Democracia para todas las personas: más allá de la crisis de imaginación


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Publicado el: 15 de noviembre de 2018

ACERCA DE ESTE INFORME

Este informe presenta las conclusiones de un proyecto de investigación de un año de duración liderado por CIVICUS, la alianza global de la sociedad civil. En el curso de numerosas consultas, escuchamos las voces de ciudadanos de unos 80 países. Líderes de la sociedad civil, activistas y otros actores compartieron 54 contribuciones escritas y nos brindaron 97 entrevistas. En diversos países de todo el mundo tuvieron lugar 26 diálogos sobre democracia, discusiones informales lideradas por los propios ciudadanos en torno a los desafíos que enfrenta  y las esperanzas que despierta en sus respectivos contextos la democracia. Todas estas contribuciones han sido publicadas en nuestra plataforma Reimaginar la Democracia. Vaya nuestro agradecimiento a todas las personas que aportaron sus puntos de vista.

REGRESIÓN DEMOCRÁTICA Y ASPIRACIONES DEMOCRÁTICAS

En un país tras otro, la democracia se encuentra amenazada. En muchos países se observan regresiones de     la democracia y restricciones de las libertades democráticas. Observamos dinámicas políticas crecientemente polarizadas y avances del culto al líder de mano dura. Avanzan los populismos de derecha. Al mismo tiempo, profundos problemas globales tales como el cambio climático, la desigualdad y el conflicto permanecen en gran medida sin resolver. En todo el mundo, la gente está disconforme con las limitadas formas de democracia que tiene la oportunidad de practicar.

Nuestras consultas nos informan que la gente quiere más, y no menos democracia. En los muchos países que no cuentan con instituciones de democracia representativa que funcionen, la ciudadanía aspira a conseguirlas, y en los países que sí las tienen, la gente quiere más y exige una democracia más participativa, deliberativa y directa. Las personas consultadas expresaron abrumadoramente la opinión de que la democracia es la mejor forma de gobierno, pese a que en sus prácticas actuales se halle muy lejos de concretar su potencial. La gente quiere democracia porque ésta permite que se tomen mejores decisiones y obliga a rendir cuentas de ellas a los encargados de tomarlas, pero también porque tener voz y ejercer influencia sobre las circunstancias en que se desarrollan nuestras vidas es una necesidad humana fundamental.

UNA NUEVA VISIÓN DE LA DEMOCRACIA

Si queremos tener el tipo de democracia en la cual los ciudadanos son sujetos activos y sus voces son escuchadas, se requieren a nuestro juicio tres cambios fundamentales.

  1. Gobernanza definida por las necesidades y aspiraciones locales: Debemos entender la democracia como un proceso centrado  en la participación  y abierto  a todas  las   Necesitamos  una   democracia participativa mucho más local y comunitaria, que incluya formas de gobernanza descentralizada mediante las cuales las comunidades puedan desarrollar sus propias soluciones locales a los desafíos que enfrentan. Necesitamos una democracia más deliberativa, por ejemplo, bajo la forma de asambleas ciudadanas. Necesitamos más democracia directa, siempre y cuando haya garantias contra  el  abuso  del  poder por parte de las mayorías y contra la manipulación de los instrumentos de democracia directa por parte de los líderes políticos. Todas las instituciones democráticas deben estar abiertas a una amplia variedad de puntos de vista y respetar el derecho de las voces minoritarias a ser escuchadas.
  2. Democracia global para lidiar con problemas globales: Si bien necesitamos más democracia local, al mismo tiempo no deja de ser cierto que muchos de los principales problemas contemporáneos solo pueden abordarse a escala global, y todos y todas deberíamos desempeñar un rol en el desarrollo de soluciones globales para esos Necesitamos instituciones genuinamente internacionales, más que meramente intergubernamentales, y liberadas de los cálculos estrechos de los líderes nacionales. Necesitamos que se nos consulte sobre las nuevas iniciativas internacionales y tener una participación directa en la gobernanza  de las instituciones internacionales. Necesitamos un parlamento mundial, elegido por sufragio directo más que por intermediación de los estados nacionales.
  3. Una economía democratizada que funcione para todas las personas: Todas las instituciones democráticas del mundo servirán de poco si nuestras economías siguen bajo el control de las élites ultra-ricas. La opinión de cada persona debería contar a la hora de tomar decisiones económicas y la opinión de cada cual debería tener el mismo peso en la toma de decisiones políticas, independientemente de cuál sea nuestra situación económica. Necesitamos avanzar hacia una economía de post-crecimiento centrada en la mejor distribución de lo que tenemos   y podemos generar, la provisión de servicios esenciales  de calidad  a  los cuales todas las personas puedan acceder y la capacidad de todas las personas para participar en la administración de nuestros recursos comunes.

Para seguir leyendo, descargue el informe de Civicus completo aquí.


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