El pasado 19 de julio, un grupo de organizaciones civiles venezolanas, nucleadas en la Alianza para el Desarrollo liderada por Sinergia, estuvieron analizando las perspectivas de desarrollo para Venezuela y su relación con la democracia y los procesos electorales, durante el evento Desarrollo, democracia y elecciones en Venezuela: Un horizonte posible.
La oportunidad fue propicia para que Sinergia presentara su séptimo informe de seguimiento y monitoreo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Venezuela, con resultados que muestran un panorama crítico de la situación país, luego de haberse puesto en marcha la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a nivel mundial.
Rol de la sociedad civil
Guillermo Zubillaga, director de Americas Society/Council of the Americas, dijo en sus palabras de bienvenida que este tipo de encuentros son fundamentales para que las personas que siguen la situación de Venezuela desde fuera del país puedan mantenerse informadas de la realidad. Agregó que el trabajo de la sociedad civil nos llena de esperanza de que en Venezuela podamos lograr procesos electorales en democracia.
Por su parte Beatriz Borges, directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), señaló que en momentos tan complejos como los que atraviesa Venezuela la sociedad civil tiene un rol importante que jugar en la documentación y visibilización de la realidad. Y precisamente por eso, un grupo de organizaciones venezolanas estuvieron presentes en el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, la plataforma central de las Naciones Unidas para el seguimiento y la revisión de la Agenda 2030.
En el marco de este Foro, Venezuela tenía que presentar el examen voluntario del Estado sobre el avance de los objetivos de desarrollo en el país. Sin embargo, este informe del Estado venezolano no se presentó y fue la sociedad civil la que hizo el trabajo de documentación y a través de Sinergia se compiló esta información en el séptimo informe sobre los ODS en Venezuela
Indicó Borges que este es un informe “referente en el país y en la región, pues a través de él se sabe lo que ocurre en Venezuela en materia de desarrollo. Pero lo más importante, es que ese informe congregó a 150 voces de la sociedad civil que documentamos lo que está ocurriendo con cada uno de los ODS, con perspectiva de derechos humanos y en un contexto preelectoral. Especialmente se documentó el agravamiento de la emergencia humanitaria y las graves violaciones a los derechos humanos, en un contexto de criminalización y persecución a la sociedad civil”.
Deborah Van Berkel, expresidenta de Sinergia, señaló que la sociedad civil ha alertado lo que ocurre en Venezuela: una crisis multidimensional que afecta la vida diaria de las personas y que tiene como base una crisis política. Aseveró que no es posible que en Venezuela haya un cambio si no atendemos todas las dimensiones de la crisis desde la mirada de los derechos humanos, para la reconstrucción de la democracia. “Estamos hablando de un cambio profundo de las estructuras, con una visión de nexos, para atender todos los aspectos de la crisis, con una visión transversal de la lucha por la democracia”, agregó Van Berkel.
A su juicio, “para construir una ruta a la democracia la sociedad venezolana tiene que entrar en un debate mucho más profundo sobre cómo se define la democracia a la cual se aspira, cómo se diseña, cómo se consigue y cómo la sociedad civil es un factor de contención del autoritarismo y a la vez de construcción de las las rutas hacia la democratización”, concluyó Van Berkel.
Para Borges no estamos hablando solo de un cambio actores en el poder político, sino de un cambio profundo de las estructuras que han llevado a una situación que afecta la vida de todos los venezolanos. “Nos planteamos una ruta hacia la democracia para crear todas las condiciones posibles para tener unas elecciones que contribuyan a una visión de cambio. Estamos conscientes que no va a ser un cambio de un día para otro, ni que las elecciones van a ser ese cambio de historia, pero sí son una oportunidad de conseguir mayores capacidades en la sociedad venezolana para pelear por la democracia”.
Contrarrestar las narrativas oficiales
Luisa Rodríguez Táriba, presidenta de Funcamama y actual presidenta de Sinergia, señaló que este informe contrarresta la narrativa de avance del Estado venezolano y muestra el retroceso y la falta de acción en el cumplimiento de los ODS.
