Representantes de más de 100 países, incluidos líderes gubernamentales, organizaciones, sociedad civil, sector privado y comunidades académicas y de investigación se reunieron en París los días 10 y 11 de febrero para conversar sobre inteligencia artificial sostenible e inclusiva.
La Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial puso de relieve la importancia de que «la IA esté basada en los derechos humanos, centrada en el ser humano, ética, segura, protegida y digna de confianza, al tiempo que ha subrayado la necesidad y la urgencia de reducir las desigualdades y ayudar a los países en desarrollo en la creación de capacidades de inteligencia artificial», como señala la Declaración sobre una Inteligencia Artificial para las personas y el planeta, suscrita durante la Cumbre.
IA abierta e inclusiva
Dentro de los acuerdos alcanzados se destacan:
- Promover la accesibilidad de la IA para reducir las brechas digitales.
- Garantizar que la IA sea abierta, inclusiva, transparente, ética, segura y digna de confianza, teniendo en cuenta los marcos internacionales para todos.
- Hacer prosperar la innovación en IA, facilitando las condiciones para su desarrollo y evitando que la concentración del mercado impulse la recuperación y el desarrollo industrial.
- Fomentar un despliegue de la IA que modele positivamente el futuro del trabajo y los mercados laborales y ofrezca oportunidades de crecimiento sostenible.
- Hacer que la IA sea sostenible para las personas y el planeta.
- Reforzar la cooperación internacional para promover la coordinación en la gobernanza internacional.
Priorizar un diálogo abierto sobre IA
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, recalcó durante su participación en la Cumbre la importancia de «empoderar a los pueblos y las naciones para que no sean solo usuarios, sino participantes activos en la revolución de la inteligencia artificial».
Por su parte, Damini Satija, directora del programa de tecnología y derechos humanos de Amnistía Internacional, señaló que «si los Estados quieren realmente conseguir un enfoque abierto, inclusivo y con múltiples partes interesadas respecto al desarrollo, el despliegue y la regulación de las tecnologías de IA, deben elevar y destacar las voces y prioridades de las comunidades afectadas», refiriéndose a la urgente necesidad de asignar recursos para garantizar un diálogo inclusivo, abierto y colaborativo con representantes de comunidades y activistas de derechos humanos.
La Cumbre de Acción sobre la Inteligencia Artificial culminó con una declaración firmada por más de 60 países, que insta a un desarrollo de la IA inclusivo, sostenible, concertado y regulado, garantizando que sea abierta, ética, segura, confiable y ecológicamente sostenible. Sin embargo, Estados Unidos y el Reino Unido se negaron a adherirse, oponiéndose a una regulación excesiva de esta tecnología. La declaración quedó abierta a futuras adhesiones.
Consulte la Declaración sobre una Inteligencia Artificial (Inglés)