Diversos sectores sociales, del Foro Cívico, presentaron en Miraflores la agenda de demandas urgentes de los ciudadanos


Publicado por:
Publicado el: 11 de abril de 2022

“Interpelar al poder, plantear las demandas de la gente, proponer formas de organización para que el poder escuche, en cualquier oportunidad y circunstancia que sea necesario”. Es uno de los puntos de la declaración de principios que todas las sectores firmantes respaldan.

El 5 de abril de 2022 tuvo lugar una reunión entre miembros del gobierno venezolano y miembros de distintas organizaciones de la sociedad organizada, con el objeto de entregar la agenda de demandas ciudadanas que se ha venido edificando a través del diálogo social, la conversación entre organizaciones y ciudadanos, y las consultas entre éstos y el liderazgo de todo el espectro político.  El 7 de abril se produjo un segundo encuentro para profundizar en las medidas urgentes que estas demandas implican y explorar las condiciones para desarrollarlas.

En la mencionadas reuniones participaron Mariela Ramírez, vocera del Movimiento Ciudadano Dale Letra; Feliciano Reyna, presidente de Acción Solidaria; Mauro Zambrano, de la organización Monitor Salud; Enrique López Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina; Pablo Zambrano, líder sindical MOSBASE; Ricardo Cusanno, expresidente de Fedecámaras;  William Requejo, presidente de la Unión Vecinal para la Participación Ciudadana; Keta Stephany, profesora universitaria; Luis Lander, del Observatorio Electoral Venezolano y Juan Luis Sosa, de Movimiento por la Democrácia.

Estos sectores sociales forman parte del Foro Cívico, un movimiento de articulación y coordinación que desde 2021 ha desarrollado mecanismos de interlocución con todos los sectores sociales y políticos con el objeto de revalorizar las capacidades de exigencia y negociación de la sociedad frente al poder, enfatizando la recuperación de los derechos civiles y de los derechos humanos como fundamento de su acción.

En ambas reuniones se especificaron las prioridades y urgencias en el ámbito del sistema de salud, desde el Programa Ampliado de Inmunizaciones, el cual presenta un déficit de vacunas para cumplir con la cobertura requerida, hasta la catastrófica situación de la atención oncológica, pasando por el análisis institucional de una revisión estructural del sistema sanitario, así como la urgente necesidad de aplicar una actualización académica de los médicos integrales comunitarios. Se insistió en que la recuperación del salario, la contratación colectiva y la no imposición de las tablas de sueldos y salarios, estas no puede ocurrir bajo la arbitrariedad unilateral sino a través de la interlocución y negociación sindical, y en general, se enfatizó en la defensa de las libertades cívicas, de la propiedad privada y de la negociación responsable en cuanto a la legislación financiera y económica. Se presentó igualmente el conjunto de demandas para el sector educativo y la autonomía del sector universitario.

El ámbito humanitario y la defensa de los derechos humanos, incluyendo los derechos de los detenidos políticos y la demanda de justicia, fueron temas extensamente tratados.

Aparte de las discusiones con los temas mencionados, en el encuentro fueron entregadas las siguientes consideraciones de principio para establecer líneas de trabajo concertadas con diversos sectores sociales:

