La crisis venezolana es tierra fértil para las redes de trata


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Publicado el: 29 de julio de 2023

Cada 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas. En el año 2013 los Estados miembros de las Naciones Unidas, a través de la resolución A/RES/68/192, adoptaron esta fecha como una oportunidad para concientizar sobre la situación de las víctimas, recordar las obligaciones de los Estados en términos de prevención de la trata y protección de las víctimas y la adopción de medidas efectivas para combatir este flagelo.

La trata de personas es una forma de esclavitud moderna, una de las violaciones más atroces a los derechos humanos que atenta contra la dignidad de las personas, su libertad e integridad, pues implica la captación de una persona recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza u otras formas de coacción, con el fin de explotarla.

En Venezuela las formas contemporáneas de esclavitud son una realidad, incluyendo la trata de personas. Hoy la crisis de múltiples dimensiones que atraviesa el país, destacando la emergencia humanitaria compleja y la crisis de movilidad humana, ha sido tierra fértil para las redes de trata.

La realidad de Venezuela mantiene a la población en un estado de vulnerabilidad muy alto. El deterioro de la calidad de vida y la incapacidad de las instituciones para dar respuestas efectivas que garanticen la plena vigencia de los derechos humanos, abre las puertas a un sentimiento de desesperación por encontrar medios de supervivencia, convirtiéndolas en personas frágiles ante las redes de trata, sobre todo a las mujeres, niñas y adolescentes.

La trata de personas no es neutral al género

La esclavitud moderna y específicamente la trata de personas no es neutral al género. Las mujeres, niñas y adolescentes se encuentran en mayor riesgo de ser víctimas de trata, particularmente si nos referimos a la captación con fines de explotación sexual, en donde los estereotipos y roles de género han hipersexualizado el cuerpo de las mujeres, convirtiéndolas en una poderosa fuente de ingresos para las redes de trata.

Tal es así que en Sudamérica el 87% de las víctimas de trata con fines de explotación sexual son mujeres, el 11% son niñas, y solo el 2% son hombres y niños. Aún más, si nos referimos a otras formas de esclavitud, como el trabajo forzado o el tráfico de personas para otros fines en donde aumenta la proporción de hombres víctimas, incluso en esos casos las mujeres son víctimas diferenciadas, pues son sometidas a violencia física o extrema a manos de los tratantes en una proporción tres veces superior al de los hombres.[1]

Venezuela, el país de la región con el mayor índice de esclavitud moderna

De acuerdo con el Índice Global de Esclavitud se estima que para el año 2021 al menos 50 millones de personas vivían en la esclavitud moderna, esto representa un aumento de 10 millones de personas desde el año 2016.

En la región se estima que más de 5 millones de personas vivían en esclavitud moderna en el año 2021. Venezuela por tercer periodo consecutivo encabeza la lista de países de la región con mayor índice de esclavitud moderna, incluyendo la trata de personas. En el año 2016 Venezuela se convirtió en el segundo país de Suramérica con más registros, solo superado por Perú, y el cuarto en el continente. En el año 2018 la situación se agudizó y Venezuela se convirtió junto con Haití en el país con mayor índice de esclavitud moderna en la región, y en el año 2021 Venezuela, bajo una crisis sostenida en el tiempo, se convierte nuevamente en el país con mayor índice de esclavitud moderna de la región. En el país 9.5 personas por cada mil habitantes son víctimas de esclavitud moderna. [2]

Observaciones de la Cedaw advierten sobre la falta de medidas por parte del Estado para prevenir las formas de esclavitud moderna

El Comité de la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés) presentó recientemente sus observaciones finales con relación al noveno informe periódico de Venezuela e incluyó en su evaluación la situación respecto a la trata de personas y otras formas de esclavitud moderna que se desarrollan en el país.

Al respecto, el Comité advirtió sobre la falta de medidas por parte del Estado venezolano para prevenir, juzgar y sancionar los casos de trata de personas, explotación sexual, trabajo forzoso y otras formas de esclavitud moderna que afectan de forma diferenciada y desproporcionada a las mujeres y niñas; y a pesar de que estas prácticas se siguen desarrollando en el país, no existe una ley específica que la regule, no existen datos desglosados sobre las víctimas, ni tampoco protocolos para informar sobre estos temas a la población, ni para identificar de manera temprana a las víctimas y derivarlas a los servicios de atención. En este sentido, el Comité recomendó el desarrollo de protocolos para la atención temprana a las víctimas, la recopilación sistemática de datos desglosados y proporcionar información accesible y oportuna sobre estas prácticas.

Venezuela necesita un plan contra la trata de personas

La ratificación de los principales instrumentos internacionales en relación con la trata de personas, e incluso la regulación normativa con perspectiva de género, al tipificar la trata de personas en la Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, no es suficiente si aún no existe una normativa especial ni un plan de acción dirigido a prevenir, juzgar y sancionar este delito.

Tal y como lo ha señalado la Cedaw, el Estado venezolano debe cumplir con sus obligaciones en materia de erradicación de todas las formas de esclavitud moderna, incluyendo la trata de personas, para ello es necesario ir más allá de la mera adopción de normativas, como por ejemplo optimizar los registros oficiales de víctimas del delito de trata de personas y de otras formas de explotación, a través de estadísticas oficiales que permitan conocer edad, género, fenómenos asociados y otros elementos que permitan precisar la dimensión del problema; facilitar el acceso a la justicia, atención y protección de las víctimas, campañas de información, políticas de prevención, entre otras acciones que además incluyan la perspectiva de género en el diseño y aplicación de las políticas públicas.

[1] UNITED NATIONS OFFICE ON DRUGS AND CRIME. UNODC. Global Report On Trafficking in Persons. 2022. Disponible en: https://www.unodc.org/lpomex/uploads/documents/Publicaciones/Crimen/GLOTiP_2022_web.pdf

[2] Walk Freen. Índice Global de Esclavitud Moderna. Disponible en: https://www.walkfree.org/global-slavery-index/findings/regional-findings/americas/#footnote:9


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