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Mujeres venezolanas en movilidad humana viven un continuo de violencia y discriminación

En el marco del encuentro Derechos humanos para las personas en movimiento, realizado en Costa Rica del 6 al 8 de febrero, la directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Beatriz Borges, analizó la situación humanitaria de Venezuela y cómo ha afectado a las mujeres, quienes salen del país para huir de la crisis.

Perspectiva de género 

Señaló Borges que una de las consecuencias más dolorosas de la situación humanitaria que enfrenta el país ha sido la movilidad humana. Recalcó que desde Cepaz la movilidad ha sido abordada con perspectiva de género, poniendo el foco en la afectación diferenciada que tiene sobre las mujeres.

En tal sentido, el informe Situación de la movilidad humana de mujeres y niñas venezolanas con enfoque diferencial de derecho y de género, elaborado por Cepaz y otras organizaciones, presenta entre sus hallazgos las condiciones de vulnerabilidad y riesgo en las que se encuentran las venezolanas antes de emigrar y que inciden en el proceso de movilidad y refugio.

Causas que impulsan la salida de las mujeres de Venezuela

Un análisis de género de la situación de movilidad humana permite el reconocimiento de las causas que impulsan la salida de Venezuela de las mujeres en condiciones de extrema vulnerabilidad. Dentro de estas causas destacan la feminización de la pobreza, la vulneración de derechos básicos como alimentación y salud, la falta de empleos, la violencia, las barreras para el acceso a la justicia, y distintas manifestaciones de la desigualdad de género, explicó la defensora de derechos humanos.

Cifras recogidas en un reciente artículo de Cepaz muestran cómo la situación de las mujeres en movilidad es un espejo de la emergencia humanitaria. En Venezuela se mantiene una distribución desigual de las labores domésticas y de cuidado, trayendo consecuencias en el desarrollo personal y profesional de las mujeres y en los ingresos económicos que perciben. Durante el año 2021 se estimó que al menos el 15% de las mujeres con hijos o hijas en Venezuela se encontraban en situación de inactividad. Además, durante ese mismo año, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), reportó que el ingreso de los hombres superó en al menos un 17.7% al de las mujeres[1].

Organizaciones venezolanas han denunciado la falta de acceso a la salud sexual y reproductiva y la pobreza menstrual. El Fondo de Población de Naciones Unidas reconoce la pobreza menstrual como una condición que incrementa la vulnerabilidad de niñas, adolescentes y mujeres ya que conlleva que pierdan días de escuela y trabajo, con consecuencias importantes y perdurables para su educación y su desarrollo laboral. También, una deficiente higiene menstrual puede conllevar a mayores riesgos de infección[2].

En materia de alimentación, un diagnóstico realizado por la alianza Con Ellas evidenció que entre las mujeres encuestadas que ejercen la jefatura de su hogar, 47,79% indicaron que la cantidad de alimentos que llevan a sus hogares es deficiente, mientras que el 18,83% y el 14,15% indicó que era escasa o muy escasa respectivamente. El 63,60% de ellas señaló que gasta casi todo el presupuesto familiar en adquirir alimentos[3].

Violencia contra la mujer

Sobre la violencia contra la mujer, el Observatorio Digital de Femicidios de Cepaz ha registrado un incremento de los femicidios en el país. De enero a septiembre de 2022, a través de la revisión de los medios digitales se pudieron documentar 199 femicidios en Venezuela. También se ha documentado un preocupante aumento de los femicidios ocurridos en el contexto de la movilidad humana. De enero a diciembre de 2021 se registraron 84 femicidios de mujeres venezolanas en el exterior.

Las sobrevivientes de violencia basada en género enfrentan además numerosas barreras para lograr medidas de protección y lograr justicia en sus casos. Estos obstáculos no se presentan por vacíos normativos, sino por fallas en la implementación adecuada del marco legal existente, el retardo procesal, la ausencia de una perspectiva de género en los funcionarios encargados de impartir justicia y, en general, las fallas estructurales del sistema judicial venezolano.

La persecución política también ha contribuido con el incremento de la movilidad humana. Los últimos informes de la Misión de Determinación de los Hechos reflejaron como esta ha afectado de manera diferente a las mujeres. Por su parte, el monitoreo «Mujeres víctimas de la persecución y la criminalización en Venezuela», evidencia el ejercicio de determinados patrones de persecución y criminalización por parte del gobierno de Nicolás Maduro contra las mujeres venezolanas, documentando 73 casos en 2021.

Voces de personas venezolanas en el exterior

Borges destacó que desde el trabajo colaborativo en redes impulsado por Cepaz, a través de la Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos (Redac), también se ha analizado la situación de las mujeres venezolanas en movilidad y la violación de sus derechos antes de la salida del país, durante el tránsito y en el destino. Así mismo, se han promovido mesas de trabajo sobre movilidad humana, donde se identificaron los temas prioritarios, las vulneraciones de derechos y las realidades particulares propias de cada país de acogida. También se han recogido los testimonios y los análisis hechos por personas venezolanas migrantes y refugiadas acerca de la situación de las personas que salen del país de manera forzada. 

Algunos hallazgos de estos informes reflejan cómo, una vez en el lugar de destino, las mujeres venezolanas están sobre representadas en algunas ocupaciones, caracterizándose varias de éstas a partir de su mayor nivel de precariedad laboral, menores salarios y menor protección social. En el caso de las trabajadoras del hogar remuneradas, por ejemplo, hay un aumento de la carga de trabajo y en la mayoría de los países enfrentan la ausencia o el incumplimiento de la legislación o regulación laboral vigente en la materia, así como la falta de valoración social de este tipo de trabajo.

Respuestas asertivas

Este continuo de violencia que viven las mujeres en el país y durante el tránsito a su destino final, no acaba con la llegada al país de acogida, y requiere de acciones urgentes por parte de los Estados para facilitar servicios de prevención y acceso a la información, atención y asistencia a estas mujeres.

La comprensión apropiada de cómo las dimensiones de género intervienen en las diferentes etapas de movilidad, nos dan la base para generar respuestas asertivas desde el marco normativo que nos provee el derecho internacional de los derechos humanos y de las distintas iniciativas y programas de atención a las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas.


[1] Encovi 2021: En Venezuela persisten las desigualdades basadas en género https://cepaz.org/staging/articulos/encovi-2021-en-venezuela-persisten-las-desigualdades-basadas-en-genero/

[2] UNFPA. 2021. La menstruación y derechos humanos – Preguntas frecuentes. Disponible en: https://www.unfpa.org/es/menstruaci%C3%B3n-preguntasfrecuentes#%C2%BFQu%C3%A9%20es%20la%20pobreza%20del%20per%C3%ADodo

[3] Alianza Con Ellas. 2022. 7 propuestas para las venezolanas: El impacto diferenciado de la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) en niñas, adolescentes y mujeres en Venezuela y propuestas para atender sus necesidades. Disponible en: https://www.venezuelablog.org/es/plataforma-con-ellas-siete-propuestas-para-la-reduccion-de-desastres-enemergencias-humanitarias-complejas-caso-venezuela