  1. Estos procesos obedecen todos a una lógica de negociación que supone tener en el horizonte el interés nacional. La negociación política de alto nivel, y específicamente el proceso de México, tiene un rol fundamental para mantener este horizonte. Los actores políticos tienen la responsabilidad de llevarlo a cabo y de transformar el conflicto político en una verdadera lucha democrática. El rol de la sociedad civil, a nuestro entender, consiste en apoyarlo, difundirlo, desarrollar visiones y políticas dentro de la agenda de la negociación para que ésta se convierta en un asunto de todos los venezolanos y no solo de los actores políticos.
  2. Ninguna sociedad democrática funciona sin una cultura pública democrática y sin organizaciones y ciudadanos trabajando por la materialización de los valores democráticos. Como ciudadanos, tenemos la convicción de que la crisis y el conflicto político que la origina exige una acción concertada de intermediación y diálogo político que convoque a los actores políticos -y a la sociedad entera- para poder alcanzar acuerdos, reales, de nación en el camino de la democratización.
  3. Así como en 2021 organizaciones de la sociedad civil agrupadas bajo el Foro Cívico llevaron a cabo un proceso de diálogo y negociación con distintos sectores políticos para acordar, dentro de los estrechos límites de las condiciones políticas que hoy tenemos, un directorio para el CNE que, como lo hizo, ofreciera alguna confianza en que podía desarrollarse un proceso electoral bajo mejores condiciones institucionales y políticas. En 2022, estas mismas organizaciones, se han activado para continuar ejerciendo ese papel en otros ámbitos. El proceso de reforma judicial es uno de ellos. La designación de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia no es una materia menor, se trata de la estructura fundamental para el contrapeso político e institucional del país. Sin desestimar los elementos inconstitucionales de la ley que convoca a esta reforma, sin desconocer las visiones particularistas, politizadas, con las que actores políticos han abordado este asunto, creemos que se trata de una oportunidad de incidir en que el nuevo TSJ esté compuesto, en alguna medida al menos, por magistrados honorables a los que se les pueda pedir responsabilidad y rendición en la gestión.
  4. Las características corporativas del campo judicial también tienen un impacto en la capacidad de influencia de la sociedad civil. Pero, aun así, a través del Foro Cívico se nominaron 11 candidatos que modelan las características que querríamos ver en todos los magistrados. Es violatorio a los derechos que no sean las calificaciones de los candidatos las que decidan la selección, pero no creemos que sea posible pedir rendición de cuentas y de gestión si no se participa y se sigue de cerca el proceso de nominación, haciendo oír la voz de la institucionalidad y el espíritu de la Constitución.
  5. La visita del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, nos envía señales alentadoras en cuanto a la pertinencia de esta visión: hacer justicia en Venezuela pasa por recuperar las capacidades institucionales del Estado, hoy politizadas y deterioradas hasta la asfixia. El restablecimiento de la funcionalidad e imparcialidad del sistema judicial tendría un impacto inmediato en la calidad de vida y en la cohesión social de todos los venezolanos. Es un asunto nacional que no puede seguir siendo tratado como un terreno para la parcialización política o corporativa.
  6. En esa visión se inscribe igualmente la propuesta de construir un espacio de reglas negociadas para la acción humanitaria en el territorio nacional que permita fortalecer las capacidades y la acción de las organizaciones del campo humanitario y de los derechos humanos. Otras organizaciones civiles y gremiales están activándose para la discusión sistemática del proyecto de Ley de Educación Superior; así como para el acompañamiento de las reivindicaciones salariales y de las demandas de pensionados y jubilados, la recuperación del sistema de salud, el correcto funcionamiento de los servicios públicos y en general el pleno goce de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales para garantizar al pueblo de Venezuela una vida digna.
  7. Todo ello forma parte del proceso de construcción de una Agenda Social y de Derechos que representará la confluencia de proyectos y políticas que los ciudadanos, organizaciones civiles, movimientos sociales y movimientos políticos albergan para el país: una visión común dentro del pluralismo democrático.
  8. En la coyuntura de hoy, con un conflicto bélico que parecía impensable en el siglo XXI, Venezuela puede jugar un rol que permitiría su reinserción en el concierto de las naciones mostrando su disposición a avanzar en un programa de reformas institucionales que no se limite a recuperar mercados petroleros, sino que señale la voluntad de todo el liderazgo político de conducir a la nación a través de consensos mínimos hacia su mejor puerto democrático.
  9. Creemos que la comunidad internacional, las organizaciones del Sistema de Naciones Unidas, las organizaciones internacionales independientes, los gobiernos que han estado atentos a la grave situación social, humanitaria y política de Venezuela, tienen un importante rol: acompañar procesos de exigencia, así como contribuir a alentar y fortalecer todo avance institucional que pueda tener un impacto sobre la vida cotidiana de los venezolanos. Ese apoyo vendrá, esperamos, en la medida en que se envíen las señales correctas.
  10. La palabra clave con la que nos despedimos es esta: responsabilidad. Somos ciudadanos responsables que exigimos un liderazgo político responsable ante el país. Y estamos dispuestos a contribuir a que así sea, asumiendo los costos que sean necesarios.

Ante nosotros, los ciudadanos, se abre la posibilidad de exigir que se verifiquen los caminos para recuperar las instituciones y de restituir nuestros derechos.

Desde el Foro Cívico consideramos que la opinión pública nacional debe estar informada de este proceso y enriquecerlo con sus aportes críticos, sus diversas experiencias, sus distintos puntos de vista. Como dice nuestra declaración de principios: “Es en nuestra condición de ciudadanos que exigimos a quienes detentan el poder la atención urgente de los males que nos afectan como nación, siempre en el estricto cumplimiento de la Constitución vigente y de los pactos internacionales sobre derechos humanos suscritos por el Estado venezolano. Es en ese marco que planteamos el desarrollo de los canales de comunicación necesarios para rediseñar un mecanismo de negociación que encamine al país hacia un porvenir de paz, bienestar y progreso para todos. Y como decía el maestro Pedro Nikken: la negociación no es el mejor camino, es el único camino.”


Comentarios