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Las mujeres de La Dolorita identificaron las señales de violencia dentro del noviazgo

El Centro de Justicia y Paz (Cepaz) tiene tres años trabajando con las mujeres de la parroquia La Dolorita, en  actividades de formación y empoderamiento de sus derechos.

En la cuarentena, el encuentro presencial se dificultó con las mujeres de la comunidad. A pesar de las limitaciones, Cepaz siguió realizando el acompañamiento a través de nuevas estrategias de aprendizaje virtuales. Durante estas jornadas las participantes se reúnen y se prestan los teléfonos inteligentes para la lectura y escucha de las actividades, aplicando la sororidad entre ellas.

Como parte de estas actividades, junto a la Unión Europea, Oportunidad, Mujer y Ciudadanía, la Universidad Monte Ávila (UMA), AVAA y Proexcelencia, Cepaz organizó el evento virtual “Noviazgos libres de violencia contra la mujer”, realizado a través de la plataforma de WhatsApp y que contó con la presencia de Deifel González y Carolina Godoy, como facilitadores de la actividad.

Más de 40 mujeres jóvenes de la parroquia La Dolorita participaron y compartieron sus experiencias acerca de las relaciones de pareja. El espacio virtual aportó conocimientos para la identificación de las acciones violentas durante el noviazgo, la diferencia entre el amor y la posesión, y los tipos de violencia, como parte del proyecto para la prevención y erradicación de la violencia de género en la comunidad.

La primera impresión en el noviazgo

En el espacio virtual, la facilitadora Carolina Godoy indicó que el noviazgo es una relación afectiva entre dos personas que se gustan y atraen mutuamente. Las participantes agregaron que es “una relación sentimental entre dos personas para conocerse íntimamente”.

Las mujeres jóvenes y adolescentes identificaron el noviazgo como una etapa bonita y de compartir con la otra persona. M comentó que sabe cuándo  una persona le atrae porque “le gusta varias cosas de ella y siente una atracción especial”. Destacaron el respeto, la confianza, el apoyo y el aprendizaje,  como algunos de los elementos del noviazgo.

P. expresó  que “nunca se termina de conocer a las personas porque siempre hay algo nuevo, que se descubre a medida que pasa el tiempo”.

El noviazgo libre de violencia

Otras participantes comentaron que se debe conocer mejor a la persona para saber sus actitudes y comportamientos. Los facilitadores indicaron que al inicio, la persona expone una buena imagen y luego, se empieza a conocer mejor la personalidad del integrante de la pareja.

Los facilitadores advirtieron a las mujeres de la parroquia La Dolorita que estuvieran atentas en la etapa inicial del noviazgo. N. expresó que “el noviazgo es un sentimiento, un acercamiento entre dos personas pero  nunca se terminan de conocer”.

Godoy, integrante del equipo de Cepaz, indicó que estas son cosas que hay que vivir con inteligencia para tomarse el tiempo de ver y conocer mejor a la persona.

El amor idealizado: Un ser perfecto

Afirmó que el amor idealizado es el tipo de amor que fundamenta la tolerancia a la violencia, cuando se idealiza la idea del amor que todo lo soporta. Este tipo de amor se encuentra en las historias de las películas y canciones que se escuchan a diario. Se caracteriza por la vivencia de experiencias muy intensas,  la dependencia en la otra persona, la justificación de las acciones por amor, entre otros.

N. expresó que “el amor idealizado es como soñar con un ser perfecto”. C añadió que “es un amor sumiso, que se aguanta todo. Siempre vuelve por miedo o porque piensa que esa persona le ama, puede cambiar y no desea abandonar la relación”.

La facilitadora aclaró que cuando se idealiza a una persona, la mayoría de las veces se añaden cualidades que son imaginarias y en la realidad, no posee esas características.

