El 15 de octubre se realizó en Nueva York una rueda de prensa para analizar la candidatura de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos. El encuentro con los medios fue organizado por Human Rights Watch (HRW), International Service for Human Rights (ISHR) y el Centro de Justicia y Paz (Cepaz). Participaron Louis Charbonneau de HRW; Eleanor Openshaw de ISHR y Beatriz Borges, directora ejecutiva de Cepaz.

Sobre la posible elección de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos, Beatriz Borges señaló que la Resolución 60/251 que lo creó insta a los Estados miembros al votar «tener en cuenta la contribución de los candidatos a la promoción y protección de los derechos humanos».

Esto se aplica a los esfuerzos de los candidatos para promover y proteger los derechos humanos en sus propios países y en el extranjero. Miembros del Consejo de Derechos Humanos deben mantener los estándares de promoción y protección de derechos humanos y cooperar plenamente con el Consejo, añadió Borges.

Además, reiteró que en la resolución del 27 de septiembre se aprobó el mecanismo de investigación de una misión de determinación de los hechos, con la que ya Venezuela declaró públicamente que no cooperará. Se supone que los miembros del Consejo de Derechos Humanos deben respetar los derechos humanos dentro de su país y cooperar con los organismos de las Naciones Unidas, pero Venezuela tampoco lo hace.

Destacó la directora de Cepaz que ahora los miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas tienen la oportunidad de negar un asiento al gobierno abusivo de Venezuela. «Para enviar mensajes coherentes a las personas venezolanas que hoy en día sufren y mueren instamos a los países miembros de la ONU a no votar por Venezuela.

Por su parte, Louis Charbonneau, director para la ONU de Human Rights Watch, dijo que «ahora que los Estados Miembros de la ONU tienen una opción, ya no quedan excusas para votar por Venezuela”.

“Votar por Venezuela es votar a favor de la tortura, los asesinatos y la impunidad que se han convertido en las características distintivas del gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Es una afrenta a las millones de personas que han huido del país, muchas tras sufrir gravísimas condiciones humanitarias, así como a las incontables víctimas que nunca llegaron a irse”, agregó. «Es claro que Venezuela se uniría al consejo con la intención de proteger a sus autoridades y aliados de críticas legítimas. Cuando los Estados Miembros voten, deberían priorizar no permitir que gane Venezuela”, recalcó Charbonneau.

Eleanor Openshaw instó a los Estados miembros de Naciones Unidas a poner fin a la práctica del intercambio de votos. Es esta práctica perniciosa es la que permite que los peores violadores de derechos humanos sean elegidos para el Consejo de Derechos Humanos.

La elección de los nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos se realizará el próximo 17 de octubre. El Consejo cuenta con 47 miembros, que sirven mandatos de tres años.