El 29 de junio de 2021, el Centro de Justicia y Paz (CEPAZ), el movimiento ciudadano Dale Letra, el Observatorio Global Comunicación y Democracia (OGCD), la Red de Observación Electoral Asamblea de Educación, la Red Electoral Ciudadana (REC), Sinergia y Voto Joven, organizaciones integrantes del Foro Cívico, con el apoyo de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), realizaron una discusión abierta sobre la asistencia técnica que la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), podrían brindar para fortalecer los procesos electorales en Venezuela.
Documentación y denuncia
Las organizaciones de la sociedad civil venezolana vienen documentando, al menos desde el 2015, las violaciones a los derechos humanos en contextos electorales, indicó Beatriz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz (Cepaz). Con esta información se han producido denuncias ante organismos nacionales e internacionales sobre la pérdida de la independencia de las instituciones y autoridades en Venezuela. Estas denuncias dan cuenta del socavamiento del derecho al voto y la pérdida de la confianza de la ciudadanía en el mismo como instrumento de transformación social. Con esta documentación, y los informes realizados, se ha discutido la necesidad de reconstruir la ruta electoral en Venezuela.
«Desde Dialogo Social, articulación de diferentes organizaciones de la sociedad civil, comenzamos a dar un intenso debate y realizamos distintas mesas de trabajo que nos permitieron ver el rol de la sociedad civil y su derecho a defender la democracia. Así como lo clave que es esta defensa y ejercicio de derechos para recuperar la vía electoral. Este intenso debate, reflexión y consulta con distintas organizaciones de la sociedad civil y actores, lo pueden ver reflejado en cuatro informes que denominamos Camino a la Democracia, y que contienen estas consideraciones dadas en el 2019 y 2020″.
Borges reiteró que en este proceso es necesario el apoyo, acompañamiento y realización de una asistencia electoral, no solo para la próximas elecciones regionales, «sino con una mirada a largo plazo que entienda que lo que se destruyó en un largo periodo no es realista que se reconstruya solo en una elección. Necesitamos seguir dando pasos adelante, sin retrocesos, sumar avances y hacer algo que se cree imposible en Venezuela: lograr elecciones auténticas».
Para Borges el rol de la comunidad internacional, de la Unión Europea y de las Naciones Unidas es vital. «Creemos que Venezuela va a requerir de este acompañamiento internacional para poder reconstruir ese camino y esa ruta electoral. En ese proceso la asistencia electoral juega un rol muy importante».
Reconstruir la confianza
Para Eugenio Martínez, periodista experto en procesos electorales, ningún sistema ni ninguna autoridad electoral puede garantizar por si sola la confianza en el proceso electoral, ni en sus resultados. Esta confianza comienza en una serie de factores, como el arbitraje electoral imparcial, la observación nacional e internacional, la seguridad jurídica y un marco regulatorio con reglas claras de competitividad. Desafortunadamente Venezuela carece en estos momentos de estos factores.
El proceso de pérdida de confianza en los procesos electorales ha sido paulatino y de larga data, aseguró Martínez. Incluyó inhabilitación de partidos, impedimentos para que los venezolanos en el exterior ejercieran el voto y las restricciones para la observación electoral. Las últimas elecciones convocadas fueron el 6 de diciembre de 2020 y tuvieron las peores condiciones en los últimos años. La recuperación de esa confianza también será un proceso sistemático.
Reinstitucionalización del voto
La asistencia técnica y la observación electoral juegan un rol significativo. No solo para una elección, sino en un proceso a largo plazo, para lograr elecciones justas (con las mismas reglas para todos), transparentes (una persona y un voto) y libres (sin coacción). La reinstitucionalización del voto es un paso necesario para la reconstrucción de la democracia y la salida a la crisis. Y esta recuperación requiere de todos, incluyendo la comunidad internacional.
Como parte de este proceso de reconstrucción se requieren como garantías mínimas un arbitraje electoral independiente, pluralismo político, un registro electoral actualizado, observación internacional y respeto a los resultados.
Para lograrlo se debe liberar a los partidos políticos de las limitantes judiciales actuales, garantizar el acceso equilibrado a los medios de comunicación, realizar auditorías de los procesos técnicos, quitar las inhabilitaciones políticas, eliminar los puntos de control por parte del partido de gobierno en los centros de votación (los conocidos como puntos rojos), recuperar el derecho al voto a las personas que salieron del país, regular el uso de los medios públicos para beneficio del partido de gobierno (PSUV), la implementación de un protocolo de bioseguridad para procesos electorales y evitar las leyes que modifiquen la conformación político administrativa del territorio nacional. La observación electoral nacional e internacional calificada son elementos indispensables.
Recuperación paulatina
El proceso de recuperación será paulatino. La observación no debe ser solo de un evento electoral, sino de un proceso a largo y mediano plazo que incluye un ciclo electoral que inicia el 21 de noviembre de 2021 y puede culminar en el 2024 con una elección presidencial. Hay que cimentar las capacidades para lograr una paz duradera, recuperar la confianza en las instituciones y fortalecer el voto como instrumento de cambio pacífico y democrático.
Indicó Martínez que la asistencia electoral de Naciones Unidas está circunscrita a cinco áreas principales: derechos humanos, desarrollo, descolonización, democracia y postconflicto. La asistencia técnica electoral pudiese jugar un rol significativo en reconstruir muchas de las competencias que lamentablemente se han perdido en los últimos años.
