Naciones Unidas en busca de hacer consciencia y poner en manifiesto la importancia que tienen la alimentación, la lucha contra la desnutrición, el hambre y la pobreza; los días 16 y 17 de octubre conmemora dos días internacionales: Día Mundial de la Alimentación y Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, respectivamente.
Estos eventos promueven la concienciación y la acción a escala mundial para aquellos que padecen hambre y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y dietas nutritivas para todos. (Naciones Unidas, 2008)
Este año, con la celebración del 70º aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Sistema Internacional busca recordar la importancia del vínculo fundamental que existe entre el derecho a la alimentación y la extrema pobreza con los derechos humanos. (Consejo de Derechos Humanos, 2012)
Por esta razón, el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) se une a la conmoración de estos dos días debido a que entendemos la importancia de actuar en estas dos temáticas ante la denunciada crisis humanitaria que atraviesa el país.
¿Por qué un Día Internacional sobre la alimentación?
Este día comenzó a celebrarse en el año 1979, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Fecha que coincide con el día de fundación de la FAO en el año 1945. (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 1979)
La Asamblea General de las Naciones Unidas respaldó esta decisión por considerar que «la alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental» de acuerdo a la resolución 35/70 del 5 de diciembre de ese año.
A partir de esta declaración, más de 150 países conmemoran esta fecha. Cada año Naciones Unidas adopta un lema diferente para fijar la atención de las naciones en áreas especialmente problemáticas. Este 2018 el lema del Día Mundial de la Alimentación es “Nuestras acciones son nuestro futuro. Un mundo #HambreCero para 2030 es posible”. (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2018)
¿Por qué un Día Internacional sobre la pobreza?
La conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987, como una oportunidad para visibilizar la realidad y problemáticas de las personas que viven en pobreza y llamar a la acción conjunta para erradicarla. Una ocasión para que den a conocer sus problemas y un momento para que ellas mismas sean las primeras en luchar contra la pobreza. (Naciones Unidas)
Sin embargo, será tras cinco años después que la Asamblea General de Naciones Unidas tras la resolución del 47/196, inspirada en ese llamamiento, declare el 17 de octubre como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Asimismo la Asamblea General invitó a todos los Estados a que dediquen la fecha a presentar y promover, según proceda en el contexto nacional, actividades concretas de erradicación de la pobreza y la indigencia. La resolución también invita a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales a que ayuden a los Estados, cuando estos lo soliciten, con el fin de construir un futuro sostenible en el que se satisfagan las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas. (Naciones Unidas, 1987)
Objetivos de Desarrollo Sostenible: Alimentación y Pobreza
El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales acordaron la adopción de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Siendo un llamado universal al compromiso de los Estados a llevar a cabo medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. (Objetivos de Desarrollo Sostenible, 2015)
Con ello adoptaron un conjunto de objetivos globales con metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años, denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Como parte de esa labor, se planteó como principal objetivo la erradicación de la pobreza en el objetivo número 1: “Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”. (Objetivos de Desarrollo Sostenible, 2015)
A pesar de que la tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad desde el año 2000, Naciones Unidas señala que la pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles ya que la pobreza es un problema de derechos humanos. (Naciones Unidas)
Entre las distintas manifestaciones de la pobreza figuran el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud. También se encuentran la discriminación y la exclusión social, que incluye la falta de participación para la adopción de decisiones, especialmente de aquellas que les afectan. (Objetivos de Desarrollo Sostenible, 2015)
El planteamiento de este objetivo implica la inclusión de un conjunto derechos fundamentales reflejados en los 16 objetivos restantes. Dado que los Objetivos están interrelacionados, con frecuencia la clave del éxito de uno involucrará a otro.
El derecho a la alimentación los ODS lo consagran como su segundo objetivo, “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”. (Objetivos de Desarrollo Sostenible, 2015)
Por lo que el Día Mundial de la Alimentación representa una oportunidad para demostrar el compromiso con el Objetivo de Desarrollo Sostenible en alcanzar la meta del #HambreCero en 2030.
Realidad mundial en cifras
Aunque vivimos en un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, millones de personas viven en extrema pobreza.
Actualmente más de 821 millones de personas carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados. Representando el 70% de la población mundial, es decir, una proporción una persona de cada nueve, 60% de ellas mujeres. (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2018)
El hambre mata a más personas cada año que la malaria, la tuberculosis y el sida juntos. Se registra que alrededor del 45% de las muertes infantiles están relacionadas con la desnutrición. Al menos 151 millones de niños menores de cinco años sufren retraso del crecimiento producto a estas vulnerabilidades. (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2018)
Realidad venezolana
El deterioro de la situación alimentaria, nutricional y de salud en Venezuela se ha profundizado durante el último trienio 2015-2018, cuando los indicadores han exhibido cifras nunca antes vistas en el país.
