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La respuesta regional a la crisis en Venezuela

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde el año 2002 le ha hecho especial seguimiento al caso de Venezuela. Visitas, emisión de informes, envío de cartas de solicitud de información al Estado, comunicados de prensa, han sido los mecanismos que ha utilizado la Comisión para expresar preocupación por la ruptura tajante de los principios democráticos en Venezuela, y que hoy la incluyen dentro de los países más preocupantes de la región en materia de derechos humanos.

En el año 2017 la CIDH atiende la grave crisis a través de la Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada (SACROI), y con esto se priorizaron las peticiones y casos en relación a Venezuela, se otorgaron medidas cautelares y numerosas audiencias públicas.

En este orden de ideas, del 22 de septiembre al 2 de octubre de 2019 se celebró el 173° periodo de sesiones de la CIDH, en la que, mediante la participación de la sociedad civil venezolana, incluyendo el Cemtro de Justicia y Paz (Cepaz) [1],  se pudo denunciar  la ruptura de la institucionalidad democrática en Venezuela, y particularmente el agravamiento de la persecución política a la disidencia (ver aquí), así como la seguridad nacional y violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos y defensores en Venezuela (ver aquí).

Durante esta sesión, la Comisión anunció la creación del MESEVE, es decir, el Mecanismo Especial de Seguimiento para Venezuela, con el objetivo de monitorear el cumplimiento de las recomendaciones realizadas en el contexto de las violaciones sistemáticas y reiteradas a los Derechos Humanos en Venezuela.

En el contexto de la creación de este mecanismo, la Comisión deberá presentar dos informes, uno en relación a la situación de los Derechos Humanos en Venezuela, y el otro sobre la migración forzada de los venezolanos.

¿Por qué Venezuela es un caso particular?

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde hace varios años ha establecido mecanismos especiales para dar seguimiento a las distintas recomendaciones que ha hecho a los Estados de la región.

Recordemos entonces el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), instalado tras las protestas sociales del año 2018, mediante el cual la Comisión pretende dar seguimiento a las recomendaciones realizadas tras su visita al país del 17 al 21 de mayo de 2018.

El Gobierno de Daniel Ortega es considerado en la actualidad un régimen corrupto y autocrático, y es que el control total de los poderes públicos y la persecución política a la disidencia, nos dejan en evidencia que en Nicaragua no existen las bases fundamentales para referirnos a una democracia.

Ahora bien, si es claro que los gobiernos de Ortega en Nicaragua, y el de Nicolás Maduro en Venezuela representan la ruptura de la institucionalidad democrática, ¿Por qué insistimos en diferenciarlos?, y particularmente, ¿Por qué diferenciamos los mecanismos de seguimiento instalados por la Comisión en ambos países?

El gobierno de Venezuela y el de Nicaragua se encuentran guiados por la misma estrategia política de control y sumisión total. Ambos gobiernos han secuestrado los poderes públicos y con ello toman arbitrarias decisiones que han mantenido a la población en una fuerte crisis.

En este sentido, el caso de Venezuela tiene más de una década en la palestra del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, por las acciones contundentes en contra de la población por parte del ex presidente Hugo Chávez, y que se han agravado  durante el régimen de Maduro.

En el año 2013 Venezuela denuncia la Convención Americana de Derechos Humanos y con ello queda fuera de la jurisdicción de la Corte, así, el gobierno ratificó, desde ese momento, la estrategia  encaminada a la más fuerte represión y vejación de los derechos humanos de los venezolanos. El régimen de Maduro no tiene ninguna intención de acatar las recomendaciones de la Comisión, e incluso reconocerlas como válidas. De hecho, la Comisión no ha podido ingresar al país desde el año 2002[2], y desde el 2005 Venezuela forma parte de los países que más preocupa en materia de derechos humanos.

En este particular, el gobierno interino liderado por Juan Guaidó en julio 2019, tras el asesinato del capitán Rafael Arévalo,  solicitó a la CIDH que realice una visita a Venezuela que le permita verificar los hechos denunciados. La CIDH aceptó la invitación y pidió se otorguen “todas las facilidades necesarias para llevar a cabo su misión”, sin embargo hasta la fecha nada se ha concretado sobre el particular.

Así pues, la aplicación del  MESEVE en Venezuela, se hace en el contexto del arbitrario empoderamiento y control total del régimen de facto. Lo anterior implica un monitoreo a distancia sobre las denuncias que se han hecho.