Las recomendaciones indicadas por la Misión de Observación de la Unión Europea en 2006 sobre las elecciones en Venezuela, están vigentes. Una nueva misión de la UE permitiría constatar cómo se ha deteriorado el sistema electoral en el país. Tener ojos expertos que sean garantes y permitan darle seguimiento a los acuerdos que se produzcan en una eventual negociación.
Toda resolución a la crisis multidimensional en Venezuela se fundamenta en una solución política, así ha sido expresado no solo por las organizaciones de la sociedad civil del país, sino por el secretario general de Naciones Unidas. «Dicha solución debe cimentarse en la restauración plena de los derechos civiles y políticos. Mientras esto no ocurra, los eventos electorales en Venezuela no podrán ser considerados libres ni auténticos y la asistencia técnica electoral es vital para lograr este objetivo», concluyó Martínez.
Asistencia electoral
La asistencia electoral es la provisión de asesoría legal, técnica, operacional y recursos financieros con el fin de celebrar procesos electorales transparentes, imparciales y reconocidos por todos los actores políticos, explicó Doménico Tuccinardi, asesor senior de EDGE Foundation. Se basa en el cumplimiento de obligaciones legales y buenas prácticas internacionales suscritas por los estados mismos, no impuestas por otros actores.
Es necesario que la asistencia se perciba como un apoyo de carácter técnico e imparcial, dado que afecta a un elemento crucial de la soberanía nacional, como es la administración de las elecciones. Para la asistencia electoral, los períodos pre y poselectorales son tan cruciales como la preparación para las elecciones mismas.
Agregó Tuccinardi que antes de que la ONU proporcione cualquier tipo de asistencia electoral, se deben cumplir dos condiciones previas: Mandato del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General, o solicitud oficial de un Estado miembro o territorio. La forma más común de apoyo es la asistencia técnica. Cada año la División de Asistencia Electoral apoya un promedio de 50 proyectos.
La asistencia técnica se proporciona a través de proyectos gestionados por el PNUD, en el marco de misiones políticas o de mantenimiento de la paz, o en colaboración con otras entidades, destacó Tuccinardi. El pedido de asistencia técnica debe ser enviado con la máxima antelación posible para permitir el despliegue de la misión de evaluación de necesidades.
Fortalecimiento de las capacidades
El enfoque principal de la asistencia electoral es siempre el fortalecimiento de las instituciones electorales, el desarrollo de la capacidad, la creación de mayor capacidad de información pública y divulgación, así como la promoción de la igualdad de oportunidades, aseveró Tuccinardi.
Otras formas de apoyo técnico incluyen formación del poder judicial, de las fuerzas de seguridad, monitoreo de medios, asistencia técnica para inscripción de partidos y de financiación de campañas y apoyo a la sociedad civil.
Los retos para Venezuela son la evaluación de necesidades, lograr un apoyo lo más amplio del espectro político nacional, tener condiciones adecuadas de seguridad y bioseguridad y cumplir el cronograma, concluyó Tuccinardi.
Un proceso en construcción
Para la rectora suplente del Consejo Nacional Electoral (CNE), e integrante del Foro Cívico, Griselda Colina, la solución a la crisis en Venezuela no es un punto de llegada sino un proceso que debemos construir con la participación de todos los venezolanos y con el apoyo de una comunidad internacional coordinada en su acción,
La solución para Venezuela ineludiblemente tiene que ser pacífica, electoral y democrática. Con elecciones libres, y con la participación de todos los venezolanos, agregó Colina. En Venezuela es necesario para resolver la crisis un proceso en el que palabras como negociación y elecciones sea posible utilizarlas en la misma ecuación, aún a pesar de ser impopulares para algunos.
Condiciones para una elección libre
Explicó la rectora suplente del CNE que hay cinco condiciones básicas para una elección libre en Venezuela: arbitraje electoral independiente, pluralismo político, Registro Electoral (RE) que permita la participación de todos los venezolanos, la observación electoral y el respeto a los resultados,
«La estrategia que nos planteamos desde la sociedad civil en Venezuela, primero desde el Diálogo Social y ahora desde el Foro Cívico, fue documentar, exigir y participar, como estrategias de acción común», indicó Colina.
Ante la elección de un nuevo CNE desde el Foro Cívico se decidió participar y presentar candidaturas para el Comité de Postulaciones y 15 candidatos a rectores de la sociedad civil, con credenciales y compromiso. Cuatro fueron electos como rectores. La conformación de los Órganos Subordinados fue un segundo paso en el cual la sociedad civil logró tener participación.
El tercer paso ha sido el anuncio del compromiso por la recuperación de las condiciones electorales, incluyendo las auditorías, las jornadas de Registro Electoral, y el programa de veedurías, entre otros aspectos,
Balance a 55 días
La realización de operativos del RE, con 700 puntos y 45 días de duración, la auditoría integral con una revisión exhaustiva al sistema de votación con participación de especialistas reconocidos de universidades nacionales y el anuncio de la misión técnica de la Unión Europea en Venezuela, son parte del balance de los primeros 55 días del nuevo CNE que hace Colina.
Lo importante para Colina es buscar soluciones para las personas. La elección del venidero mes de noviembre tiene que constituirse en el inicio de un camino para solucionar la grave crisis que viven todas las personas en Venezuela y que debe ser abordada no solo desde las causas, sino desde las consecuencias. Desde el Foro Cívico consideramos que estamos avanzando en un camino para la reinstitucionalización electoral que es angular para la recuperación de la democracia y la paz en Venezuela.