La esperada 48va reunión de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para discutir la crisis en Venezuela terminó con la aprobación de una resolución donde se desconoce la legitimidad del evento electoral del 20 de mayo.
La resolución contó con un total de 19 votos a favor, 11 abstenciones y cuatro votos en contra, permitiendo una vez más ratificar la existencia de una alteración en el orden constitucional en Venezuela y dando los primeros pasos para lo que sería una histórica suspensión del país sudamericano del organismo.
Es importante recordar que esta resolución es aprobada por el esfuerzo diplomático liderado por el denominado Grupo de Lima, al denunciar en reiteradas oportunidades e instancias la grave situación venezolana, logrando sumar acciones a favor, en busca de una solución que restaure el orden democrático en Venezuela.
El contenido de la resolución se basó en el “Proyecto de resolución sobre la situación en Venezuela”, presentado por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien solicitó ante el Consejo Permanente de la Organización suspender a Venezuela del organismo hemisférico, por no cumplir con los preceptos de la Carta Democrática Interamericana. Asimismo, la solicitud fue acompañada de una resolución que declara ilegítima la reelección del gobernante venezolano Nicolás Maduro, en unos comicios que fueron condenados por la mayor parte de la comunidad internacional como una farsa electoral.
La aprobación de este documento por parte de la Asamblea General de la OEA es de gran importancia, porque no solo declaró que el proceso del 20 de mayo careció de las condiciones para ser considerado una elección auténtica, sino que se constituyó en un llamado a los países miembros y observadores de la organización a implementar las medidas que estimen convenientes a nivel político, económico y financiero para coadyuvar al restablecimiento del orden democrático en Venezuela. Lo cual abre la puerta para que naciones latinoamericanas incrementen la presión sobre el régimen venezolano y adopten medidas análogas a las ya aprobadas por países como Canadá, Panamá y la Unión Europea.
De esta manera la OEA fortaleció su liderazgo regional, demostrando que respalda sus palabras con acciones, enviando un poderoso mensaje al gobierno de Maduro y a sus aliados regionales, especialmente a los países del Caribe se niegan a reconocer públicamente el colapso social y económico de Venezuela.
¿Cuáles son las implicaciones de la votación?
En primer lugar, la votación demostró que el régimen de Nicolás Maduro ha perdido casi la totalidad del apoyo con el que contaba hasta hace poco. Apenas tres países: Bolivia, Dominica y San Vicente y las Granadinas se sumaron al voto del canciller Jorge Arreaza para oponerse a la resolución.
Por otra parte, países que en recientes votaciones eran férreos defensores del gobierno venezolano optaron por abstenerse, prefiriendo no tomar posición. Destacan las abstenciones de Ecuador, Haití, Nicaragua y San Cristóbal y Nieves.
La aprobación de la resolución permitió visibilizar factores claves que serán determinantes en la coyuntura internacional venezolana:
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Fin de la alianza Medina- Maduro
República Dominicana, al votar a favor de la resolución, dejó en evidencia que se produjo un quiebre definitivo de la alianza entre el gobierno de Danilo Medina y el régimen de Nicolás Maduro, luego de años de respaldo mutuo.
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11 abstenciones que alejan la suspensión
Las 11 abstenciones demuestran que todavía se está muy lejos de los 24 votos necesarios para lograr la suspensión de Venezuela de la OEA, a pesar de los esfuerzos de la diplomacia estadounidense, que llegó a la Asamblea General haciendo un llamando a la suspensión de Venezuela y desplegando un esfuerzo considerable para convencer a los países del Caribe, que al final prefirieron abstenerse.
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Medida más fuerte de la OEA
El texto aprobado es la resolución más directa y de alcance inmediato que la OEA ha dictado en los últimos dos años, profundizando el aislamiento internacional del régimen madurista.
¿Cuál sería el siguiente paso de la OEA para lograr la suspensión de Venezuela?
En primer lugar, se debe entender que la suspensión de un país de la Organización de Estados Americanos es un proceso diplomático complejo, ya que se requiere del apoyo de dos tercios de los 34 países miembros, es decir, la propuesta debe obtener 24 votos a favor.
En este sentido, cabría esperar que el primer paso de la comunidad internacional, y sobretodo de la administración de Donald Trump, se centre en realizar un gran esfuerzo diplomático para sumar nuevos países y obtener así el número de votos necesarios.
Una vez lograda esa alianza, se tendría que convocar a una Asamblea General Extraordinaria, porque según la Carta de creación de la OEA, la suspensión de un país se vota en “un período extraordinario de sesiones” para que así se efectué el reunión del Consejo Permanente con el apoyo de dos tercios de los Estados miembros.
No obstante, hay que recordar que Venezuela ya había notificado su intención de abandonar la OEA en 2016, pero según lo establecido en el reglamento interno del organismo, luego de la notificación de un Estado miembro de retirarse del organismo, deben transcurrir 2 años para que la misma se haga efectiva, es decir, su salida se produciría en 2019, por lo que la suspensión se encontraría dentro del lapso normativo de la organización.
Sin embargo, el Gobierno de Venezuela no puede hacer efectivo su retiro si antes no hace el pago de la deuda que acumula desde el año 2015 por los derechos de pertenecer a la organización, la cual asciende a 8,7 millones de dólares.
Si se concreta la salida de Venezuela del organismo internacional por decisión propia, esta sería la primera vez en los 65 años de fundada de la OEA que uno de sus aliados decide retirarse voluntariamente de la organización.
Y si por el contrario se suspende a Venezuela, ¿qué implicaciones traería?
La separación de Venezuela de la organización traería repercusiones inmediatas y de peso. Para comenzar,con la aprobación de esta resolución se establece el criterio de legalidad y legitimidad del continente americano con respecto al régimen venezolano, que con una suspensión acentúa este estatus, pudiendo conllevar a rupturas de relaciones diplomáticas, imposición de nuevas sanciones y restricción de visados. Por tanto, se agudizaría el aislamiento internacional del país.
Asimismo esta desvinculación, separaría a Venezuela de una red de organizaciones multilaterales vinculadas a la OEA que durante años han trabajado para mejorar el bienestar de la región, como son: la Organización Panamericana de la Salud, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto Agropecuario de las Américas, entre otras. Con ello se produciría un recorte en los programas sociales y recursos destinados al país, ante la imposibilidad de estos entes interamericanos de brindar cualquier tipo de financiamientos a través de préstamos y ayudas. Una suspensión de carácter financiero no ayudaría a la economía de un país que ya atraviesa una grave crisis.
Sin embargo, hay que señalar que la suspensión en la OEA no significaría necesariamente la salida de Venezuela de otros organismos de la región, ni comprometería su misión en la Organización de las Naciones Unidas. De igual manera, la Carta Democrática contempla que a pesar de una suspensión, el país deberá mantener sus gestiones diplomáticas para buscar el restablecimiento de la democracia.
¿Podría volver Venezuela a la OEA si es suspendida?
Un país suspendido puede volver a la organización una vez superada la situación que motivó la salida. En los 70 años de historia de la OEA solo ha habido dos suspensiones: la de Cuba en 1962 por su alineamiento con el bloque comunista, y la de Honduras en 2009, tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya. De estos casos solo Honduras solicitó su reincorporación al organismo en 2011, siendo aprobada.
Referencias
Organización de Estados Americanos (OEA), 2018. Concluyó la 48ª Asamblea General de la OEA. Véase en:http://www.oas.org/es/centro_noticias/fotonoticia.asp?sCodigo=FNC-94314
Resolución Sobre la Situación en Venezuela, Organización de Estados Americanos (OEA), 2018. Véase en: http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=D-032/18