De igual forma, las mujeres de la parroquia La Dolorita indicaron que “no existe persona perfecta, todos somos diferentes”. Además, C. comentó que “perdonar y justificar todo en nombre del amor es masoquismo y no tener amor propio”.

Una de las participantes también hizo referencia al falso dicho “El amor todo lo puede”.  R indicó que “una relación no es sana cuando una o ambas personas aguantan malas palabras, ofensas o golpes de la otra persona. Se convierte en una relación tóxica y no es sana.”

En el transcurso de la actividad virtual,  J. expresó que “hay muchas casos donde usamos el amor como excusas”. Godoy enfatizó que no deben idealizar a la otra persona, sin aceptar que pueda tener defectos y comportamientos dañinos.

Los estereotipos de género

Los facilitadores señalaron que las mujeres tienen características asignadas por la sociedad patriarcal como la dependencia, la emocionalidad, la delicadeza, la complacencia, entre otros. Además, ellas no deben demostrar claramente sus deseos y esperan la iniciativa del hombre.

Las mujeres de la parroquia La Dolorita han aprendido que los estereotipos en relación a la figura asignada a la mujer, un rol pasivo, sumiso y complaciente, forman relaciones tóxicas y dañinas en torno a las imposiciones de la otra persona.

S. comentó que “si una mujer lidera una relación desde el principio puede ser mal calificada”. Además, señaló  que “la cantidad de adolescentes embarazadas puede ser causada por la falta de comunicación con el uso del preservativo durante la relación sexual”.

Una relación violenta

Deifel González comentó que el amor se vuelve violencia cuando se justifica en base al amor, como en la expresión “Si me llama  al celular a cada rato es porque me ama”. Son expresiones que legitiman las relaciones de pareja y aprenden a naturalizar la violencia.

Las participantes señalaron que en una relación violenta está presente la intolerancia, el irrespeto,  la dominación, la humillación, la ausencia de confianza, comunicación y amor. N expresó que “no hay respeto. Se empieza con la violencia, el maltrato de todas las formas y se puede llegar hasta la muerte”.

En una relación violenta, se encuentra la posesión, los celos, la dependencia emocional, el control, la culpabilidad, el chantaje, la infidelidad, entre otros. Son situaciones que pueden existir en todo tipo de relación, tanto la pareja heterosexual (hombre-mujer), homosexual (hombre-hombre o mujer-mujer), o bisexual, en consecuencia de las relaciones de poder patriarcal.

Las mujeres jóvenes y adolescentes de la parroquia La Dolorita ejemplificaron las acciones violentas en una relación como la imposición de la vestimenta, el control del contacto con otras personas, los gritos, los golpes leves, el lenguaje inadecuado, la prohibición de acudir a ciertos lugares, entre otras.

El equipo de Cepaz y el facilitador indicaron que hay casos de hombres agresivos que afirman que adoran a su pareja, y aconsejaron amar con los ojos abiertos.

Las mujeres de la parroquia La Dolorita expresaron sus comentarios y experiencias vividas o compartidas de las amistades sobre los noviazgos violentos. J contó una experiencia  que “le preguntó a una amiga por qué el novio le pegó  y respondió que se puso celoso porque le amaba”. La facilitadora Carolina Godoy comentó que se debe tener cuidado con las acciones que se toleran, porque marca la pauta de como puedes ser tratada a futuro.

El noviazgo libre de violencia

En las reflexiones finales del encuentro, una de las participantes expresó  “que no deben dejarse someter por ningún hombre”. Otra de las participantes mencionó que “en una relación sana debe haber respeto, y no se puede permitir acciones violentas”.

Los facilitadores comentaron que “nadie cambia por amor, se cambia por deseo propio y no por la satisfacción hacia otra persona”. La facilitadora Carolina Godoy recordó que la persona que les ame no las obligará a hacer nada, tendrá confianza en ellas, valorará su forma de ser y evitará realizar comentarios hirientes.

Los nombres de las participantes no se colocó por razones de seguridad.

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