepaz; Eduardo Trujillo, director del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH UCAB); Simon Adams, director ejecutivo del Centro Global para la Responsabilidad de Proteger (GCR2P) y Eleanor Openshaw, directora de la oficina en Nueva York del Servicio Internacional de Derechos Humanos.

En su intervención Beatriz Borges señaló que la resolución del Consejo de Derechos Humanos, de establecer una misión de determinación de los hechos para Venezuela, es una oportunidad en el camino de la justicia para el país. Indicó que próximamente se van a generar dos informes orales, uno en marzo y otro en septiembre, y dos informes escritos, uno relativo al Poder Judicial y otro sobre el Arco Minero. Y en el mes de junio del año que viene se hará el diálogo interactivo. Además de un informe oral en septiembre de 2020.

«Para nosotros es un gran logro que  Venezuela se mantenga en la agenda del Consejo de Derechos Humanos y la situación del país sea conocida. Esta es una buena noticia dentro del drama que vive el país, que nos permite tender el puente entre la Venezuela que hoy tenemos y la que necesita recuperar la democracia», dijo la directora de Cepaz.

Añadió que desde 2014 hasta la fecha hay un acumulado de más de 15 mil detenciones arbitrarias y más de 420 asesinatos y 60 mil protestas. La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos habla de más de 18 mil ejecuciones extrajudiciales desde 2006, en marcos de operativos de seguridad ciudadana. Esta misión de investigación es importante en un país donde tenemos una completa impunidad y un sistema de justicia caído y no hay manera de acceder a los organismos que deben impartir justicia, señaló.

Eduardo Trujillo, del CDH UCAB aseguró que en Venezuela tenemos un ecosistema muy variado de organizaciones, que en los últimos 40 años han venido trabajando en forjar una idea de que los venezolanos puedan apropiarse de sus derechos. La actual crisis de derechos humanos que vivimos en el país es dramática y está catalogada como la crisis más importante de su tipo en la región, indicó.

Sobre las ejecuciones extrajudiciales que se dan en Venezuela, dijo que no son una novedad. Por otra parte, en Venezuela tenemos violaciones del derecho a la libertad de expresión. En el año 2007 se cerraron importantes medios de comunicación. El día de hoy vemos procesos de censura. También violaciones al derecho al debido proceso.

Ya en el 2009 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), daba cuenta de la falta de independencia del Poder Judicial en Venezuela. Al día de hoy, más del 95% de los jueces no son independientes, pues son de libre nombramiento y remoción. Agregó que la corrupción es un mal endémico en Venezuela. Todo el sistema judicial venezolano es un sistema corrompido. Venezuela también enfrenta la crisis de movilidad humana más importante del mundo, después de Siria, con la diferencia de que en Venezuela no hay conflicto armado. La crisis también vulnera el derecho a la salud y el acceso a medicinas, así como los servicios públicos. El agua no llega con la cantidad y calidad requerida. Las organizaciones de derechos humanos en Venezuela tienen miedo debido a la intimidación y además carecen de capacidades básicas para realizar su trabajo por la escasez de agua o electricidad, aseveró Trujillo.

Agregó Beatriz Borges que para las organizaciones venezolanas ha sido importante poder trabajar coordinadamente con las organizaciones internacionales, pues nos ha costado demostrar que el caso de Venezuela es una situación de violaciones de derechos humanos y no de enfrentamiento entre derecha e izquierda.

Simon Adams, director ejecutivo del Centro Global para la Responsabilidad de Proteger, explicó que la cultura de impunidad en Venezuela otorga a las fuerzas de seguridad la licencia para asesinar a quienes protestan y se oponen al gobierno.

En el país están ocurriendo crímenes contra la humanidad, y lograr establecer los hechos y circunstancias de las violaciones es fundamental para lograr la reconciliación a largo plazo. Destacó que han monitoreado la situación de Venezuela desde hace un buen tiempo y están preocupados por la naturaleza sistemática de la represión.

Por su parte Eleanor Openshaw, directora de la oficina en Nueva York del Servicio Internacional de Derechos Humanos, dijo que la comunidad internacional puede detener la elección de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos.

Venezuela ha impedido constantemente las resoluciones sobre la protección de los defensores de los derechos humanos. El historial de derechos humanos del país ha empeorado desde 2016. Para Openshaw la cooperación de Venezuela con el Consejo de Derechos Humanos y los mecanismos ha sido pobre y no es un historial propicio para su elección al Consejo.