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La ludoteca comunitaria se fue a la calle

Con todas las medidas de bioseguridad necesarias, la ludoteca comunitaria de La Dolorita salió a la calle de la mano de Isabel Zerpa, directora del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM UCV). La actividad fue diferente, en los espacios de la calle, jugando algunos de los juegos tradicionales venezolanos.

El objetivo de la actividad era que las integrantes del grupo Mujeres por la ludoteca, conocieran y ejecutaran estos juegos tradicionales. Los de nuestra infancia, los que en alguna oportunidad disfrutamos en las calles, en los parques, o durante el receso escolar.

Ellas debían preparar previamente las dinámicas lúdicas. Para ello se reunieron en grupos y seleccionaron un juego para compartirlo con las demás integrantes del grupo. Los juegos tradicionales fueron presentados con una explicación previa y con las instrucciones necesarias.

Luego se hizo una puesta en común sobre la experiencia. Se analizó en detalle la participación y los aspectos aprendidos en este encuentro. Se hizo una reflexión en torno a la experiencia que vivimos, rica en emociones y creatividad.

Hablamos sobre el concepto de paz y de la importancia de promoverlo en la comunidad y entre los grupos de mujeres. Finalmente hicimos un ejercicio de relajación y de reflexión sobre la experiencia que vivimos. Se hizo un compromiso para el próximo encuentro, bajo «juramento» para preparar las actividades que realizaremos antes de comenzar el taller de narración oral.

Recuerdos de la infancia

Este es el tercer encuentro de este grupo de animadoras comunitarias que se han comprometido con el desarrollo de la sensibilidad, la imaginación y la creatividad de las personas que vivan en La Dolorita y quieran participar de la experiencia.

En el segundo taller, facilitado también por Zerpa, quien además de profesora e investigadora es ensayista, poetisa y narradora oral, retomamos la importancia de la experiencia lúdica y revisamos juntas las experiencias compartidas con los objetos que llevaron las participantes, juguetes de su infancia, que formaban parte de sus experiencias de juegos.

Perspectiva de género

Además, nos centramos en la experiencia de los juegos tradicionales y desarrollamos varias dinámicas centradas en los juegos de ronda, analizando sus letras con perspectivas de género. En el caso de la ronda de Arroz con leche, se improvisaron nuevas rondas cambiando la letra de la canción desde una perspectiva feminista.

El taller se cerró con una puesta en común sobre lo aprendido en esta experiencia. El grupo participó de manera entusiasta, colaborativa e ingeniosa.

Testimonios

Esta ha sido una experiencia enriquecedora, tanto para nuestro equipo comunitario, como para la facilitadora y las participantes. El común denominador de los testimonios recogidos señalan que valoran positivamente la oportunidad de olvidar por un rato las múltiples problemáticas que enfrentan dentro de la comunidad.

«La creación de una ludoteca será la manera más grata que tendremos algunas de escapar un rato de tanto estrés. De distraernos. Y así podemos volver a inculcar a la nueva generación y enseñar los juegos de antes. Ya que ahora todo es puro tecnología. Es muy bueno saber que tendremos un espacio para divertirnos y despreocuparnos», Cirleyni.

«Siempre que puedo dejo salir esa niña que nunca quiere morir dentro de mi. Porque cuando dejas de reír dejas de vivir. Y dejas de soñar y el mundo se te vuelve más gris. Y la vida es bella. Para mí es muy grato volver a revivir todo eso y mucho más ver que hay gente como yo que no olvidamos ese momento de nuestras vidas cuando el mundo era color de rosa y que por medio de ustedes podamos otra vez volver y disfrutarlo», animadora comunitaria.

«Por mi parte me ha gustado primero porque es algo nuevo. Primera vez que escucho la palabra ludoteca. Me ha gustado porque nos ha hecho revivir momentos de la infancia, recuerdos, anécdotas. Voy aprendiendo que la niñez no se pierde. Que nos permite relajarnos. Sacar esa niña que tenemos por dentro. Si trae beneficios porque nos olvidamos de nuestros problemas, reímos, compartimos, conocemos más chicas y no estamos con eso del qué dirán. Simplemente nos olvidamos de todo y de todos y aprovechamos el momento sin criticar, solo divertirnos y reírnos», Cheity.

«Lo que más me ha gustado es lo divertido. Lo sacado de la rutina. Nos hace sentir dinámicas y ejercitadas. Aprendí de nuevo que aunque yo fui la más pequeña de mi familia hoy día tengo una hija y peleamos como si fuéramos hermana por el peinado, por la ropa. Jugar trae beneficios. Favorece tu mente, tu cuerpo, saca el estrés acumulado por una o por otra cosa. Para mí fue divertido, relajante y creativo porque uno se da de cuenta que varías pensamos más que una sola», Shadday.

De esto se trata esta iniciativa, apostar por la salud mental y emocional de las mujeres en pobreza extrema.