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Día Internacional del Migrante con enfoque de género: mujeres migrantes y refugiadas

Los movimientos de las poblaciones a nivel mundial han caracterizado la globalización en las últimas décadas. Esta movilidad compuesta por personas migrantes y refugiadas, ha sido vista en sus distintas aristas por las organizaciones de derechos humanos que se esfuerzan por identificar las necesidades específicas de quienes la conforman. Las mujeres y las niñas son uno de los grupos de personas en condiciones de vulnerabilidad, víctimas de la discriminación por razones de género, abuso e incluso explotación antes, durante y después de emprender el viaje.

Aproximadamente una de cada siete personas en el mundo se encuentra bajo el status de migrante. Naciones Unidas cifra en torno a los 250 millones los migrantes internacionales, lo que supone el 3,3% de la población total del mundo. De esta cifra, 65,6 millones han tenido que abandonar sus hogares forzados por un conflicto armado, un dato sin precedentes en la historia reciente.  Las mujeres representan aproximadamente la mitad del total de migrantes que hay en la actualidad y el 44,3% de los trabajadores migrantes que hay en el mundo, cantidad que se estima en 150.3 millones.[1]

La proporción de mujeres migrantes no ha cambiado enormemente en los últimos 60 años, pero sí lo ha hecho su perfil. De tal forma que cada vez son más quienes emigran por su cuenta por motivos de trabajo, educación o como cabezas de familia. Siendo necesario señalar que parte de esta movilidad humana viene impulsado por el conflicto, obligándolas a migrar como consecuencia de la pobreza, la discriminación, la violencia, los conflictos, la agitación política y la mala gobernanza.

En este sentido, las fronteras internacionales se convierten en espacios de riesgo, sobre todo para quienes cruzan sin los documentos requeridos por los Estados, suponiendo una amenaza para sus derechos humanos y su seguridad.

Por tanto, la realidad de las mujeres migrantes y refugiadas suele estar acompañada de vulneraciones de los derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos y de múltiples formas de violencia durante su proceso migratorio.

Las mujeres sufren situaciones difíciles en su viaje, en el tránsito hacia el lugar de destino. Mientras viajan, las mujeres pueden perder el acceso a la asistencia sanitaria sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar, los servicios prenatales y la asistencia para tener un parto seguro.

La falta de estos servicios puede resultar mortal. De hecho, se considera que es una de las principales causas de defunción, enfermedad y discapacidad entre las mujeres y las niñas desplazadas en edad fértil.

Retos del proceso migratorio para las mujeres

Se entiende que cuando la migración es una elección, tiene el potencial de ser un vehículo para el empoderamiento de las mujeres, así como para alentar el desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible para los países de origen de tránsito o destino. Sin embargo, no es así en la mayoría de los casos, convirtiendo a las mujeres migrantes y refugiadas en focos vulnerables de delitos internacionales.

Con ello, se hace notorio la grave fragilidad que presenta el sistema internacional en esta materia de movilidad humana. Pese a la existencia de políticas migratorias, estas siguen siendo ajenas a enfoques de género. Es importante que estas políticas tengan en cuenta las necesidades, retos y vulnerabilidades específicas de las niñas y mujeres, potenciales víctimas por su condición de género y de migrantes.

Por lo que la migración debería analizarse considerando las relaciones de poder, los roles y estereotipos de género, las dinámicas de funcionamiento de los hogares llamados transnacionales, así como las redes de cuidado. También debería interesar hacer seguimiento de qué pasa en los mercados de trabajo y cuáles son las redes dentro de la sociedad que amparan al migrante.

El Centro de Justicia y Paz (Cepaz), en el marco del trabajo que ha venido desarrollando desde inicio de año para generar una aproximación de un problema poco difundido, tanto en la actual realidad internacional como interna, persigue visibilizar que las mujeres migrantes y refugiadas se encuentra en condiciones de mayor vulnerabilidad, entendiendo cuáles son los principales riesgos que corren y cuál es la situación de las mujeres y niñas venezolanas en este contexto.

