El viernes 25 de agosto, a través de un comunicado de la Casa Blanca, el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que por primera vez se aplicarán sanciones financieras contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Ya a finales de julio, el Departamento del Tesoro anunció nuevas sanciones contra Venezuela, dirigidas contra 13 altos funcionarios del Gobierno venezolano, bloqueando además todos los activos del mandatario venezolano que estén o puedan estar bajo la jurisdicción de ese país.
Sin embargo, esta nueva etapa de sanciones por parte del Gobierno estadounidense rompe con su carácter unipersonal, al ser dirigida hacia el Estado venezolano.
En estas sanciones financieras se prohíbe hacer negocios con las nuevas emisiones de deuda y acciones de Venezuela o de su empresa petrolera estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), así como con algunos bonos ya existentes pertenecientes al sector público del Gobierno del país latinoamericano.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, explicó que uno de los objetivos de las sanciones es restringir el acceso de Venezuela al mercado de deuda estadounidense. Así mismo, añadió que para evitar causar daño a los ciudadanos venezolanos y estadounidenses, el Departamento del Tesoro podrá emitir autorizaciones para permitir algunas transacciones.
Estas autorizaciones permitirán las transacciones que solo involucren a Citgo, la empresa petrolera perteneciente al gobierno de Venezuela que cuenta con refinerías y estaciones de gasolina en Estados Unidos.
Así como un periodo de 30 días para cerrar operaciones en marcha, el financiamiento de la mayor parte de las operaciones comerciales, incluyendo la importación y exportación de petróleo, y el financiamiento de bienes requeridos en el país sudamericano con fines humanitarios.
Estas sanciones se producen tras la primera gira latinoamericana, centrada en la crisis de Venezuela efectuada por el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y dos días después de el alto funcionario prometiera que el Gobierno de Trump apoyará al pueblo venezolano “hasta que se restaure la democracia” en la nación.
Estados Unidos aseguró que mantendrá este método de sanciones hasta que Venezuela vea “restaurada” su democracia. Sin embargo, hasta ahora el Tesoro estadounidense no ha aplicado sanciones directas al sector petrolero, el núcleo de la economía venezolana, como la prohibición a la importación de crudo, pareciendo ser el último recurso que podría usar la administración Trump en materia de sanciones.
El comunicado finaliza,con el llamado al Gobierno de Venezuela a restituir el orden democrático, liberar a los presos políticos, realizar elecciones libres y justas, y detener la represión contra los ciudadanos.