Rodríguez afirmó que la sociedad civil venezolana ha demostrado que las cifras que el Estado venezolano presenta en diferentes instancias no son reales. “Este informe constituye un esfuerzo sostenido de Sinergia y la Alianza para el Desarrollo que pretende darle más fuerza, más consistencia, mucha más articulación a todas las organizaciones que trabajan el tema del desarrollo en Venezuela. Entendiendo también que la sociedad civil venezolana no es solamente las organizaciones tradicionales que conocemos, sino que también dentro de este informe van a conseguir información de distintos sectores, sindicatos, academias, federaciones, y además está contrastada con la información del Estado venezolano”.
Agregó Rodríguez que “para nadie es secreto que el estado venezolano no rinde cuentas, por lo cual este informe es también un gran esfuerzo de todos los vinculados para poder contrarrestar las informaciones que a través de declaraciones internacionales y programas de televisión, pretenden cambiar la narrativa sobre la verdadera situación de Venezuela”. Agregó que “tenemos que reinstitucionalizar el país y la única forma de hacerlo es a través de la democracia, la participación y de la voluntad de cada uno de los venezolanos”.
Lograr el cambio pacífico desde la ciudadanía
En su intervención Wanda Cedeño, directora de Voto Joven, indicó que desde la sociedad civil “vemos la crisis venezolana como una fotografía amplia, de todos los aspectos, y que requiere una solución integral”. Según Cedeño, “en este sentido tenemos la posibilidad desde la ciudadanía de ejercer el cambio a través de una vía pacífica electoral. Sin embargo, el 15 de junio vivimos una fuerte estocada a la institucionalidad electoral con la disolución del Consejo Nacional Electoral (CNE)”.
Para Cedeño la ruta electoral en Venezuela corre peligro, “pero sigue siendo el camino para la transformación. Por ello seguimos insistiendo en elecciones justas, libres y transparentes”. Para que esto ocurra hay mucho por hacer. Cedeño puso como ejemplo que más de 3 millones de jóvenes en Venezuela no están inscritos en el Registro Electoral, mientras que en el exterior hay más de 4 millones de personas que no han podido inscribirse o actualizar sus datos. “Necesitamos la continuidad administrativa del CNE para lograr avances. El proceso electoral de 2024 necesita voces que exijan garantías del derecho a elegir y a ser elegidos. También necesitamos tener la defensa de la democracia como una estrategia prioritaria, con el centro en los derechos humanos y necesitamos además aliados internacionales que apuesten por esta ruta. Pedimos que no declinen los esfuerzos para reactivar mecanismos de diálogo que logren una ruta de cambio pacífico y democrático para Venezuela”.
“Frente a ello hay tres cosas prioritarias que puede hacer la comunidad internacional y los actores de sociedad civil. En primera instancia, exigir el cumplimiento de las recomendaciones de la Unión Europea y el informe de Naciones Unidas, que son el marco bajo el cual debemos regirnos para evaluar unas próximas elecciones, para comenzar a construir esos espacios y sobre todo para exigirlos. Luego, que ayuden a visibilizar la importancia de tener la democracia y la defensa de los derechos humanos como una estrategia común y unificada. Y por último, que no declinen sus esfuerzos por reactivar mecanismos de diálogo y negociación que procuren una solución pacífica y democrática a la crisis de Venezuela”, concluyó la directora de Voto Joven.
De ideas por la democracia a la acción
Carolina Jiménez, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), reiteró que “la lucha por la democracia es una lucha por los derechos humanos” y que hay que entender el asunto electoral como un tema de derechos. “El proceso electoral es visto como una amenaza en América Latina, para los autoritarismos en el poder”, es por ello que debemos transformar las elecciones en una oportunidad para transitar hacia la democracia de manera pacífica. “Para que esto se logre en Venezuela se requiere un fuerte compromiso de la sociedad civil”, recalcó Jiménez. Hay un consenso internacional de que el conflicto venezolano, que genera mucho impacto en el país y en otras naciones, debe tener una solución política y pacífica, por eso las elecciones con garantías mínimas son necesarias, enfatizó.
Para concluir el encuentro, la directora ejecutiva de Cepaz, Beatriz Borges, destacó que “las pequeñas fuerzas y exigencias que se ejercen como ciudadanos son las que lograrán los cambios que necesita Venezuela. Es importante llevar las ideas por la democracia a la acción”.