A continuación exponemos cuatro motivos por los que el proceso migratorio se convierte en una cuestión grave para las mujeres y las niñas: [2]

  1. Las migrantes se enfrentan a riesgos importantes, vinculados a las diferentes practicas de esclavitud moderna y sus formas contemporáneas como la explotación sexual, trata y la violencia.
  2. Las migrantes se enfrentan a una doble discriminación, como mujeres y como migrantes o refugiadas.
  3. Las mujeres migrantes embarazadas corren el riesgo de no contar con asistencia médica oportuna.
  4. Las mujeres y las niñas migrantes tienen más probabilidades de enfrentarse a problemas de salud, tanto durante los desplazamientos como en sus destinos.

Rol del Sistema Internacional

A nivel internacional contamos con distintos instrumentos que consagran los derechos de las personas migrantes, especialmente en el ámbito del sistema universal de derechos humanos. Estas normas jurídicas de carácter internacional restringen, regulan y establecen las garantías que deben observar los Estados en el ámbito de la migración.

Estas normas que emanan de las relaciones, negociaciones y prácticas entre Estados, están consignadas en instrumentos de carácter no vinculante y en tratados multilaterales y bilaterales, o han pasado a formar parte del derecho internacional consuetudinario. Las cuales constituyen el marco para una gobernanza conjunta de la migración y reflejan primordialmente los intereses de los Estados, de sus nacionales y las relaciones interestatales.

El reconocimiento de los derechos humanos de los migrantes y refugiados, y la necesidad de promover dichos derechos y protegerlos en el ejercicio de la soberanía del Estado, han sido la base para asentar un conjunto de compromisos estatales para la promoción del derecho internacional sobre migración, en especial, mujeres migrantes y refugiadas: [3]

  1. Implementar rutas de migración legal y segura, incluso mediante la ampliación de opciones de reunificación familiar para los refugiados, más que una política de disuasión.
  2. Garantizar el acceso al asilo eficaz y mecanismos de protección legal para todos los migrantes.
  3. Ampliar las oportunidades de empleo legal y seguro que mejoren las capacidades de las mujeres refugiadas para mantenerse y protegerse a sí mismas y a sus familias.
  4. Proporcionar mayor financiación a las organizaciones de la sociedad civil y apoyar reformas políticas para que las mujeres migrantes y refugiadas puedan organizarse y constituir legalmente organizaciones de sociedad civil.
  5. Promover y fortalecer una rendición de cuentas coherente de los fondos enfocados a la participación de las mujeres, la violencia de género, la salud sexual y reproductiva integral, los derechos sexuales y reproductivos y la perspectiva de género.

Rol de la sociedad civil

Cepaz en la conmemoración de Día Internacional del Migrante y ante la crisis de movilidad humana venezolana, hace un llamado al resto de las organizaciones de la sociedad civil a continuar la labor como actores de articulación para el análisis y la reflexión del conjunto de estrategias y recursos mediante los cuales se puede generar incidencia en la adquisición de capacidades y respuestas dentro de la política migratoria.

Como se ha demostrado en otros contextos, la creación de redes y coaliciones es una de las estrategias para potenciar dicha capacidad. En este caso, se hace notorio e importante la  articulación en redes que contribuyan a fortalecer su impacto. Así, las redes son el modo principal en que los ciudadanos puedan lograr relacionarse para generar alianzas amplias a partir de una agenda común.

De esta manera, se constituyen como frentes de lucha por la defensa de los migrantes y refugiados, sin perder su propia identidad ni la especificidad de sus proyectos y objetivos ya que el reto es continuarlos, profundizarlos y llevarlos a un trabajo de largo plazo con miras a una influencia más permanente.

Para contribuir a este debate desde Cepaz ponemos a su disposición dos documentos generados desde la sociedad civil que permiten conocer más en detalle las reflexiones, análisis y aproximaciones sobre la crisis de movilidad humana venezolana.

