Ilustración: Daniel Hernández García
Yugoslavia era un estado federativo con un sistema monopartidista, conformado por seis repúblicas: Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia y Montenegro y otras dos provincias autónomas: Voivodina y Kosovo y Metojia. En 1989 Slobodan Milosevic llega al poder en Serbia, representando a la Liga de los Comunistas. Bajo su régimen se produjeron las sangrientas Guerras Yugoslavas, movimientos secesionistas que dejaron miles de víctimas.
La violencia por razones étnicas siguió creciendo y se hizo insostenible. La OTAN intenta detener la guerra en Kosovo con un bloqueo comercial contra la República Federal Yugoslava. Serbia se negó a aceptar las condiciones impuestas por la OTAN y se produjo un bombardeo entre el 24 de marzo y el 11 de junio de 1999 que arrasó con la infraestructura y dejó un saldo de tres mil civiles muertos y diez mil heridos.
Milosevic fue entregado al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, acusado de propiciar crímenes de guerra y de lesa humanidad durante las guerras en Croacia, Bosnia y Kosovo. Murió en La Haya en 2006.
Contexto
En 1946 se funda la Yugoslavia socialista, tras un proceso comicial donde se presentó una lista única, denominada Frente Popular, dominada por los comunistas. Yugoslavia se configura como un estado federativo con un sistema monopartidista, conformado por seis repúblicas: Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia y Montenegro y otras dos provincias autónomas: Voivodina y Kosovo y Metojia.
Aunque Serbia mantenía el dominio sobre la política federal, proliferaban los grupos nacionalistas que deseaban la independencia de las repúblicas. La federación era cada vez menos estable. En 1974 Kosovo y Metohija y Vojvodina se convirtieron en repúblicas autónomas dentro de Serbia como una vía para satisfacer los reclamos de los diversos grupos grupos étnicos que las componían.
Josip Broz Tito, quien había gobernado Yugoslavia desde el fin de la Segunda Guerra Mundial evitando a toda costa las divisiones étnicas, falleció en 1980. Tras su muerte la economía empeoró y los deseos de separación se avivaron. Los albaneses de Kosovo incrementaron las exigencias para separarse de la federación. Las tensiones étnicas entre serbios y albaneses en Kosovo dieron paso a la violencia.
En 1989 Slobodan Milosevic llega al poder en Serbia, representando a la Liga de los Comunistas. Abolió la autonomía de las provincias de Kosovo y Voivodina. El 27 de junio de 1991 comenzó la Guerra de Independencia de Eslovenia, dando inicio a una serie de enfrentamientos conocidos como las Guerras Yugoslavas, movimientos secesionistas en las demás repúblicas, como las sangrientas Guerra Croata de Independencia y la Guerra de Bosnia, que dejaron cientos de miles de muertos y millones de refugiados.
En 1992 Serbia y Montenegro acordaron la creación de la República Federal de Yugoslavia, abandonando el sistema comunista y adoptando la democracia representativa y un sistema de libre mercado. El 23 de julio de 1997 Milosevic fue proclamado presidente de la República Federal de Yugoslavia.
La violencia por razones étnicas siguió creciendo y se hizo insostenible en Kosovo. En 1998, se produjeron enfrentamientos entre el ejército federal y la guerrilla albanesa denominada Ejército de Liberación de Kosovo. Asesinatos y deportaciones masivas propiciaron que la OTAN intentara detener la guerra en Kosovo con un bloqueo comercial contra la República Federal Yugoslava, forzando las conversaciones de paz.
Este proceso conocido como las Conversaciones de Paz de Rambouillet fracasó debido a que Serbia se negó a aceptar las condiciones impuestas por la OTAN. Tras emitir un ultimátum a las autoridades de la República Federal de Yugoslavia, se produjo un bombardeo entre el 24 de marzo y el 11 de junio de 1999 que arrasó con la infraestructura y dejó un saldo de tres mil civiles muertos y diez mil heridos. Para intentar pacificar la región, esta quedó bajo la administración de la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo.
Los partidos de oposición acusaron a Milosevic de haber cometido fraude en las elecciones del año 2000. Las protestas se multiplicaron obligándole a dejar el poder. Milosevic fue entregado al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, acusado de propiciar crímenes de guerra y de lesa humanidad durante las guerras en Croacia, Bosnia y Kosovo. Murió en La Haya en 2006.
Una nueva constitución entra en vigencia en 2003, eliminando el nombre de Yugoslavia que pasa a denominarse Serbia y Montenegro. Zoran Dindic, primer ministro responsable de la entrega de Milosevic, y que había iniciado una política de apertura es asesinado en Belgrado por la mafia serbia. Boris Tadic, presidente de Serbia desde 2004, inició un proceso de acercamiento de Serbia a la comunidad internacional y a la Unión Europea.
En 2006, se realizó en Montenegro un referéndum en el que 55,4 % de los votantes decidieron a favor de la independencia. Montenegro proclamó su independencia y Serbia se declaró como Estado soberano.
La justicia transicional es un elemento fundamental para una paz duradera
Las alianzas contra Milosevic intentadas por la oposición serbia no fueron duraderas. Organizaciones de la sociedad civil y círculos de intelectuales que se oponían a la guerra buscaban una alternativa al régimen, motorizando varios periodos de protestas. La sociedad civil se ve fortalecida por la poca confianza que generaban los partidos políticos. Los ciudadanos optan por participar activamente en el movimiento de la sociedad civil, en lugar de sumarse a partidos.
Otpor fue un grupo de protesta cívica, que finalmente se convirtió en un movimiento, que adoptó el título de Narodni pokret (el Movimiento Popular). Empleaba la lucha no violenta y promovía la participación electoral. Se extendió por toda Serbia, teniendo más de 70.000 partidarios que participaron activamente en el derrocamiento de Milosevic. Poco después de las elecciones de 2003, Otpor se fusionó con el Partido Demócrata (DS).
La respuesta de la sociedad civil fue determinante para ejercer presión y lograr la fractura del régimen. La entrega de Milosevic a la justicia internacional demostró la importancia de los procesos de justicia transicional para lograr una paz duradera.