A 100 días del nuevo CNE: La solución negociada sigue siendo el único camino para la superación de la crisis en Venezuela


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Publicado el: 18 de agosto de 2021

En ocasión de arribar a los primeros 100 días de gestión del nuevo CNE, desde el Foro Cívico creemos oportuno reiterar nuestros planteamientos frente al proceso electoral convocado para el 21 de noviembre y sobre la nueva ronda de negociaciones que se inicia en México con facilitación del Reino de Noruega.

En el Foro Cívico vemos la participación en las próximas elecciones como un aporte a la lucha por la reconstrucción institucional del país, que no solo no se contrapone, sino que da apoyo a otros esfuerzos en la búsqueda de acuerdos que puedan realizarse en diferentes ámbitos. Entendemos la participación como un elemento de las distintas formas de acción entre las que se encuentran la legítima protesta y el reclamo ante las autoridades en ejercicio, frente a la continuación de prácticas represivas contra personas y organizaciones que violan derechos fundamentales, normas vigentes y vulneran libertades personales.

Concebimos la celebración de las próximas elecciones regionales y locales como una oportunidad para avanzar hacia la recuperación del derecho a elegir de todos los venezolanos. Se trata de una tarea ardua, que ya se ha iniciado y a la que debemos apoyar de distintas maneras; comprendiendo que lo que sembremos hoy será la cosecha del mañana.

Para ello es necesario que todos, como sociedad, acompañemos el ejercicio del voto con la mayor disposición a velar porque nuestros derechos humanos en el marco de los procesos electorales sean escrupulosamente respetados, haciendo los reclamos pertinentes ante las autoridades habilitadas, en caso de intentos de coacción o de violación del secreto del voto. Al ejercer el voto, estaremos pavimentando el camino hacia las soluciones democráticas y de arbitraje civilizado de nuestras diferencias.

La negociación sigue siendo la única salida

Saludamos con entusiasmo el progreso en la construcción de un nuevo espacio de negociación en México. Abogamos para que se avance en el diseño de mecanismos que hagan posible los acuerdos políticos y que ofrezcan las soluciones impostergables que demanda la población. Estos acuerdos deben construirse desde los más variados escenarios de la vida ciudadana, de manera que se integren y se fortalezcan mutuamente, hasta alcanzar una base firme que permita abordar con posibilidades de éxito los problemas que nos agobian.

La experiencia nos ha enseñado que la salida de esta situación no es posible sin que exista un genuino entendimiento entre los diversos sectores políticos y sociales del país. Estamos convencidos de que los acuerdos incrementales no son obstáculos para una negociación integral, siempre y cuando estos se gestionen de manera coordinada como parte de una estrategia global que tenga como objetivo la recuperación progresiva de la institucionalidad y la protección de los ciudadanos.

Proponemos una secuencia de acciones y etapas que atienda la urgente restitución de los derechos, las libertades, las garantías de justicia y el beneficio de la sociedad como un todo. Planteamos una hoja de ruta que contribuya a que este proceso sea capaz de superar esas diferencias entre los sectores políticos. Entendemos que sólo desde el logro de esta elevación del objetivo central por encima de pugnas políticas e ideológicas, el nuevo proceso de negociación tendrá la posibilidad de conducir al país hacia cambios reales y positivos.

Reiteramos nuestra convicción de que sólo a través de un acuerdo de convivencia política se podrán alcanzar soluciones que generen confianza y construyan el camino de transformación institucional que requerimos en Venezuela. En este sentido, hacemos las siguientes consideraciones al país:

  1. Es imperioso que restablezcamos el poder integral del voto como expresión de la voluntad popular. Esto supone entender los venideros comicios del 21 de noviembre como el inicio de un ciclo de recuperación de la institucionalidad electoral y de restitución del derecho a elegir y a ser electo, cuyo tránsito debemos ver entre 2022 y 2024.
  2. Es necesario que el proceso de negociación que se inicia en México parta del reconocimiento mutuo entre los actores que lo integran, sin condicionar el diálogo y el entendimiento a agendas particulares de los actores, definiendo con claridad el propósito de la negociación como el camino para alcanzar consensos para la reconstrucción institucional.
  3. La solución pacífica a la crisis venezolana pasa por la materialización de gestos que dejen clara la voluntad y buena fe de los sectores involucrados. Urgen acciones que atiendan las demandas reales de las personas en temas como la apertura del espacio humanitario y el plan de vacunación. Esta ronda en México debe ser la primera de un proceso sostenido de conversaciones que vayan generando de manera progresiva hechos tangibles.

Desde el Foro Cívico, ratificamos nuestro compromiso con alcanzar acuerdos desde la paz, el entendimiento y la construcción de una solución negociada. Seguiremos haciendo las demandas de restitución de derechos humanos que requiere el país y trabajando en la construcción y articulación de espacios de entendimiento que permitan la edificación de una agenda de trabajo que tenga a la gente en el centro de su acción y nos conduzca hacia una nueva democracia. Ponemos a disposición de los actores nuestras capacidades técnicas y trabajo social para contribuir a lograr un mecanismo de negociación creíble, genuino y que de respuestas verdaderas a las problemáticas de Venezuela. Como país no podemos darnos el lujo de que esta nueva oportunidad se desvirtúe o se instrumentalice.


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