En septiembre se llevó a cabo la I reunión sobre la migración venezolana, a la que asistieron más de 50 organizaciones de sociedad civil de toda la región. En ella se afirmó la necesidad de ofrecer protección nacional e internacional a las personas que se ven obligadas a salir de Venezuela debido a la crisis económica, social y política que sufre el país.

El denominado “Grupo de Movilidad Humana” propuso la elaboración de una respuesta regional y coordinada, donde participen los Estados involucrados, organismos internacionales, la sociedad civil, las Defensorías del Pueblo, y la población migrante y refugiada proveniente de Venezuela.

Las organizaciones pertenecientes al Grupo de Movilidad Humana Venezolana, hemos seguido desde inicios del año con preocupación la situación de derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas provenientes de Venezuela.

En esta oportunidad abordamos las acciones específicas requeridas por parte de todos los actores involucrados, clarificamos las obligaciones estatales y hacemos recomendaciones a los Estados. Asimismo hacemos llamado tanto a la sociedad civil como a los organismos internacionales y otros aliados internacionales a seguir en nuestro compromiso en establecer una hoja de ruta para responder de manera coordinada a esta situación.

Por lo tanto, invitamos a que estos dos documentos sean discutidos y conocidos, especialmente por las organizaciones de la sociedad civil como la población venezolana que hoy se enfrenta a una crisis sin precedente en materia de movilidad humana.

Dos logros sin precedentes

El pasado 10 de diciembre durante una conferencia global de dos días en Marrakech, Marruecos, más de 150 Estados de las Naciones Unidas adoptaron formalmente el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.[4]

Se trata del primer intento para gestionar los flujos migratorios de forma integral y a escala internacional. El documento de 40 páginas está encaminado a fomentar la cooperación internacional sobre la migración entre todas las instancias pertinentes, reconociendo que ningún Estado puede abordar la migración en solitario, y respetar la soberanía de los Estados y sus obligaciones en virtud del derecho internacional.

Con este enfoque integral, se pretende facilitar la migración segura, ordenada y regular, reduciendo la incidencia de la migración irregular y sus efectos negativos mediante la cooperación internacional y una combinación de medidas expuestas en este Pacto Mundial. Asimismo se busca impulsar a los Estados del mundo a renegar de sus compromisos en favor del texto a pesar de que es jurídicamente no vinculante.

Aunado a ello, el día de ayer la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas aprobó por mayoría el Pacto Mundial sobre los Refugiados. Siendo un nuevo acuerdo para lograr una respuesta más sólida, justa y equitativa a los grandes movimientos de refugiados.

El Pacto se ha diseñado, tras dos años de consultas, para conseguir que ante una crisis de refugiados, ellos y las comunidades que los acogen obtengan rápidamente apoyo internacional.

Es importante destacar que no se debe confundir con el Pacto de Migración que se adoptó en Marrakech la semana pasada ante la importante distinción legal que existe entre un migrante y refugiado. Aunque ambos son personas que han salido de su país, hay una distinción entre unos y otros.

Por tanto, con la aprobación de estos dos Pactos se asume de manera directa la responsabilidad y el compromiso de generar un avance significativo en el emprendimiento de acciones inmediatas para cumplir con los cambios prometidos para mejorar las condiciones de estas personas y continuar con el diálogo internacional por esta realidad.

[1] Organización de Naciones Unidas, 2016. ONU cifra en 244 millones los migrantes que viven fuera de su país. Disponible en: https://news.un.org/es/story/2016/01/1348461

[2] Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2018. Cinco motivos por los que la migración es una cuestión feminista. Disponible en: https://www.unfpa.org/es/news/migraci%C3%B3n-feminista

[3] Organización Internacional para las Migraciones, 2015. Derecho internacional sobre migración. Disponible en: https://www.iom.int/es/derecho-internacional-sobre-migracion

[4] Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, 2018. Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Disponible en: https://refugeesmigrants.un.org/sites/default/files/180711_final_draft_0.pdf