De acuerdo al último informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2018”, se revela un deterioro en la situación económica y política en Venezuela. Producto al surgimiento de fenómenos que expresan situaciones extremas de inseguridad alimentaria y hambre en toda la población, en especial en los grupos vulnerables.
El estudio indica que la tasa de subalimentación estimada para Venezuela para el trienio 2014-2017 es de 11,7% de la población, es decir, en términos absolutos 3,7 millones de venezolanos padecen hambre crónica, están subalimentados. Asimismo señala que el alto riesgo de incumplimiento de la deuda externa y la política hacen probable que el estancamiento económico y la inseguridad continúen impulsando el aumentando de las necesidades de alimentos y salud en 2018. (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2018)
Cabe destacar que en este informe, la FAO, en el caso venezolano, no pudo determinar la gravedad de la situación alimentaria venezolana por la falta de datos sobre el resto de ítems del estudio, debido que desde el año 2015 el Estado venezolano no provee datos públicos de variables económicas y sociales del país. Sin embargo, la FAO tomó referencia datos de organizaciones no gubernamentales para hacer su advertencia.
Crisis venezolana, la alarma internacional
En función del trabajo que desde Cepaz hemos venido realizando en cuanto a la situación migratoria venezolana hemos señalado que el colapso de Venezuela ante la crisis política y económica, ha originado que el mundo, y en especial a América del Sur, se enfrenten a una crisis de proporciones hasta ahora desconocida.
Nunca antes la región había enfrentado un panorama de características similares a la migración venezolana. Por lo que resolver esta urgente cuestión humanitaria es un tema de gran debate a nivel internacional.
Por esta razón, hemos sido testigo de cómo en el 73 ° período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, la crisis humanitaria de Venezuela fue uno de los temas centrales en su apertura. Los principales líderes aprovecharon su discurso en el plenario para denunciar las violaciones a los derechos humanos por parte del Gobierno de Nicolás Maduro y el flujo migratorio ocasionado.
De acuerdo a cifras de Naciones Unidas, se indica que 2,3 millones de venezolanos han abandonado el país. Este éxodo se debe principalmente al aumento de la pobreza y la falta de disposición y acceso a alimentos y medicamentos. Este movimiento migratorio no se detiene, sino que por el contrario aumenta con la salida diaria de más seis mil venezolanos. (Organización Internacional de las Migraciones, 2018)
Asimismo alerta de que ante las últimas medidas económicas y políticas del gobierno de Nicolás Maduro preanuncian que la fuga de venezolanos se agravará aún más, es probable que esa corriente, que ha sido del 10 % anual, llegue a cifras comparables a los casos internacionales más emblemáticos. (Organización Internacional de las Migraciones, 2018)
Sin embrago, es necesario tener presente que la migración es parte del proceso de desarrollo a medida que las economías pasan por una transformación estructural y la gente busca mejores oportunidades más allá de sus fronteras. El desafío consiste en abordar los impulsores estructurales de los grandes movimientos de población para hacer que la migración sea segura, ordenada y regular.
De esta manera, la migración puede contribuir al crecimiento económico y mejorar la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia rurales, favoreciendo así el progreso de los países en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Consideraciones finales
Durante muchos años, la pobreza ha sido el móvil para la formulación de las políticas sociales orientadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, a través del fortalecimiento de capacidades, para así lograr el desarrollo en áreas como la educación, la salud, la nutrición, entre otras.
Partiendo de esta premisa, las capacidades han de ir a la par de la participación. Los planes nacionales para el crecimiento económico y el desarrollo humano tendrán más solidez si son inclusivos e integran las voces de todos los sectores de la sociedad.
Desde Cepaz hacemos un llamado al Gobierno venezolano a la apertura de nuevos actores tanto en el diseño de políticas públicas como su implementación. Recordándole que las organizaciones de la sociedad civil no somos un enemigo sino un posible aliado para dar respuestas a las demandas de los derechos políticos, económicos y sociales de la sociedad.
Por otra parte, las crisis migratorias y humanitarias nunca son fenómenos aislados. Consecuentemente, el problema no es de fácil solución y requiere de una respuesta de asistencia cooperativa conjunta de todos los países de la región y de los organismos internacionales especializados.
En este sentido, Cepaz como miembro de la sociedad civil organizada solicita a las agencias internacionales darle prioridad a la defensa de los derechos humanos en un país donde los niveles de pobreza siguen intensificándose, dejando visible la ruptura de las institucionalidad, que genera una emergencia y la afectación principalmente de los derechos a la salud y la alimentación y como consecuencia la migración forzada y la crisis de refugiados.