En este sentido, el contexto de creación del MESEVE está influenciado por una década de atrocidades por parte del liderazgo revolucionario, de periodos prolongados de protestas sociales en Venezuela, de persecución política, de la vulneración de las libertades fundamentales del individuo y de la peor crisis humanitaria que ha existido en el país.

Caso distinto es la intervención de la CIDH a través del MESENI en Nicaragua. El mecanismo de seguimiento está fundamentado en un contexto de protestas sociales que se suscitaron durante el año 2018 que se caracterizaron por una fuerte represión por parte del Estado. Asimismo, la Comisión logra visitar en el 2018 el país y constatar la situación, y no es hasta en el informe anual de éste año que entra Nicaragua a formar parte de los países de la región que preocupan por la vulneración de los derechos humanos.

En definitiva, la creación del Mecanismo de Seguimiento, si bien se trata de la preocupación por la evidente violación de los derechos humanos en ambos países, debemos diferenciar el contexto sobre el cual se desarrollan. En el caso venezolano, nos encontramos ante la pérdida de la democracia y la instauración de un gobierno de facto, como bien lo hemos denunciado desde Cepaz. [3]

REFLEXIONES FINALES

  • El MESEVE se crea en el contexto de un régimen totalitario que por años ha vulnerado los derechos humanos de los venezolanos y que hoy mantiene la peor crisis humanitaria en la historia del país.
  • Es necesario diferenciar el MESEVE y el MESENI, porque si bien ambos son mecanismos de seguimiento ante gobiernos autoritarios, el contexto sobre el cual se crean y los efectos de los mismos son muy distintos.
  • La creación de este mecanismo representa para Venezuela el reconocimiento de la región y de la OEA de la crisis multidimensional que existe en el país.
  • Desde la CIDH han mostrado especial preocupación por “el agravamiento de los patrones de violencia y criminalización que enfrentan las personas que defienden los Derechos Humanos en las Américas durante los meses de mayo a septiembre de 2019”[4], por lo que desde Cepaz insistimos en la necesidad de otorgamiento de medidas cautelares por parte de la CIDH, como instrumento de visibilización y protección a la población que sin duda enfrentan un riesgo inminente.
  • En el contexto del MESEVE, tendremos dos informes que ratificarán la violación sistemática de los derechos humanos en Venezuela.
  • El reconocimiento de la crisis en Venezuela nos permitirá continuar siendo parte del capítulo IV de los informes anuales sobre los países que más preocupan en materia de derechos humanos.
  • Desde Cepaz, auspiciamos los avances en la región, y el llamado es a continuar acompañando a las víctimas a través de la documentación y visibilización de las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
  • La OEA hoy tiene un rol fundamental para insistir en el fin del gobierno de facto. El gobierno de Guaidó depositó los instrumentos de la Convención Americana y la Declaración[5], sin embargo estamos a la espera que se restituya la jurisdicción de la Corte sobre Venezuela. La respuesta de la Corte sobre el particular es de suma importancia para la agenda regional que se viene a futuro.
  • Recordamos que la creación del MESEVE es un mecanismo en progreso, se conoce poca información al respecto, pero desde Cepaz apelamos a que la CIDH insista en el cumplimiento de su rol fundamental de la protección de los herechos humanos en un contexto adverso, y como tal se priorice y perfeccione el tratamiento a la violación de los derechos humanos en Venezuela.

[1] OSC denunciaron la persecución política en Venezuela en el 173 periodo de sesiones de la CIDH: https://cepaz.org/staging/noticias/osc-denuncian-la-persecucion-politica-en-venezuela-en-el-173-periodo-de-sesiones-de-la-cidh/

[2] Visita in loco, Venezuela. http://www.oas.org/es/cidh/actividades/visitas.asp#inicio

[3] Estocada a la Democracia. Ruptura de la institucionalidad democrática en Venezuela https://cepaz.org/staging/documentos_informes/estocada-a-la-democracia-ruptura-de-la-institucionalidad-democratica-en-venezuela/

[4]CIDH y las presencias de ONU Derechos Humanos reiteran su llamado para la creación de un ambiente propicio y seguro para quienes defienden los derechos humanos en la región http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2019/288.asp

[5] Reingreso de Venezuela a la jurisdicción de Corte Interamericana de Derechos Humanos https://cepaz.org/staging/articulos/reingreso-de-venezuela-a-la-jurisdiccion-de-corte-interamericana-de-derechos-humanos/